Capitulo 42

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POV'DEMOND

Estaba en un pasillo obscuro, parecía salido del mismísimo infierno; se escuchan disparos por todos lados, personas corriendo, gritando y entonces lo entendí, es esa noche, fui corriendo escaleras arriba, pero al llegar ya era muy tarde, me vi a mi mismo con la pistola en las manos y ella ya estaba muerta, la chica que le había estado apuntando hace unos segundos estaba entre las sombras, luego paso como una bala frente a mí, pero no pude ver su rostro.

Mi otro yo seguía estupefacto, al reaccionar ya era tarde, la chica había bajado las escaleras así que también baje, bueno baje detrás de mí, un chico se interpuso y él le disparo o bueno yo, esto es tan confuso, se escuchó un disparo al final del pasillo y fuimos directo a la última habitación, la chica estaba arrodillada junto al cadáver de Marjori, su rostro estaba cubierto por su cabello, pero entonces pude verla, era ella, era...

- GENEVIED!!! – escuche un ruido sordo, estaba todo sudado y me respiración era entrecortada.

- Demonios!! ¿Pero qué es lo que te pasa? – Genevied estaba en el piso, se sobaba la cabeza del dolor, intente ayudarla, pero al sujetarse de mí se soltó de inmediato.

- Demond estas ardiendo, deberías ir a darte una ducha – dio mientras me atentaba la frente.

- Si, voy a ir a darme una ducha, no te preocupes – me fui directo al baño y ya ahí pude pensar bien, no sé qué signifique ese sueño, pero una cosa es segura tengo que averiguar él porque estoy pensando tanto en esa noche de repente, aunque pensándolo bien puede ser que... No, no, no es imposible Genevied no sería capaz de cometer un acto tan atroz, aunque ella había dicho que trabajo con Kirk así que no sería tan raro.

Me metí a la ducha para dejar esos pensamientos atrás, solo me traerán más pesadillas, al salir puedo escuchar que están discutiendo, me asomo un poco más a la puerta que esta entreabierta y me doy cuenta que Nicolás y Genevied discuten.

- No deberías estar aquí, ya lo ayudaste, aunque no hubiera sido necesario si en principio no hubieras causado esta catástrofe, ahora vete – le sentencio Nicolás.

- Tú no eres quien, para hablarme de esa manera, yo estoy aquí porque Demond quiso y solo él puede echarme, no tú con tu creencia de ser superior sobre mí – Dios, esta chica si es intensa, Nicolás iba a responderle así que intervine, porque viendo la cara de Genevied esto terminaría muy mal.

- ¿Ya basta los dos por favor, ahora, Genevied podrías darme un segundo con Nicolás?

- Bien, como sea – esta recogió su abrigo y salió dando un portazo de la habitación.

- ¿Perfecto, ahora podrías explicarme que hace ella aquí? – me interrogo Nicolás.

- Solo le pedí que se quedara, necesitaba algo de compañía anoche y...

- Y tuviste que decirle justo a ella que se quedara contigo, porque no existe mejor opción que decirle a la chica que te clavo una cuchilla en la pierna que duerma contigo en el mismo día – estaba enojado y lo entiendo, Nicolás siempre es el que piensa en todo, el que protege a todos de todo.

- Acaso no fuiste tú el que me dijo que debía de ser más amable con Genevied por x o y razón y ahora vienes con que me aleje de ella, decídete por favor.

- ¿Sí, pero eso fue antes de que supiera que la chica es una loca psicópata y que tratara de matarte, que acaso no puedes poner a trabajar las pocas neuronas que te quedan en la cabeza?

- Ese es mi problema, no el tuyo así que por favor te agradecería que dejaras de meterte en mi vida.

- Bien, como quieras, pero ni creas que me quedare a ver como la destruyes, ya estoy cansado de salvarte de todo – al decir aquello abrió la puerta para irse y se topó con Genevied a la salida.

- Ustedes solo se van a destruir mutuamente y a todos los que están a su alrededor, ya tu comenzaste – dijo señalándola y se fue todo enojado.

- Debería preocuparme o qué? – dio entrando y cerrando la puerta.

- No, solo es Nicolás siendo Nicolás, pero...

- Tiene razón –la miré extrañado y esta siguió – en que las pocas neuronas que te quedan no están trabajando bien si estas consciente de lo que te hice ayer y sigues aquí conmigo – me dijo en broma, aunque había algo de verdad en eso.

- Sí, pero tu prometiste no volver a romper mi corazón –le dije sonriendo.

- Es cierto, pero justo ahora tú me estas confundiendo al no alejarte de mí.

- Tengo mis razones, aun me faltan muchas cosas por descubrir acerca de ti, no sé si me gustaran todas, pero las descubriré, cueste lo que cueste.

- Sabes? A veces me das miedo cuando hablas de esa manera además de que eres muy cursi, deja de serlo, se siente muy raro – lo decía enserio, ella no estaba acostumbrada a esto, la verdad es que yo tampoco para ser sincero.

Reaccione y quite mis manos de sus hombros, me puse derecho y aclare mi garganta, la verdad es que si me estaba comportando de una manera muy extraña.

- ¿Pero porque razón te da miedo? No es como si fuera algo de otro mundo – estavabamos teniendo una conversación normal o bueno, algo así.

- Porque eres la única persona tan cabeza hueca como para hacer tal cosa y el tiempo que llevo conociéndote sé que de seguro lo cumplirás y no te gustara lo que vas a encontrar, tú no sabes de lo que yo puedo ser capaz de hacer y...

- No me interesa eso, solo quiero conocerte eso no es tán malo, enserio que tienes un problema, deberías darte un poco más de crédito, existen cosas en ti que no puedes ver y los demás si, así que no te juzgues – y era cierto, sé que muchas personas la ven y piensan mejor no me le acerco va y me ladra, pero yo la he observado bien, si, todo un acosador, sé que existen más cosas ahí dentro de lo que ella da a conocer.

- Tu estas consciente de que tu y yo solo somos amigos, ¿verdad? Lo que haya pasado entre nosotros solo fue por el momento, no es como si vayamos a ser novios, si tienes esa idea en la cabeza será mejor que la vayas dejando.

- Sé que solo somos amigos, no dejas que lo olvide, yo solo quería conocerte, pero ya veo que estas tan jodida que piensas que todos los que se acercan es para hacerte daño, déjame abrirte los ojos, no todo el mundo es igual a ti – su expresión era de total sorpresa y es que hasta yo me sorprendí, pero es que tratar de demostrarle a una persona tan cabeza dura como Genevied que solo quieres conocerla, no es fácil.

- No dejare que me hables de esa manera, tu no me conoces y no necesitas hacerlo así que abstente de volver hablarme de esa forma.

- Nicolás tenía razón, vete de mi habitación – le dije abriendo la puerta y señalando la salida.

- ¿Disculpa, que fue lo que dijiste? – sé que tal vez estaba siendo un poco duro, pero ya me canse de siempre aguantarle sus insultos e irme como perro con la cabeza agachada.

- Lo que escuchaste, ahora vete – ella cogió su celular que había olvidado y cuando estaba en la puerta se dio la vuelta hacia mí.

- Ni pienses que volveré después de esto Demond.

- No es como si tu compañía sea tan gratificante Genevied – le cerré la puerta en la cara y les mentiría si no dijera que se sintió muy bien, he vuelto nenas.

1R

Liberando sus Demonios (Serie Demonios #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora