Capítulo 7. MCMLXXX

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Sabiduría convocaba a una junta nueva, no muy animado, porque está junta incluiría a ambos superiores, Ithis y Nim ya se encontraban en sus respectivas sillas de poder, mientras los Dioses llegaron uno en uno.

Sabiduría como en todas la juntas era el primero y el que posiblemente pondría el orden. No falto mucho para que Musa y Fortuna llegarán, Amor trajera un poco de aperitivos y a un Angustia que no se le veía muy seguido.

Y para desgracia y mala coincidencia de muchos, dos parejas decidieron llegar al mismo tiempo: Vanidad agarrada del brazo de Guerra, un tipo alto, de facciones bien definidas y porte militar, así como mirada carmesí, miró de reojo a los que entraron a la par del otro lado del recinto: Tiempo y Muerte, con una charla que soltó más de una sonrisa en un Muerte embelesado por un Tiempo que de inmediato beso su nariz... su momento acaramelado termino cuando vieron quienes entraron a la par de ellos.

- Siempre se lo dije a Vida – Guerra pidió a Vanidad que se sentará, para que él también tomará asiento después – tú no lo amabas – miro un tanto molesto a ambos.

Haciendo más incómodo el momento, Vida entro justo antes de que Guerra comenzará a hablar.

- Yo reconozco esa voz... – él único Dios que no se encontraba enterado de la reciénte liberación de Guerra, tomó asiento y lo vió como si sé tratase de alguien sumamente importante. – supongo que me he perdido de mucho – Vida cruzó sus brazos, esperando a las palabras de los superiores, y a saber porque los citaban

- No comenzaremos sin Rencor y Codicia – Ithis no se inmutó y mucho menos se quitó la capucha, estaba seguro de que llegarían, así que esperaron un poco más.

La espera no fue mucha, pues unos minutos después, ambos dioses llegaron y tomaron asiento, Rencor con uno de sus habituales trajes, y Codicia simplemente con un sweater y pantalón un tanto casual.

- Bien, como todos podrán notar, Guerra ha sido sacado de su exilió – comenzó el gran señor Nim, sin quitarse la capucha que solo le hacía sombra oscura en el rostro – y sólo hay una condición si no quiere volver a ser sellado...

- Supongo que la mayoría, ya debería saberla...

Todos los Dioses quedaron en silenció, definitivamente sabían... pero nadie quería decirlo.

Guerra en su pasado no solo se deshizo de media humanidad, sino que también había matado deidades, y eso fue sumamente imperdonable para el Dios de la creación Ithis.

- Si nadie la confirmará, lo haré con gusto – Nim se puso firmé, asustando a todos al soltar esa aura del Nim, que solo él, sabía hacer intimidante, ni Muerte podía hacer algo así de horrible.

- No creó que sea necesario – Muerte interrumpió de inmediato, en verdad él no quería que se dijera lo que era.

- Es necesario – comenzó a impacientarse Ithis, quien continuó de inmediato – si vuelves a matar a otro Dios Guerra, nos veremos en la necesidad de cortar tu existencia de nuevo, y esta vez por tiempo indefinido, no podemos creer, como fue tan blando la última vez, él mismo Dios, al que le quitaste la vida.

Vida estaba impresionado, no podía creer lo que escuchaba ¿Cómo era posible que él ya hubiera reencarnado y no lo notará en lo más mínimo?

¿Por eso no recordó a Muerte? ¿Qué pasó con su amigo que llegó a eso?... tenía tantas dudas en su mente que no sabía en qué momento posiblemente explotaría.

Muerte bajó la mirada y no pudo evitar sentir impotencia.

La junta solo se ponía más tensa a cada minuto, cuándo por fin se le dió fin, todos los dioses decidieron irse justo después de sus superiores, Ithis y Nim.

Muerte y Tiempo desaparecieron de inmediato, y Vida no tardó mucho en hacer lo mismo, no estaba listo para hablar con su mejor amigo, que resultó ser su asesinó, y el ni siquiera lo sabía.

Guerra miro con total confort y solo volvió a tomar del brazo a Vanidad quien miraba un tanto preocupada, sabía que Guerra quería venganza, pero ella no quería su exilió... no de nuevo.

Pero el estaría más que listo, para destruir a todos los que lo destruyeron, pero esta vez, con un plan y anticipación.

Dos semanas después.

Muerte estaba unido a los labios del Dios de las eras, Dios que lo tocaba del pecho, para pasar poco a poco del abdomen a su entrepierna, la cual comenzó acariciar sobre el pantalón, Muerte jadeo entre el beso, mientras Tiempo solo sonrío y lo mordió.

De a poco abrió de la camisa del ajeno, mientras nuestro Juez imitó la acción y abrió de sus piernas, excitado de que lo tocarán sobre el pantalón, comenzaba a ponerse duro y tan erecto, que en su pantalón ya estaba marcado su miembro.

Desesperado abrió la braga del Dios de cabellera plata, bajando su pantalón al igual que su bóxer, en verdad Muerte estaba ansioso y no podía esperar más, Tiempo lo notó y solo rozo de su miembro sobre los glúteos ajenos, dándole media vuelta de nuevo aún con el pantalón Muerte no pudo evitar el comenzar a gemir.

Tiempo por fin abrió de la braga ajena, y entre un suspiro, mordió del pecho del Juez, dejando claras marcas en él. Bajo del pantalón hasta deshacerse de él, para lo que harían no lo necesitaría.

El bóxer no tardó en ser el segundo en quitar, y entre un gemido, el Dios de la mirada ámbar quería al Dios de las eras dentro suyo...estaba tan ansioso y su amado sólo lograba provocarlo más.

Tiempo por fin entro en Muerte, entro en una sola estocada, no hubo ningún problema, Muerte estaba tan mojado con su propio miembro que no hizo falta lubricarlo.

Los movimientos en una posición donde Tiempo estaba encima de Muerte sobre la cama eran sumamente rápidos, mientras Muerte gemía como si se tratase de una mujer en celo.

Sostuvo la espalda de su amado y con esas uñas tan alargadas araño de está, mientras el Dios de las eras lo penetraba y acariciaba de sus piernas.

- Muerte, mastúrbate, para mí – Tiempo sonrió de lado y Muerte entre jadeos y gemidos asintió con la cabeza.

Para comenzar a masturbarse frente a un Tiempo satisfecho.

Entre movimientos nada suaves, Tiempo acarició el pecho ajeno, beso de él para después presionar con la yema de sus dedos los pezones.

Muerte entre gemidos, decidió poner su boca ruidosa en el oído ajeno, sabía cuánto lo excitaba, sin soltarlo de su espalda Tiempo sintió esa necesidad de apretujar los glúteos ajenos, disfrutándolos y arañándolos.

Después de un largo tiempo de caricias, Tiempo mordió la oreja de su amado y con una sonrisa dijo.

- Voy a venirme dentro cariño....

Sin saber, que en otra parte del Ithis, posiblemente una revolución se daría, por parte del dios de la destrucción, Guerra.

Nota del autor:

Si, se lo que piensan ¿en qué momento Guerra mato a Vida? ¿Por qué Allen si eran tan buenos amigos? ¿Y mi sangre?

Primero disfruten el pequeño Lemoncito que siento que se los debía, nos preocuparemos de las dudas después...

Sus comentarios siempre me animan a continuar uvu ♥ así como sus estrellitas del cielo. ♥

Luna llena en otoño || #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora