BitterSweet [V-Hope]

Hyung

10

—¿Necesitas ayuda? Pareces algo perdido.

Claro que lo estaba, era su primera vez en esa escuela y ni idea de dónde debía ir, obviamente debía lucir perdido.

—Estoy bien. —respondió, tapando sus ojos con el flequillo que lo tenía algo largo. Solo alcanzaba verle la sonrisa al chico frente a él.

Tomaron el papel que estaba entre sus dedos y lo miro, como si estuviera analizando.

—Queda en el tercer piso, a la izquierda. Es la primera sala. Si quieres puedo acompañarte

— No quiero tomar más de su tiempo, s-sumbae. —no había podido evitar sentirse avergonzado, últimamente todo estaba saliéndole mal.

—No hay problema, aún hay tiempo antes de que comiencen las clases.

Sin más, comenzó a caminar, esperando que le siguieran. Y el menor lo hizo.

—¿Primer año?

—N-No... Segundo.

—Ahh, te has cambiado de colegio. —el chico sonrió de oreja a oreja y le pareció la sonrisa más bonita que jamás alguien le hubiera regalado. —Este colegio es bueno, tiene una excelencia académica y muchos de los egresados son importantes profesionales. O eso es lo que suele decir mi madre.

—Mmh...—respondió y siguió todo el camino en silencio.

—Aquí es. —el mayor se detuvo y muchos le miraron curioso, algo normal por ser mayor.

—Muchas gracias, sumbae. —hizo una reverencia casi de noventa grados.

—No es nada. Fue un placer guiarte. —rió.

No supo cómo reaccionar ni que decir al oírlo, así que sólo le quedó verlo partir, nuevamente observando su espalda hasta que lo perdió de vista.

—Joven Kim.—salió de su ensoñación cuando notó que el profesor lo miraba con una ceja alzada, esperándolo. —Por favor, entre.

✨

—Taehyung...—sintió cómo su cuerpo era mecido con suavidad y tardó abrir sus ojos.

No pasó mucho cuando volvió a cerrarlos y tomó con más firmeza que antes las sabanas que lo cubrían, esperando que el ser que había interrumpido su sueño se fuera.

—Tae, vamos. Ya es tarde para que vayas a tu clase.

—Mmh, no...

—Si no bajas, Jimin vendrá con un vaso de agua a mojarte, ¿quieres eso?

—Hoseok-hyung era... Muy lindo en mi sueño...— frunció su ceño.—Ahora es feo...

—Ignoraré lo último y lo tomaré como un cumplido.—sonrió por la ternura que le provocaba el otro.—Hey, despierta.

A regañadientes termino sentado en medio de la cama de Hoseok, esperando a que el mayor trajera su ropa y comenzara a cambiarse.