In a certain way

Capítulo 11

Hola, mis queridos lectores! Como ya lo habrán notado, en las notas de este fanfic suelo agregar videos o fanarts relacionados con SJ. Esta vez, es un edit sobre Jared, quien necesita más amor y del cual se trata este capítulo. Me gustaría que fueran a ver el vídeo para apoyarnos en esta pequeña comunidad del fandom:3

Disfruten su lectura.

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El guardián pasó sus piernas detrás de la espalda contraria con tal de sentir con profundidad las estocadas que le propinaban. El calor parecía sentirse en toda la habitación.

- Ah, ah, más rápido~!

Suplicó sin poder articular de manera correcta. Terminó por venirse en su abdomen, sintiendo la semilla llenar su interior por igual. Dio un suspiro de alivio, tratando de recuperar la respiración para después abrazar a su novio.

- Eso fue...increíble, Jared. -le dijo extasiado y dándole un beso en la mejilla—

- Oh, Warden! Me halaga, pero, ¿qué no debería estar con Stingray?

- Pfft, ¿ese imbécil? -se burló ante tal "barbaridad"- Es poca cosa, pero tú, -le susurra al oído- la tienes más grande que él.

El contador se ruborizó con ese pícaro comentario que nunca pensó escuchar decir a su jefe.

- Te amo, Jared

- Y-Yo también

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Antes de de poder besarle, despertó abruptamente por escuchar el sonido de su alarma. Al darse cuenta que toda esa maravilla fue un sueño, se golpeó la frente en signo de incredulidad.

- Agh, no otra vez!

En la ducha pudo deshacerse de su "problema", que no era la primera vez que lo tenía. Teniendo mucho tiempo dentro de esa cárcel, no pudo evitar sentirse atraído por Warden. Y ese traje que le resaltaba la figura, según Jared, volvía más difícil concentrarse en su trabajo. Claro que también lo quería, no por nada había sacrificado su vida ahí en incontables ocasiones; por eso y por su propia cordura.

Por otro lado, Charise era su sol, el brillo de esperanza en medio de tantas desgracias que nublaban su vida. Una de las pocas cosas que lo mantenía cuerdo. Ahora que tocaba el tema, tal vez el hecho de no verla tan seguido es la razón por la cual se sentía atraído a su jefe: no había otras opciones. Aunque no es como si se sintiera atraído por cualquier otro hombre, incluso podía decirse que era gay sólo por Warden.

Sonrió con pena ante ese pensamiento. Era como vivir en un convento, en donde vivían en celibato rodeadas de mujeres; en vez de monjas, estaba encerrado con miles de convictos varones.

Sacudió la cabeza con tal despejar su mente. Pinches pensamientos random en la ducha. Terminó de asearse, por lo que se vistió con su traje, acomodó su cabello, tomó su termo y se retiró. Dirigió sus pasos hacia la oficina, caminando por los largos pasillos que a cualquiera perderían como en un laberinto, pero no a él con tantos años de experiencia. Abrió la puerta de su despacho, y al encender la luz, quedó atónito por lo que encontró.