Micro-historias De Terror

cambia pieles

Desperté esa noche con una intensa comezón en todo mi cuerpo, al encender la luz miré mi piel con tonalidades nada normales.
Comencé a rascar más y un jirón de piel se me desprendió, no había dolor, solo una intensa comezón. Entre mas rascaba mas pedazos de piel caían y casi sin darme cuenta me desollé a mi mismo. La comezón cesó cuando el último pedazo de piel cayó, me paré frente al espejo temiendo lo peor, yo esperaba ver músculos, tendones, pero no fue así, debajo de esa pestilente piel había otra, una tan blanca, sin arrugas, sin pelo, sin olor. Me quedé contemplando mi nuevo cuerpo toda la noche, me sentía como un moderno Narciso deseando que todos vieran mi nueva apariencia, Sonreí imaginando como sería. Al sonar el despertador me vestí con mis mejores ropas. Salí a la calle, podía sentir la mirada de la gente, ¡que bien me sentía!, no había superficie reflejante que no me regalara una sonrisa.
Al cuarto dia, al entrar al restaurante de costumbre, una pestilencia hirió mi nariz, la mayor parte de la gente volteo a verme con desagrado, ¡era yo el que olía a putrefacción!, salí corriendo de ahí y huí a mi casa, la comezón se hizo mas intensa cuando me desnude, nuevamente mi piel adquirió ese color morado/verdoso de la primera vez. Entre a la ducha pero el olor no desaparecía, ¿que me estaba pasando?, devastado, deprimido y derrotado me fui a la cama.
No se cuanto tiempo dormí pero un escozor en todo mi cuerpo me indicó que estaba listo para mudar de piel, Sonreí pensando en todo lo maravilloso que me deparaba hasta que la bestia despertara y tuviera que refugiarme una vez más.