Narra Alex:
Tenía dos opciones: dejarme invadir por el pánico y esperar que el destino decidiera que pasaría con Piper y conmigo, o actuar y hacer algo al respecto. Seguramente lo primero cruzó mi cabeza medio segundo porque después de terminar la llamada cerré los ojos respire profundo y empecé a caminar directo al hotel de nuevo.
Llamé a Fahri cuando me senté en la sala de mi cuarto
-Fahri, ¿estás con Kubra?- dije en mi tono más calmado
-Si... ¿todo bien Alex?-
-no. ¿Donde están?-
-estamos en su cuarto en el 730-
-voy para allá y dile que necesitamos hablar. No me interesa que mierda este haciendo-
Termine la llamada aún sabiendo que si me dejaba llevar iba a tener un ataque de histeria o algo parecido, pero trate de mantener toda la calma y la neutralidad que requería esta situación.
Subí al piso en el que se encontraba Kubra y estando en frente a la puerta de la habitación, toque el timbre. La puerta se abrió despacio y yo entre bruscamente buscando por la mirada de Kubra. Habían unos seis tipos riendo y bebiendo, el ambiente estaba denso por el humo del tabaco
-¡Alex!- escuche euforia en la voz de Kubra pero yo me limité a levantar la mano en señal de que se detuviera
-necesito hablar contigo a solas- hice énfasis en las dos ultimas palabras mirando a las otras personas. La forma atrevida en la que me estaba dirigiendo a todos hubiera enojado a Kubra pero él sabe que está en deuda conmigo, así que hizo una señal para que lo siguiera a un cuarto. Cerré la puerta detrás de mi y tomé un gran suspiro para en seguida empezar a hablar
-secuestraron a mi chica... así que no me importa que mierda estés haciendo pero me la debes Kubra. Así que me vas a ayudar a rescatarla-
Kubra soltó una pequeña risa y me hizo una seña para que me sentara en frente de él
-mira belleza, aunque quisiera...-
-me importa una mierda lo que quieras o no. Yo he hecho mucho por ti Kubra y eso significa sacrificar mi propia vida por tu maldito negocio así que no me jodas con tus mierdas de que no puedes porque yo se que tú puedes hacer lo que se te venga en gana. Por mi es que tienes ese maldito trato que te está llenando los bolsillos así que muéstrame un poco de ese honor que tanto dices tener y haz lo correcto-
Respiré y solo hasta ese momento me di cuenta que le había hablado de una forma totalmente irrespetuosa a mi jefe. Pude haber arriesgado todo por nada sino fuera porque Kubra pareció gustarle esta nueva "yo" por así decirlo
-ok fiera... ¿cuál es el plan?-
-¿el plan?-
-si... vas a rescatar a tu princesa así que imagino que tienes un plan ¿o no?-
-no tengo un plan solo quiero matar a todos hasta encontrar a Piper-
Kubra sonrió y enseguida hizo una llamada
-Aydin. Entra al cuarto en el que estoy con Alex... y trae a Fahri-
Volvió a guardar su celular y me miró con una medio sonrisa
-¿lista para volver a disparar un arma?-
Asentí con la cabeza
-bien. Cuéntame exactamente lo qué pasó, no olvides ningún detalle-
Aydin y Fahri entraron al cuarto los dos tocaron mi hombro y se sentaron junto a nosotros. Empecé a contarles todo lo que había pasado en mi habitación, omití la parte de la pelea entre Piper y yo, pero sin dejar ir algún otro detalle que fuera de ayuda. Aydin me preguntó cómo eran los tipos yo los describí, uno era un asiático con gafas negras y cabello largo peinado hacia atrás con gel, el otro era el más calmado era calvo con unos tatuajes en su rostro. Los tres se miraron haciendo un gesto no identificable para mí y siguieron preguntando más detalles. Después de decirles todo lo que sabía Kubra se levantó de su silla
-hoy no irás a la fiesta-
-¿me estás jodiendo? Claro que iré... hace un momento me dijiste sí estaba lista para disparar un arma de nuevo y...-
-dije que no- Kubra me frenó en seco recordándome en que posiciones estábamos -no irás porque simplemente yo lo digo. Alguien estará contigo esta noche en tu cuarto-
Hice una cara de confusión. Kubra salió del cuarto y nosotros lo seguimos
-Wolfgang hoy acompañaras a Vause toda la noche-
El tipo me dio una sonrisa coqueta, yo gire los ojos en señal de fastidio
-me puedo cuidar sola Kubra-
-¿ya conoces a Wolfgang?-
-no pero...-
-entonces tomate el tiempo de conocerlo-
-¿es broma?-
Kubra se giró y tomó mi cara entre sus manos -nena, tranquila ¿ok? Sé que estás ansiosa y me hubiera encantado que me acompañaras esta noche y verte en acción disparandole a todo el mundo...- mire de reojo a Wolfgang que aún cargaba su sonrisa coquetamente -pero esto es algo más grande que nosotros dos y todos los que estamos aquí. Así que mantén la calma y déjame hacer mi trabajo-
Kubra se alejó y yo salí del cuarto caminando hacia mi habitación sin antes percatarme de la presencia de Wolfgang detrás de mi
-no tienes que hacer esto-
-lo sé, pero quiero-
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Me desperté sintiéndome totalmente perdida, instintivamente busqué a Piper en la cama antes de que la realidad me diera una cachetada. Maldije en voz alta y me levanté para buscar mi teléfono, busqué un contacto y empecé a caminar hacia la sala mientras me contestaban. Me llevé un gran susto cuando vi a Wolfgang de pie junto a la puerta como una estatua
-que mierda Wolfgang, casi me matas del susto-
-oh, disculpa no está en mis planes matarte-
-ja- me agaché para recoger el celular del piso. Volví a marcar y después de unos mil intentos empecé a maldecir en voz baja. Sentía desesperación y el no poder hacer nada no ayudaba.
