Muerte recientemente había perdido algo que lo mantuvo llorando durante semanas: el amor del dios benefactor, aquel hombre con estrellas en los costados que a su parecer no había hecho nada por encontrarle o hablar sobre su último encuentro en el baile, decidió dejar de llorar e hizo algo al respecto.
- Las ordenes son claras - comenzó el mandato el dios del mirar ámbar, muy molesto - si Vida decide venir, echalo y decirle que no vuelva a molestar.
Los sirvientes se limitaron a hacer una reverencia, en símbolo de que eso es lo que justamente harían.
Muerte salió de su recinto de descanso mientras se dirigía a una zona entre el Ithis y el Nim poco transitada... El templo de Tiempo.
Un sirviente con forma de galaxia en el rostro, capucha y bastante alto, pero a la altura correcta de Muerte, abrió la gran compuerta, dejándolo pasar con una reverencia, Muerte vio como con espejos y relojes por todos lados, Tiempo hacía de su trabajo, algo que le parecía estelar y maravilloso al mismo tiempo, mientras esas tres manos se movían con sumo frenesí enfrente suyo.
- Sublime...
Los orbes ambarinos de Muerte veían con total admiración a Tiempo, el cual, totalmente impresionado volteo, con un rostro cubierto por galaxias enteras, deshizo un brazo y se quitó la capucha, dejando ver una gran cabellera plateada, un rostro fino de mirar azulado.
- ¿Sucede algo Muerte? - pregunto el más alto al verle.
- Vida, eso es lo que sucede - más que molesto se dedicó a contestar el dios pálido.
- Sé que la han pasado mal... - intento comenzar el dios del Tiempo - pero si ustedes están destinados... las cosas podrán resolverse...
- ¡Eso ya no tiene ninguna solución, joder! - molesto tomo de los brazos al más alto, algo no muy inteligente a mi parecer, mientras continuaba - ya no quiero sentirme así... no por él... por favor Tiempo... ayúdame a olvidarlo... - con los ojos completamente cristalizados continuaba el dios de la mirada ámbar.
- ¿Qué quieres decir con eso? - contesto con un claro gesto en el rostro el más alto, mientras con cuidado se soltaba de los suaves brazos del menor.
- ... - con un silencio incómodo, quiso empezar el Juez - Quiero que seas mi nueva pareja... quiero que te acuestes conmigo... quiero entregarlo todo... pero ya no a él... sino que a ti... a alguien que realmente pueda darle todo de mi... y tal vez, en un tiempo, mi amor.
Muy impresionado, Tiempo escuchaba el disparate completo, sabía que no era nada correcto, el Juez se encontraba despechado haciendo un acto desesperado en todos los aspectos.
- ¿Estás seguro de esto?... Muerte, no soy plato de segunda mesa de nadie, ni mucho menos me quiero meter en un estúpido triángulo amoroso.
- Estoy seguro... yo ya no quiero nada con Vida... quiero volver a empezar, y contigo, con nadie más.
Tiempo miraba anonadado a un Muerte más que desesperado por atenciones, cariño y sobre todo amor de pareja, que al parecer, el benefactor ya no podría darle. Paso su mano por su suave mejilla que era pálida, pero con un notable rubor, después por sus cabellos para tomarlo de la nuca, agacharse un poco y comenzar a besar esos labios desatendidos desde hace ya bastante tiempo.
Muerte correspondió al instante, abalanzando sus suaves manos en el cuello ajeno, mientras su beso se hacía más profundo, por las lenguas que se cruzaban, las mordidas de ambos y como con pasos lentos el dios del Tiempo lo dirigía a una habitación que creía jamás volvería a usar nunca: donde había dormido Muerte algunos milenios.
Recostó al Juez con cuidado, mientras se deshacía del saco ajeno y aflojaba esa molesta corbata, la respiración del pálido iba a mil por hora dejándose hacer todo, Tiempo beso de su cuello, lo lamió y lo mordió dejando marcas de a poco en el juez, quien se limitó a gemir y jadear ante todas las caricias ajenas mientras le quito la capucha con total impaciencia, dejándola tirada a un lado con su saco, mientras desabotono con más brusquedad su camisa y pidió a la altura de su lóbulo:
- Deberías quitarme ya, el pantalón cariño - susurro, mientras se deshacía del pantalón ajeno así como de sus interiores, mientras mordió de su lóbulo con total picardía - o el que va a entrar, seré yo - amenazo el dios de mirada ambarina.
Tiempo no dudo en tomarlo por la cintura, desabotonar su pantalón y bajarlo a la altura de sus rodillas para meter su miembro con total brusquedad sin lubricar al menor, quien al instante jadeo y gimió de sumo placer.
Comenzó a moverse al vaivén de las perfectas caderas de Muerte, beso de su cuello mientras su larga cabellera plateada era acariciada por un Muerte hundido en el placer, notando que Tiempo sabia complacer a un dios, un dios que fue hospedado en esa habitación por milenios, dormido, sin ver la luz del día, pero no quería arruinar el momento con tragos amargos, decidiendo disfrutar del más alto mordió su lóbulo así como arañaba de su espalda repetidas veces, pues quería que siguiera moviendo esas caderas, a la par de él, que las estaba moviendo más por la inercia que el miembro del dios del Tiempo le estaba dando.
Tiempo jadeo del placer que le provocaba estar dentro de Muerte, sus estocadas eran más fuertes a cada momento y no podía evitar el seguir, seguir mientras notaba su claro sudor con el pasar de los minutos y de las caricias que solamente subían de nivel y la temperatura de ambos dioses.
- Eres sumamente exquisito, Muerte...
Exclamo el dios más alto, mientras besaba del pecho de Muerte, dejando leves mordidas y moretones.
Nota del autor:
Pero que he hecho... ¡he creado un monstruo! ... yo, no tengo justificación (?)... en fin, resulto este fic... no está en mi lista de ships... pero, al final, lo hice :'v
Espero que les guste el Lemoncito para la vida que se hará acá masivamente owo xD
Música de fondo: perfect ilussion - Laddy gaga
Dudas, estrellitas del cielo, golpes, ¡Casi todo es bien recibido, pero todo es tomado en cuenta!
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Luna llena en otoño || #Wattys2018
RandomEl despecho caracteriza está historia, llena de traición y tragos amargos. AMOLAD no me pertenece, le pertenece a Snipster. Portada hecha por la bella mujer Haruhi