La mañana comenzaba en Superjail, aunque algunos no lo notaban pues el hecho de trabajar dentro de un volcán los atarantaba. Nuestro guardián despertó por el sonido de la alarma. Estiró los brazos con flojera y bostezó. Jailbot no tardó en llegar junto a él, tomándolo en sus robóticos brazos para después llevarlo al baño donde le ayudó a orinar, lo bañó, rasuró, peinó y lavó sus dientes. Por último, lo vistió con su clásico traje morado. El robot se transformó en una silla en la que el otro se sentó, volando hacia la salida.
Ya en el comedor, una cocinera sirvió el desayuno enfrente del pelinegro, quien comió los hotcakes con una sorprendente elegancia. Cuando estuvo satisfecho, su hijo se lo llevó a la oficina. Se dedicó a firmar varios documentos mientras esperaba a que sus subordinados arribaran y así dar inicio a la reunión. Cada semana se convocaba a una reunión con el fin de comentar y arreglar los imprevistos en la cárcel. En media hora todos llegaron. Jared expuso los problemas que tenían en el laboratorio, habló sobre el poco presupuesto con el contaban en la cafetería y los presos desaparecidos. Alice no comentaba nada, sólo esperaba a que aquello terminara. Menos presos, menos trabajo, pensaba ella.
La reunión dio por terminada. Tuvo que acompañar a su contador al laboratorio, ya que se pondría al tanto de los nuevos especímenes con los que trabajaban. Era como ir a una juguetería, a pesar de que el castaño lo volvía aburrido. Fue a visitar a los reos, a quienes saludó como dictaba su costumbre. Los que lo respetaban, le regresaban el saludo; los que lo odiaban, le lanzaban lo que tuvieran al alcance o lo maldecían; y los que le traían ganas, le chiflaban y le mandaban piropos. Él los amaba a todos.
Pasó al cultivo mutante y regó las indecentes plantas, siendo casi asesinado en el proceso. Aprovechó para saludar a los animales de la granja, dándoles su respectivo alimento. Luego caminó por el jardín de la cárcel y admiró las exóticas plantas que ahí se encontraban. Como tenía bastante trabajo qué hacer, tuvo que regresar a la oficina. Firmó formularios sobre la compra de nuevo inmobiliario, rechazó reclamos de indemnizaciones, tiró a la basura cartas de admiradores. Pobre Warden, ¿alguien sería capaz de ganar su corazón?
Poco después, Jailbot entró en la habitación con una bandeja en "mano" la cual sirvió enfrente del otro. Era hora de almorzar. Le dedicó una gran sonrisa, mientras veía comer a su adorable padre. Al acabar, le agradeció y este salió de escena. El guardián leyó los reportes que Jared le dejó para que estuviera al tanto de lo que se hacía en las instalaciones. Aunque no importaba mucho, él siempre se andaba metiendo en los asuntos de los demás, terminando involucrado en situaciones indecorosas y perdiendo el tiempo que podría ocupar en su trabajo. Su cabeza comenzó a dolerle, así que después de una hora completa allí dentro, se hartó.
Salió de esa habitación infernal, dirigiéndose a la cafetería. Ya en ésta, sacó un megáfono de quién sabe dónde y comenzó a animar a las cocineras, apoyándolas con frases motivadoras.
- ¡Vamos, yo creo en ustedes! ¡Son las mejores! ¡Uh-huh!
Ellas lo miraron de una manera extraña que el pelinegro no pudo descifrar. Las chicas sonrieron maliciosamente; entre todas lo acorralaron en una esquina de la cocina. Le acariciaron la cabeza, le apretaron sus mejillas mientras trataban de quitarle el cinturón y se abrían paso por su camisa. Ante esto, las empujó lo más fuerte que pudo por lo horrorizado que estaba y salió corriendo de ahí.
Apenas salió de la cocina fue atrapado por Jared quien lo reprendió por andar fuera del trabajo otra vez. Lo arrastró hasta su despacho ignorando las quejas de su jefe. Al llegar, intentó aligerarle el trabajo, así que como buen amigo que era (o eso pensaba) comenzó a darle una larga plática sobre la sopa. El más joven se golpeaba la cabeza contra el escritorio por la frustración. ¿Tan mal se había portado? Se preguntó. Luego de lo que pareció una eternidad, el bigotón se retiró a su propia oficina. Warden sólo esperó a que su "amigo" saliera para poder salir detrás de él.
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In a certain way
FanfictionEl guardián, destrozado, echa a Stingray de su cárcel. Éste planea una forma de vengarse del otro, mientras reconstruye poco a poco su imperio. Warden comienza a recibir notas extrañas por las noches, preguntándose quién podría ser, y si realmente q...