Si bien algo no tenía contento en ningún sentido a Tiempo es que Muerte se tomará muy enserio que algo que paso hace más de 300 años fuera su culpa.
Ciertamente no lo era, Guerra se había comportado de la peor manera posible a pesar de ser un Dios con grandes poderes, no tuvo medida con la humanidad cuando se le dió la oportunidad, de enmendarlos.
Si bien Vida tuvo que sellar a su mejor amigo, esa tampoco era carga de Muerte, al contrario, el hizo bien en avisar a Ithis lo que estaba haciendo mal Guerra y el sellarlo no fue la última opción ni una petición del Juez, al contrario, fue lo mejor que se pudo hacer, NO FUE PARA NADA UNA MALA DECISIÓN.
Tiempo abrazo por detrás con sus tres brazos recién aparecidos a Muerte, un Dios alto que de inmediato se sintió reconfortado.
- En verdad siento que todo esto es culpa mía – confesó nuestro Dios de mirada ámbar.
- Siento que estás siendo demásiado duro contigo mismo... – comenzó Tiempo, aun abrazándolo por la espalda con tres brazos de por medio.
- ¿En qué universo, ésto no es culpa mía? – Muerte comenzó a sollozar.
- En cualquiera – mientras Tiempo limpió de sus lágrimas, le dió medía vuelta y beso esos labios temblorosos que a pesar de estar en una posible agonía, Muerte no alejó.
Codicia miraba a Sabiduría un tanto pensativo, comenzando de nuevo a charlar con Rencor.
- Cariño, ¿Estás seguro que esto está bien y normal? – los ojos azules de Codicia no se perdían de las facciones de Sabiduría.
- La verdad no se en que momento esto se puso así de tensó – Rencor bebió un coctel, continuando – es aburrido pensar que esto es por culpa de Vanidad, creo que Vida empezó todo el circo aquí...
- Vida se caracteriza por eso corazón, lo que no término de entender es como es que todos se encuentran tensos por esto...
- ¿Es natural? – Rencor sonrío a su acompañante besando su nariz.
Vanidad del otro lado del templo de Musa donde todavía estaba dándose el baile, lloraba, sola, había corrido a Fortuna de su lado, sacando solamente maldiciones.
- Como lo detesto...
En ese momento, fueras del templo, Muerte sintió una presencia que no podría ser irreconocible, abrió su mirar como platos, quería verlo, pero el miedo se lo impidió, mientras Tiempo lo hizo y supo por fin, que en esos ojos carmesí llenos de total seguridad de Guerra, estaba una prisión de 300 años que solo quería una cosa: Venganza.
Guerra solo sonrió al Dios de las eras, entro de inmediato al templo, buscando con la mirada a nuestro Dios benefactor, sin éxito vió en una barra a Vanidad, acercándose de manera inmediata, tomo a su amada por los hombros.
- Ha pasado bastante tiempo cariño...
Vanidad reconocería esa voz en cualquier lugar, con su mirar más que impresionado volteo de inmediato, llevándose la mejor de las sorpresas.
El amor de su vida estaba de nuevo frente suyo y para ser sinceros no podía creerlo.
- Guerra...yo... - Vanidad se encontraba inmóvil, tartamuda por la impresión no podía decir nada más.
Guerra en ese instante la abrazo y ella se sintió protegida de nuevo.
- No digas nada cariño, si bien estaba encerrado, como cerdo en un corral, sentí cada día que ibas a verme
El dios de la destrucción confesó ante una mujer que no pudo aguantar más el llanto.
- Yo sólo... yo solo veía por tí... – dijo aun en llanto la diosa de larga cabellera negra – nada más que eso...
- Eso demuestra que aún me amas sobre todas las cosas – el Dios destructor entre el abrazo acarició de los cabellos de su amada, la cual hundió su cabeza en el pecho ajeno.
- Eso nunca ha estado en cuestión.
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Sin previo aviso comenzó a llover sobre el Ithis y la Tierra, Vida no había tardado mucho en deprimirse en aquella Luna llena, mojado por completó portando un traje totalmente incómodo, miró la Luna por última vez para poder pedir.
- Por favor, ayúdame a olvidar, con cualquier cosa... con lo que sea...
Las lágrimas de vida hacían un total camuflaje con la lluvia, lluvia que brillaba en su rostro chartreuse, esa mirada quebrada oliva sólo anunciaba que estaba harto de no haber hecho su mejor esfuerzo con Muerte.
No tenía ni una idea de porque le afligía tanto su despreció, era algo que no podía explicar con esa depresión de por medio, la lluvia no cesó, al contrario, solo se intensificó.
La soledad era tan cruel con él en ese momento que no sentía que pudiera animarlo algo después, ni beber hasta acabar con los cócteles de Sabiduría.
- Nadie nunca entenderá mi soledad...
Tal vez en ese momento Vida se sentenció.
Tiempo y Muerte comenzaban a empaparse y ambos sabían por quién.
Y, por primera vez, la mirada ámbar de Muerte se alzó mirando al cielo sin fondo del Ithis, llenándose de agua de lluvia, mientras sonrió, con una satisfacción que solo el entendía.
- A final de cuentas, ¿Si me usaste sólamente, cierto? – Tiempo soltó de inmediato al Juez.
- Claro que no – Muerte negó de inmediato.
- Entonces explícame tú sonrisa de satisfacción ante la clara depresión de Vida.
- Estoy satisfecho de que por fin, eso no me importa en absoluto – confesó el Juez, tomando de la barbilla al Dios de las eras, para después poder besarlo bajo la lluvia.
Un beso que incluía caricias en la espalda de Muerte, respiración entrecortada y un par de mordidas por parte del Dios de las eras... que por fin sentía, que Muerte le pertenecía, y eso era lo único que necesitaba saber, para poder quedarse con él.
Era como si haber visto recientemente los ojos llenos de venganza de Guerra no importará en lo más mínimo, porque él sabía que podría estar para Muerte en cualquier adversidad.
Así termino esa noche de baile, noche en la que más de una pareja se encontraba feliz, mientras que algunos otros dioses no tanto, tratando de asimilar, que Guerra de nuevo se hallaba entre ellos y a más de uno, lo dejaba con mala espina.
Nota del autor:
Antes de la posible sangre derramada en el próximo episodio, ¡demos por terminada la noche de baile!
Muse es interprete de la pista de este episodio "shinne" es lo que escuchan.
recibo cualquier cosita, comentarios, sugerencias, golpes, estrellitas del cielo! gracias uvu <3
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Luna llena en otoño || #Wattys2018
CasualeEl despecho caracteriza está historia, llena de traición y tragos amargos. AMOLAD no me pertenece, le pertenece a Snipster. Portada hecha por la bella mujer Haruhi