Tu sonrisa

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Tu sonrisa había cambiado, ya nunca fuiste la misma.
Te arreglabas mas, salías mucho, la intimidad era algo repugnante para ti, yo a pesar de hacer mi mayor esfuerzo me fingias los orgasmos
yo  sólo sollozaba en silencio dejando que una legión de demonios se apoderaran de mi.
Yo tenia miedo de perderte, tal vez por ese miedo no me atrevía a decirte nada,
siempre que te preguntába si amabas a alguien mas y me lo negabas, desde lo mas profundo de mi ser queria creerte,
incluso cuando te seguía a los moteles que frecuentaban cerraba los ojos para no torturarme con su felicidad.
Me gustaba verte sonreír pero ya solo lo hacías cuando ibas con él, lo besabas, se tomaban de la mano como nunca lo hiciste conmigo,  me moría en vida y aun no sabia porqué,
conmigo siempre eran reclamos, reproches, problemas, lo que un dia nos unió ahora te provocaba enojo.
Cuando él murió de forma un poco extraña,  creí que podría recuperarte,  pero no fue así,  tu mirada se apagó y se te borró tu hermosa sonrisa, me dolía verte asi ,
necesitaba hacer algo para verte feliz asi que, urdí un plan.
Esa noche llegaste sin saludar, como de costumbre aventaste tus llaves en la mesa del centro sobresaltandome, te miré,  y tu tan feia como siempre,  no reparaste en la sonrisa que te regalé.
Había resuelto tu crucigrama,  ya conocía tus pasos, solo esperé a que te metieras al baño a llorarle, metí mi mano en el bolsillo palpando en pequeño frasco que tenía, sonreí, todo iba conforme al plan.
Me levanté del sillón y preparé café y en él vertí el contenido del frasco; un poderoso somnífero. Cuando regresaste te ofrecí una taza, que tomaste sin siquiera decir gracias.
La terminaste y te fuiste a la alcoba padres seguir con tu sufrimiento.
La ansiedad no me dejaba tranquilo,  confieso que las uñaa de mis manos lo resistieron mucho, los minutos me parecían eternidades,  temblaba,  volteaba a todoa lados,  las voces en mi cabeza retumbaban como nunca,  teniaw miedo de desmayarme y no terminar con tu tristeza.
Ya había pasado mas de una hora, el somnífero ya debia de haber hecho su trabajo,
entré a la habitación, me senté junto a ti, te observé no sé cuanto tiempo, en tu mano tenias una fotografía de ustedes dos y en la otra un pañuelo mojado con tus lagrimas.
Te levanté y te llevé a mi lugar secreto, necesitaba verte sonreír otra vez.
Cuando hube terminado mi trabajo tome el auto y me dirigí al cementerio.
Cuando llegué,  recline mi asiento y cerré los ojos, tarareaba una canción que él te dedicó,  cuando terminó bajé del auto y caminé cansado hacia la puerta,  por suerte estaba abierta.
No me tomó mucho tiempo encontrar su tumba, cavé silenciosamente, no queria que nadie se interpusiera con nuestra felicidad.
Palda tras palada mis fuerzas se desvanecían, jadeaba pesadamente y sentía que mi corazon se detendría en algún momento, peeo no podía parar, ya no podía. Al poco tiempo un sonido hueco me informó que lo había encontrado, limpie el féretro y lo abrí,
la descomposición ya era evidente, lo observé largo rato mientras pensaba que habias visto en él,  suspiré pues no encontré respuesta,  limpié mis manos y saqué de mi bolsillo dos globos oculares que acomodé de forma que miráran esa putrefacta y agusanada cara, cerré la tapa, lo cubrí una vez mas de tierra y regresé a mi hogar, solo recogí unas cosas y me marché.
Algún tiempo después el periódico me habló de ti, en él decían que habían encontrado a una joven mujer sin ojos, con las mejillas cortadas hasta las orejas y el pecho abierto, sonreí y pensé, ahora sonríes porque lo vas a ver por toda la eternidad, pero tu corazón siempre estará conmigo.
Te amo amor mío.

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2018 ⏰

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