Narra Piper:
-te extrañe...-
-yo a ti Pipes- amaba la forma en la que sus boca pronunciaba mi nombre, era el mejor regalo del universo.
-no quiero que pares-
Ella rió -Pipes necesito dormir y me duele la mano-
-no tarada deja que termine de hablar... no quiero que pares de decir mi nombre en esa forma-
-¿como?... ¿así? Pipes- mi nombre salió de su boca como un susurro
-mmmm Alex-
-¿que? ¿Te pongo caliente?-
Reí -¿por qué debes tomar todo de una forma sexual?-
-bueno pues... ignorando el hecho de que estoy encima tuyo totalmente desnuda y que hace un segundo rogabas por más... no tomo todo en una forma sexual, tú lo tomas de esta forma-
-¿de esta forma?- deslice mis manos por toda su espalda hasta llegar a sus muslos
-Pipes estás jugando con fuego...-
-declárame pirómana- sentí la sonrisa de Alex contra mis labios y en seguida su lengua jugando con la mía. Cada roce de su piel contra mi piel era una sensación inexplicable algo que no cambiaría por nada del mundo. Cambie bruscamente nuestras posiciones haciendo que Alex quedará debajo de mi. Quería recorrer cada centímetro de su piel con mis labios sin importar el tiempo que me tomara.
Podía percibir el olor de su perfume combinado con una crema olor a coco y de repente la imagine en una mañana cualquiera cuando sale de tomar una ducha y empieza su rutina para arreglarse. Una vez me quedé en la cama solo para verla mientras se vestía, mientras se miraba al espejo y movía su cabello de un lado a otro dándome una sonrisa coqueta, testigo de cuán adicta era yo a cada uno de sus movimientos.
-Pipes...-
...
...
-hey Piper...- todo era muy borroso y me dolía hasta mi propia existencia. No entendía donde estaba, no recordaba nada, ni siquiera conocía a la persona que me estaba hablando.
-¿quién... es usted?- las palabras salían de mi garganta como cuchillos. No podía ni siquiera respirar sin sentir dolor de algún tipo.
-soy el doctor encargado de su caso, me alegra mucho que haya despertado- no sabia de que caso me estaba hablando y no recordaba casi nada después de llegar al hotel con Alex.
-me puede decir... ¿como llegue aquí?-
-bueno básicamente le dispararon y...-
-¿que?- en mi cabeza no habían memorias de eso intentaba recordar pero cada vez que lo hacía me dolía la cabeza. Quería llorar. Me sentía pérdida y extrañaba a Alex. Alex...
-doctor ¿donde está Alex?- el doctor me miró un poco confundido
-¿Alex? No conozco a nadie con ese nombre... sus padres han venido hasta acá por usted señorita...- en seguida escuché la voz de Carol viniendo desde la puerta
-oh cariño, ya despertaste estábamos muy asustados por ti ¿que hacías aquí en Berlín sola? Y...¿por qué te dispararon?- hizo la última pregunta tal vez con un tono de asco no muy evidente pero conociendo a mi madre... definitivamente le daba asco hablar del tema.
-señora Chapman, su hija en este momento no puede recordar muy bien lo qué pasó pero tranquila es por el tiempo que ha estado inconsciente... pronto volverá a recordar todo con claridad-
-¿cuanto tiempo he estado inconsciente?-
-menos de un mes-
Sentí mi corazón detenerse en seco. Menos de un mes... o sea ¿cuanto? ¿cuatro semanas o tres tal vez? Más de diez días en los que Alex no ha preguntado por mi y en los que no hay registro alguno de que haya estado acá. Pero no quería sacar conclusiones antes de tiempo
-¿en cuanto tiempo puedo irme a casa?-
-creería que... dependiendo de tu evolución en una semana podrás salir del hospital pero te recomiendo viajar en unas tres o cuatro semanas-
Era mucho tiempo tal vez Alex buscaría la forma de encontrarme o de contactar conmigo.
Pasaron los días en el hospital y ni rastro de ella, sentía un vacío en el pecho como si me faltaran los pulmones y la extrañaba en serio de una forma visceral. No podía recordar aún y no fue sino hasta que salimos y pasaron unos chicos fumando yerba que recordé, recordé el secuestro recordé la morena que vi por última vez antes de quedar inconsciente, recordé a Alex insistiéndome en no dejarla. Recordé todo con detalle. Me detuve un momento antes de seguir caminando como si el recordar me quitara el aire, escuche la voz de Carol preguntándome si había recordado algo, a lo cual asentí.
-¿que recordaste Piper?-
No fue sino hasta ese momento que noté que ellos no sabían de la existencia de Piper, nadie sabía. Solo Nicky.
-creo que me iban a robar la maleta que traía... y no quería que me la quitaran porque tenía allí los tickets del avión y mis documentos...- mentí. De la forma más vil negando a Alex.
Carol hizo unos comentarios acerca de la inseguridad mientras seguíamos caminando.
Estando en el hotel le pedí a papá su celular para hacer una llamada. Corrí al cuarto y marque el numero de Alex. Sonaba repetidas veces pero nadie contestaba. Llame innumerables veces por mucho tiempo hasta que papá pregunto por su celular y tuve que devolverlo. Tal vez Alex no sabía que yo estaba viva, o solo tal vez ella no quería saber de mi por haberla abandonado. Fuera cual fuera la situación realmente necesitaba encontrarla y saber que ella estaba bien sin mí.
Las semanas en Berlín no ayudaron mucho, cada día era más desesperante y en mi mente se repetía una y otra vez el sueño que había tenido antes de despertar en el hospital y eso era una tortura.
Cuando al fin llegue a casa no demore en correr hasta el otro lado de la ciudad en busca de ella. Aún tenía una copia de las llaves de su casa conmigo así que con todo el atrevimiento entré sin siquiera tocar la puerta. Al entrar sentí mi corazón yendo a mil por hora, quería verla, sentirla, abrazarla, decirle que si la muerte no me había separado de ella que nada ni nadie lo iba a hacer, pero... su casa estaba diferente. Las cortinas estaban cerradas, había mucho polvo como si hace mucho tiempo nadie viviera ahí. Corrí a la habitación y la cama estaba desordenada... Alex no era así o por lo menos no en un nivel tan extremo. Busque incansablemente una pista una señal pero no había nada, absolutamente nada. Era como si sencillamente Alex hubiera desaparecido como al principio, como cuando no teníamos nada que nos uniera. Salí de la casa de nuevo y mientras cerraba con seguro escuche la voz de un chico
-ella no viene hace mucho...-
Me giré buscándolo y lo encontré asomado en la ventana de una casa de en frente
-¿como lo sabes?-
-me gusta mirarla porque ella es sexy-
-¿no eres muy pequeño como para usar esa palabra?-
-tengo nueve...-
-wow si eres un bebe...-
-¿quieres que le diga algo cuando venga?-
-si dile que... Piper vino a buscarla y que... la extraño-
-bueno sexy- El chico rio y cerró la ventana.
Fui a la casa de Alex por lo menos por 20 días todos los días sin falta. Pero después del segundo día ya no me sentía con los mismos ánimos como para entrar a su casa sin su permiso.
Todos los días me encontraba al chico y le dejaba cosas con él, papelitos con nombres de canciones... o solo con un "llámame" pero el chico tenía todo acumulado en el bolsillo del mismo pantalón que utilizaba todos los días... "ella no ha vuelto" era lo único que me decía.
Algunos días caminaba hasta la punta de la montaña donde habíamos estado el día de mi cumpleaños y me permitía llorar un poco por lo estupida que había sido. Pero lloraba más que todo porque la extrañaba con todo el alma.