una pequeña sombra

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Realmente nunca supe como comenzaron lástima cosas, simplemente ocurrían, siempre tratamos de darle una explicación "coherente" a lo que ocurría, que si las luces o los aparatos se encendían era por una instalación eléctrica deficiente, que si los gatos maullaban como niños llorando, que los arañazos detrás de las paredes eran por algunas ratas que habían encontrado un refugio idóneo lejos de las húmedas cloacas, como ven, siempre buscando explicación, pero no todo tiene explicación.
Durante algún tiempo tuve un empleo en el que tenia que salir de madrugada y regresar hasta entrada la noche, muy rara vez encontraba a algún miembro de mi familia despierto así que, comencé a platicar con la nada, o
así lo creía. 
Las primeras dos semanas le platicaba a una silla de madera  mis penurias y éxitos que me ocurrían a lo largo del día mientras comía, al terminar recogía mis trastos sucios y antes de apagar la luz le deseaba buenas noches a la inexistente persona que me acompañaba.
Pasaron dos semanas mas con la misma rutina hasta que el asunto tomo tintes extraños, por no decir sobrenaturales. Era un lunes, esa noche llegué más tarde que de costumbre, por ende todos ya dormían, entré a la cocina y me senté en el mismo lugar de siempre, acomode la silla de mi amigo imaginario y comenzamos la plática, le conté que ya no lo molestaría con mis historias ya que había entrado un compañero que me iba a ayudar medio tiempo, yo estaba feliz de volver a ver a mi gente cuando, la cortina de la pequeña sala se movió y de debajo, una pequeña pelota salio rodando hacia mis pies, lógicamente la miré extrañado aunque de inmediato una gran sonrisa se dibujó en mi rostro pues yo pensaba que mi hijo Marcos estaba tratando de jugarme una broma, le llamé un par de veces y al no recibir respuesta me levante de mi asiento y comencé a caminar despacio Con dirección a la sala, dando pequeños pasos con mucho cuidado para tratar de sorprender a mi muchacho, abrí la cortina con Cuidado para después dar un salto hacia dentro gritando el nombre de mi hijo y así darle una leccion, pero el sorprendido fui yo porque no habia nadie, busqué detrás de las cortinas, tras los sillones, detrás de las macetas, pero no había nadie, les confieso que un escalofrío recorrió mi espalda así que,regresé a la cocina, recogí mis trates y, casi corriendo, apagué la luz.
Al dia siguiente me levanté como de costumbre a las cinco, preparé mis cosas y besé a mi esposa y a mi hijo que solo se revolvieron en sus camas, ya había olvidado lo del incidente con la pelota cuando, al entrar al baño y dar un rápido vistazo al espejo noté que detrás de mi había una pequeña niña con un vestido blanco de la época victoriana, que me sonreía, esa imagen hizo que trastabillara y que casi cayera con el ruido mi esposa despertó y me grito desde la alcoba que sucedía, yo, aun con los bellos erizados solo dije que volviera a dormir, que solo fue un pequeño resbalón, volví a mirar el espejo y todo lucía muy normal, sali de la casa y le achaque la visión a las pocas horas de sueño que tuve.
Ese día regrese temprano, cosa que me tenia muy contento, deseaba besar a mi esposa y jugar con mi hijo, abrí la puerta y mi esposa al verme, sonriendo me abrazó, le pregunté por Marcos y me dijo que estaba jugando en el patio, corrí a buscarlo y lo encontré platicando muy amenamente con nadie, le grite y abrí los brazos, el solo me miró e hizo un ademán con la cabeza como cuando alguien te dice un secreto y se hecho a reír, le pregunté que porque la risa y me dijo que tuviera mas cuidado que su amiga le dijo que yo casi, me caía en el baño, yo no daba crédito a lo que mi hijo me decía pues nadie sabia lo que había ocurrido esa mañana, nadie, excepto esa visión, corrí a platicarle eso a mi esposa y, ella muy tranquila me dijo que ya lo sabia, que ella misma ya había visto a una niña pequeña jugando con una pelota y que inclusive ya le había puesto un nombre, la llamó Victoria.
Yo no se ustedes pero yo tengo entendido que todos los niños van al cielo y eso no creo que sea un niño.

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