Liberando sus Demonios (Serie Demonios #1)

Capitulo 28

POV'GENEVIED

Ya era lunes otra vez al infierno ese, se preguntarán cómo pasé el domingo? Lamento decepcionarlos pero no salí de la cama en todo el día y pues digamos que una personita con nombre de sinónimo de Demonio se apareció más de una vez en mis pensamientos, tal vez y solo tal vez nos parecemos más de lo que creo, la verdad es que a pesar de los gritos que me hecho el sábado todo salió bien o eso creo... Bueno... Tampoco es que seamos amigos, no digo que no podamos serlo, claro que si, Como? Yo no estoy nerviosa, tú eres quien está nerviosa, estoy tranquila, mejor debería dejar de decirme a mi misma que se tranquilice y tranquilizarme.

Saben qué? Mejor me voy a duchar, si, mucho mejor, ya bajo la ducha se me es inevitable volver a pensar en el no es sólo por la charla sino también por el hecho de que todavía no resuelvo el parecido de Demond y Dmitri además de sus nombres o solo son ideas mías, al salir de la ducha me visto con unos vaqueros, una blusa blanca suelta y unos botines, bajo y tal parece que no hay nadie, me voy directo a la escuela y tomó la primera hora sola que es Arte al llegar al receso me siento en el pasto, desde aquí puedo ver a los chicos y las chicas comiendo pude ver como Demond hace el ademán de levantarse pero Esther lo detiene y viene en su lugar.

- Ahora vas a decirme que te pasa? - me interroga Esther.

- No me pasa nada solo necesitaba pensar un poco.

- Pensar en que o mejor dicho en quién? - me puso cara de saber todo al sorprenderme mirando a Demond.

- Enserio, solo necesitaba estar sola - le respondo poniendo mi cara entre mis rodillas.

- Vamos hacer esto. Cuando es mi cumpleaños? - le puse cara de enserio y ya me insistió a que prosiguiera.

- EL 16 de Mayo.

- Cuál es tú color favorito?

- Negro

- Cuál era el nombre del niño que me puso mocos en el cabello y luego me beso?

- Michael y por cierto en noveno grado te hiciste su novia y le rompiste el corazón.

- Hasta que hora te quedaste pensando en Demond anoche?

- Hasta las dos de la mañana - en el momento que lo digo me tapó la boca inmediatamente pero ya es tarde, ya he liberado al craqueen, Esther comienza a reír como una psicópata y todos a nuestro alrededor nos miran raro.

- Ya basta Esther tranquilízate, Dios deja de reírte – intento calmarla halándole el brazo pero eso solo la hace reír mas.

- Es que lo sabia, sabia que ibas a terminar enamorándote de el – expresa como si la hubiera pegado en la lotería.

- Quien hablo acerca de enamorarse? Tu más que nadie sabes que esa palabra no entra en mi vocabulario Esther, quien sabe si no dejaba de pensar en el porqué estaba planeando como despellejarlo vivo mientras le saco los ojos con una cuchara caliente y voy cortando sus extremidades una por una hasta que se desgarre la garganta gritando por ayuda – por la forma en la Esther me está mirando puedo deducir mi cara no está de lo más agradable en este momento.

- Ok... Sabes qué? Sera mejor que dejes de ver tantas películas de narcotráfico y dejes la cafeína por un tiempo – me dice mientras me quita el vaso de café de las manos, sigo embobada mirando hacia las mesas.