El sol matutino iluminaba la isla. Había pasado un mes desde que Stingray consiguió a los primeros tres miembros de su nueva armada. En este transcurso, lograron varios progresos. Hicieron los planos de lo que sería su nueva base, comenzaron a buscar los materiales necesarios para la construcción. Plantaron semillas en un área que no fue afectada por la guerra, sembrando semillas que Matt antes tenía en su cultivo. La parte mala, era que no podía dar inicio a la construcción si ni siquiera tenían personal. Por esa razón, todos apoyaban con lo que podían (lo cual no era mucho, pues sólo construyeron la base del edificio principal).
Ahora John y Canterbury se dirigían a una expedición sin adentrarse por completo a la selva. Caminaron un cuarto de hora, matando a cualquier víbora que se cruzara. Pararon por fin al encontrar un valle lleno de basura tecnológica, acercándose impresionados. Había montones de pilas con computadoras, baterías, microondas, televisiones, celulares, incluso refrigeradores. No podían creer la suerte que tenían. Era como si hubieran encontrado un tesoro. Recogieron todo lo que les cabía en las manos, con la intención de regresar en otra ocasión. Volvieron rápidamente a la improvisada base, que estaba siendo vigilada por su jefe y el hombre que intentó matarlo. Se reportaron, explicando su gran descubrimiento. El mayor les prestó su total atención. Habían muchas cosas que podían generarse a partir de esa basura, lo sabía. Si todo salía bien, pronto podrían tener contacto con el mundo exterior.
- ¡Incluso le trajimos un regalo, jefecito!
- Oh, ¿enserio? -preguntó sorprendido-
El pelimorado sacó de su mochila un telescopio, que estaba un tanto sucio, pero bien cuidado. Lo sostuvo en las manos, examinándolo. De repente, una idea vino a su mente, haciéndolo sonreír como tiburón.
- Gracias, chicos. Hicieron un buen trabajo.
Ambos abrieron los ojos como platos. ¿Su jefe les acababa de agradecer...? Se preguntaron nerviosos. Casi les da una hemorragia nasal.
- ¡D-De nada, señor, nosotros nos vamos a trabajar!
Dicho esto, se fueron corriendo de ahí, yendo a trabajar con sus nuevos juguetes. Stingray decidió probar su regalo, dirigiéndose a un lugar alejado donde no lo vieran. Caminó aún en la parte este de la isla, que se encontraba enfrente de la isla contraria. Al llegar, limpió el lente del telescopio y miró por el mismo. Se aventuró a ver hacia Superjail, percatándose de que la oficina de Warden junto con otras partes de la cárcel se distinguían a la perfección. Sonrío con malicia. Esta era su oportunidad de reunir información.
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*7 am*
Warden despertó por el sonido de la alarma. Bostezó, estirando los brazos con flojera. Su fiel robot no tardó en llegar. Cargó al otro con sus brazos robóticos, llevándolo al baño, donde le ayudó a orinar, lo bañó, rasuró y lavó sus dientes. Jailbot se transformó en una silla en la que su padre se sentó, sacándolo de la habitación.
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In a certain way
FanfictionEl guardián, destrozado, echa a Stingray de su cárcel. Éste planea una forma de vengarse del otro, mientras reconstruye poco a poco su imperio. Warden comienza a recibir notas extrañas por las noches, preguntándose quién podría ser, y si realmente q...