-¿sabías que tienes muchas pesadillas?-
Lo escuché hablar y en seguida hice cara de confusión
-tuve que ir a tu cuarto cada dos minutos para saber que estabas bien pero duermes muy mal... tal vez debas intentar calmarte como dijo Kubra... hasta dormida eres como un pequeño terremoto-
-yo no creo que tú pudieras estar tranquilo sabiendo que tienen al amor de tu vida secuestrada ¿o si?-
Él no respondió pero camino hacia mi
-¿a quién llamas?-
-no te interesa-
-no, pero Kubra me dijo que le informara de todo lo que hicieras-
Lo mire y sus ojos me dieron un toque de confianza
-estoy llamando a alguien que sabe cómo buscar personas-
-¿un espía o algo así?-
-tal vez- dije levantando las cejas
-bueno... tengo un contacto, tal vez te sirva... tal vez- él levantó sus cejas en señal de burla a lo que yo había hecho.
Yo reí y él en seguida tomó mi celular y empezó a teclear el número
-¿Bug?-
Wolfgang reía mientras seguía mirándome
-si... bro, recuerdas que me debes una-
Rio de nuevo -no no es mi número- él hizo una pausa y me miró levantando las cejas -wow eso fue rápido, dime más sobre ella-
Me dio un poco de miedo en ese momento para ser sincera, Wolfgang seguía mirándome con cara divertida mientras que el tipo al otro lado de la línea parecía estar contándole toda una historia
-oh ¿en serio? A ver espera- él alejo el celular de su oído y me preguntó -¿de verdad estuviste con la mejor amiga de tu novia?-
Lo mire confundida y el rio más
-ok Bug suficiente, te llamó porque vas a tener que pagarme el favor que me debes así que presta atención-
Wolfgang me pasó mi teléfono
-hey-
-Alex Vause ¿que puedo hacer por ti?-
Me pasaron escalofríos el tipo al parecer ya me conocía o sabía sobre mi -bien... eh ¿Bug?... necesito saber dónde está mi novia... ella-
-si ángel ya lo sé todo, tu novia la secuestraron y si no me equivoco quieres saber dónde está-
-¿como sabes eso?-
-increíble toda la información que te puede ofrecer un celular ¿no?-
-... me ayudarás-
-claro querida, Wolfgang me lo pidió-
-bien-
-aún sigues en ese hotel en Berlín ¿verdad?-
-si...-
-ok, estoy cerca... en unas dos horas nos vemos-
Terminé la llamada con más preguntas que respuestas o soluciones y lo único que pude hacer fue soltar un suspiro y abrazarme las piernas. En todo este ajetreo me olvidé completamente de Piper, de la pelea. Me olvidé que terminamos o algo parecido, ella realmente estaba molesta y no era justo que siguiera siendo parte de esta situación cuando ya no quería nada más conmigo. Cerré los ojos y casi pierdo toda la fuerza. Siento la mano de Wolfgang en mi hombro
-no me toques-
-uh, lo siento... me olvidé-
Levanté la mirada
-¿te olvidaste? ¿De que?-
-Alex, eres la favorita de Kubra... todos sabemos lo que te pasó, el intenta protegerte cada vez que cuenta tú historia desde que te conoció hasta lo que te pasó en Bali, él dice algo como "es como una hija para mí y los mataré si le tocan un pelo"- él imito el acento de Kubra lo cual me hizo reír
-Kubra es genial pero yo me puedo cuidar sola-
-yo también lo puedo hacer, Alex. Pero aún así estamos aquí... siguiendo sus órdenes... cuidándonos unos a los otros-
Lo entendí y tenía razón si estuviera sola no hubiera llegado muy lejos. Suspiré.
-necesito encontrarla- desvíe la mirada hacia las ventanas
-yo te ayudaré. Iremos a buscarla-