V E I N T I C I N C O

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 Naesung salió de casa del pelirrosa casi a rastras cuando la señora Min aparcó su auto. Yoongi tuvo que aguantar el sermón de su madre cuando descubrió que había dejado las cosas en la mesa, mas asintió sin decir palabra y subió a su habitación, en la que se lanzó a su cama rápidamente como se estaba haciendo costumbre.

Tapó su rostro con ambas manos, ¿cuánto tiempo estuvo besándose con la morena?, ni él lo sabía, pero tenía una extraña sensación pegajosa en los labios, probablemente debido al labial de Shin.

Soltó un gruñido y dejó su cara al descubierto, estirando los brazos a ambos lados de su cabeza mientras observaba el techo y se preguntaba qué tan miserable debía ser.

No se reconocía. La persona que era antes de Hoseok no era más que un lejano recuerdo. Era una persona fuerte, el pilar de Jimin; alguien agradable y cool, amante de los videojuegos de carreras –aunque fuese algo ñoño y lo negara todo el tiempo-, con un gran sentido del humor, algo random –pues solía hacer sonidos extraños sólo para sacarle sonrisas a su amigo bajito-, sarcástico hasta la médula, aunque demasiado serio, pero un adolescente normal en toda la extensión de la palabra. Nada de vicios, notas buenas aunque química no fuese genial y el creciente deseo de estudiar la licenciatura de Historia y Estudios de Humanidades en la Universidad de Seúl.

¿En quién se había convertido?, un sujeto que mentía y engañaba, en alguien egoísta y celoso, un desolado muchacho que sentía culpa la mayor parte del tiempo y de dudosa moral. Lo peor de todo es que no tenía a quién culpar más que a sí mismo y lo odiaba. Odiaba sentirse así, en lo que su vida se había convertido y todo porque tuvo el descuido de enamorarse del pretendiente de su mejor amigo.

Bufó. Ya no podía hacer nada para remediar la situación, sólo quedaba hacerle frente a los hechos. Saldría unas cuantas veces más con Naesung y terminará diciéndole que "eso no va a funcionar", rápido y sencillo.

Bueno, no tan sencillo. Al día siguiente Nae volvió a aparecer en la entrada de su casa con una caja de chocolates que quería compartir con él, aunque ella casi no tomó ninguno y a decir verdad, al pelirrosa no le gustaron tanto, le empalagaban; pero nada podía empalagarlo más que Naesung. No había quitado su huesuda mano del muslo del pelirrosa y eso lo ponía incómodo.

Pensó en adelantar su bien pensado plan, cuando ella le ganó la palabra.

"Creo que deberíamos salir, Yoongi" comentó con fingido desinterés, pues el sonrojo en sus mejillas la delataba.

"Uh, claro" respondió bajito, mirando a otro lado. Y cuando parecía que la morena seguiría hablando, una llamada le interrumpió, por lo que se despidió de Yoongi con un fugaz beso en los labios y salió casi corriendo el lugar.

Min, aún desconcertado, simplemente asintió y se despidió con un seco "nos vemos mañana".

Desde ese día, evitaba a Naesung a toda costa, sin embargo ella no se daba por vencida y de alguna forma siempre terminaban coincidiendo en los pasillos de la preparatoria; en los que algunas veces aprovechaba para besar al pelirrosa o para tomar su mano hasta que la acompañara a su salón de clases.

Una tarde –específicamente el 15 de enero-, ella y Yoongi habían quedado de verse en Pentastic!; la morena pidió una hamburguesa vegetariana y él una orden de papas fritas. Se encontraban en un cómodo silencio, cuando ella tomó su mano y entrelazó sus dedos.

"Somos como una pareja, ¿no lo crees?" dijo, recargando su cabeza en el hombro del pelirrosa.

Yoongi comenzó a ahogarse con una de las patatas y golpeó su pecho varias veces, llamando la atención de los comensales con su estrepitosa tos. Cuando sintió que podía respirar de nuevo dio un largo trago a su refresco y posteriormente asintió repetitivamente con la cabeza.

Friends [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora