Hacía ya mucho tiempo que la familia de Julianna vivía en el mismo vecindario. Amelia y Carlos llegaron a aquella casa cuando tenían al rededor de los treinta, con una niña de quizá 10 años, un niño un año menor a ella y una bebé envuelta entre sabanas de distintos colores.
Era de noche y los vientos de Semana Santa soplaban inapaciguables cuando llegaron únicamente con una maleta cuadrada y dos valijas apenas más grandes que una caja de zapatos. La única que presenció su llegada fue la señora Velázquez quien observaba por la ventana de su sala la sigilosa llegada de la nueva familia al fraccionamiento. Amelia aún tenía el cabello cobrizo de su juventud y su figura delgada, cargaba con ambos niños y las dos maletas mientras Carlos (quien seguía tan alto como la primera vez) sostenía a la bebé en un brazo y con el otro cargaba la maleta. Se apresuraron a entrar a la casa, y una vez dentro desaparecieron tras cerrar la puerta principal.
Ellos son una familia muy unida y a la vez diferente. Eso los hace especiales.[...]
Julianna disfrutaba contarle historias a Emilia antes de irse ambas a dormir. Las favoritas de La Niña eran las de guerreras que rompían antiguas profecías o iban a la guerra para ganarla, pero también disfrutaba una buena historia de amor, como todo el mundo.
Aquella noche Julie caminó de regreso a su habitación pensando que al otro día su familia volaría a su ciudad natal.A continuación vamos a hacer un detallamiento de la familia de Julianna, empezando por su madre. Amelia Renata Gambetta nació en Verona, Italia. Tiene tres hermanas y de sus padres no se sabe mucho. Su infancia la vivió en la ciudad donde nació, en una casa tan hermosa como espaciosa. Tiene el cabello cobrizo y no lo lleva más largo de los omóplatos, sus ojos son de un verde opaco y con la cara redonda pero siempre elegante. Amelia posee un carácter difícil; no soporta las injusticias, a menudo grita sin percatarse que lo hace, es altruista, bromista y la mayor parte del tiempo estricta.
Después está Carlos Rythemford Mertiancott quien fue nacido en los Estados Unidos de América pero se crió en el borde de la península de Baja California Sur, México. La familia de Carlos es grande, son en total 7 hermanos de los cuales 4 son hombres (incluyéndolo). El lugar donde vivía era apenas ciudad cuando el era pequeño, pero según lo cuenta la familia; cuando la mamá de la familia Mertiancott enfermó, tuvieron que mudarse a una montaña al norte del país. Si, a una montaña. Los altos pinos y el aire fresco hicieron a la señora alargar su vida hasta la actualidad.
Ambas familias son diferentes. Los Gambetta son más rectos, discretos, distinguidos y de cierta manera, elegantes. Por otro lado, los Mertiancott son pintorescos, bromistas, cantarines y como opositores a la otra familia; relajados.
Tanto Amelia como Carlos heredaron el carácter y la personalidad de sus respectivas estirpes. Pues Amelia era cuidadosa sobre lo que los demás opinaran de su familia, realista, siempre buscaba la mejor manera para educar a sus hijos, no le gustaban las mochilas fuera de el perchero ni los zapatos revueltos con las sandalias. Carlos era motivador, divertido, le gustaba cantar mientras manejaba (aunque muchas veces no supiera la letra completa y tuviera que inventar lo primero que sonara bien), reía escandalosamente, dejaba su mitad de la cama desatendida y a veces, solo a veces, olvidaba bajar la tapa del retrete.
Muy a pesar de la diferencia de cualidades y personalidades entre los dos individuos, daba la casualidad, que ambos encajaban perfectamente. Pieza y pieza hacían al rompecabezas perfecto, y sin importar las pequeñas discusiones, ellos sabían cómo regresar. Eran persistentes, comprensivos, poco orgullosos... las cualidades que todo gran amor debe poseer.
Después tenemos a Sissela; la hija mayor. Ella es alta, explosiva, perspicaz, amable y honesta. Tiene los ojos de su progenitora y el cabello de su padre. Tiene manías muy comunes y a veces duerme con la boca entre abierta pero sin derramar una gota de saliva.
Como consiguiente, está Darío. Quien también posee los ojos de Amelia y la mandíbula de Carlos. Él es agradable, amable, directo, inteligente y estratégico.
Casi por último, Emma. Quien es un sol caído del cielo, un pedacito de materia despampanante. Sus ojos son de un azul aqua agradable, le gusta llevar el cabello castaño trenzado y vestir colores llamativos. Canta a todo pulmón cuando es necesario, baila con la inocencia de una niña de 7 años, y actúa como estrella de telenovela antigua. Emma siempre va por ahí robando la atención sin siquiera tenerlo de objetivo.
Julianna; la protagonista. Es diferente, más reservada, versátil pues así como puede ser introvertida, también ser extrovertida la sale muy bien. Hace algunos años sufrió depresión. Actualmente solo quedan en ella una que otra secuela, como la ansiedad que poco a poco aprende a controlar. Con Julianna el código de genética se modificó un poco... pues es bajita, con el cabello castaño y lacio, los ojos marrones y la nariz perfectamente respingada.
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Quien vive dentro de ella.
Random"El único romance que había presenciado era el que estaba decretado entre las páginas de sus libros, que con su olor a plenitud detonaban en ella la sensación de que aquello sería algo de lo que jamás sería merecedora. Y así se zambulló en una deses...