Respuestas

320 35 0
                                    


11

Nadie nunca te amará. Eres sólo un chico odioso. —esa sonrisa de satisfacción que tanto detestaba, apareció ante sus ojos llenos de lágrimas. Eres sólo una escoria para el mundo.

No es cierto...—susurró, tapando sus oídos.

¡Sí lo eres!—gritó.Ni a tu madre le importaste, ella nunca te quiso, te abandonó. —se burló.

—¡No! ¡Tú la mataste, tú la mataste!

Taehyung mantuvo firme su abrazo, esperando que Hoseok se tranquilizara para hablarle y preguntar qué había sido todo esto.

Él no quería que el mayor sufriera, no tenía porqué hacerlo, pero ahí estaba sollozando en sus brazos.

— ¿Ya estás mejor?—le preguntó cuando los sollozos del mayor no fueron más que unos leves hipidos. —Hyung, ¿qué sucedió?

—Necesitaba respuestas...

—¿Hablaste con Baekhyun-hyung?

—Con Chanyeol-hyung.

El menor suspiro y tomó ambas manos de Hoseok, mirando fijamente sus ojos rojos que partieron su corazón. Beso cada una de ellas y cerro sus ojos por un momento.

—Hyung, debo volver a clases.

—Necesito que estés conmigo, que me cuentes lo que pasó, que me digas cómo puedo ayudarte. Que confíes en mí.

Taehyung sonrió. ¿Acaso merecía tener a Hoseok?

—Hyung, confío en ti, pero hay tantas cosas de las que quiero protegerte. —Hoseok quiso hablar, pero prefirió quedarse en silencio, esperando que Taehyung terminara. —¿Puedes esperar un poco más hasta que esté preparado para contarte?

Hoseok asintió, envolviendo a Taehyung nuevamente entre sus brazos, antes de soltarlo para dejarlo ir a clases.

—Tae, sé que no será fácil, pero estoy contigo, ¿sí? Estamos juntos en esto.

—Lo sé, hyung...

—Te estaré esperando afuera.

Taehyung beso sus labios y entró a la sala.


Se metió las manos dentro del bolsillo del pantalón, su espalda estaba apoyada en la pared y su cabeza daba suaves golpecitos contra esta.

Debían haber pasado unos 40 minutos desde que había llegado y seguía en la misma posición.

El cigarrillo estaba entre sus labios y no le importo dar una calada, de todas formas se suponía que lo había dejado hace un tiempo atrás, pero por un impulso estúpido compro una cajetilla.

Giro levemente hacía un costado su cabeza, tapando con su flequillo sus ojos. En aquella zona alguien podría reconocerlo y aún no era el momento.

No, aún no. Hasta que lo viera a él. Si alguien lo descubría merodeando por ahí sería el fin para su -también estúpido- plan.

Tan solo quería verlo, porque sabía que vivía en ese lugar. Si lo veía, se iba, así era todo. Pero, maldición, hace 40 minutos que no había ninguna señal de él.

Escupió el cigarrillo y apretó sus dientes.

—Aparece de una puta vez.

BitterSweet [V-Hope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora