Sentir interés por alguien aparentemente vacío es una de las cosas que jamás pensé que me pudieran llegar a suceder y mucho menos por un hombre, la curiosidad me acerca cada vez mas a él. El chico castaño sufre, sus ojos vacíos lo delatan, pero ¿qué...
Después de entrar a cientos y cientos de tiendas de ropa y un Jimin insatisfecho, vengo cargando con al menos 10 bolsas con ropa y zapatos, Jimin no comprende mi estilo, me gusta la ropa holgada y sencilla, pero él me seguía diciendo:
¡Jungkook, eso está mal! ¡jungkook, eso es de la temporada pasada! ¡jungkook deja alguna de las 20 camisas blancas! ¡jungkook ya llevas tres pares de Timberland's! ¡Jungkook venimos por ropa, deja ese Iroman!
Pff, que fastidio, pero bueno, él era quien pagaría por todo esto, me sentía... todo menos modesto.
Llegamos a casa y ya había oscurecido, en la puerta de entrada estaba un sujeto sentado, me pareció conocerlo de algún lado.
-Park Jimin -pronunció el sujeto desconocido- la gente dice que no le están llegando sus periódicos, tenemos que resolver esto.
-Escucha -contestó mi novio mientras remojaba sus labios y el tipo se levantaba- estoy algo enfermo y no me puedo mover bien -el tipo dirigió su mirada a las compras -si quieres devuélveles el dinero, con eso no me alcanza más que para pan -soltó una leve carcajada y el tipo frunció el ceño.
-Chico teníamos un trato, pero vale, solo toma en cuenta que en el futuro, no estaré a tus servicios para nada -y el sujeto se fue.
-El presidente de la colonia -dijo jimin mientras baria la puerta- seguro que no lo has visto, como no salías de casa más que para ver las flores...
-Y me arrepiento, hay mucho para ver -dije sonriendo mientras me sentaba en el sofá.
-Oye... Jungkookie... -él me daba las espalda desde la cocina pero se giró un poco con una mirada picara- ¿Era cierto? -Sonrió nervioso- ¿también me amas?
Su repentina pregunta le dio un golpe a mi corazón, vaya... esto iba más que enserio y agradecía que fuera con una persona como Jimin.
-Por supuesto -me recosté sobre el sofá y cerré los ojos.
Sentí como unas manos se acercaron a mi torso y de inmediato abrí los ojos.
-¡No! -grité y vi a Jimin desconcertado- perdón, yo...
-Pensé que había avanzado -rió un poco con una mirada vaga y se sentó en el reposa brazos del sillón- bueno, el otro día me dejaste... y ya no te pones grave, aunque aún no sé porque... -se sonrojó recordando aquella escena y sentí el hormigueo de nuevo, estaba seguro de que mi cara explotaría.
-Bueno, a veces hay días buenos -dije apenado.
Jimin aproximo sus brazos hasta detrás de mí cuello y le dio una lamida a mis labios, después me besó con dulzura y se separó al escuchar lo siguiente.
-¿Puedes abrir la puerta? -taehyung, el chico del café tocaba la puerta principal al mismo tiempo que el timbre con una canción de hip hop rap.
-Yo voy -le dije a jimin mientras me levantaba del sofá, él antes mencionado se quedó observándome y abrí la puerta- Hola, Taehyung ¿no?, ¿se te ofrece algo en la casa de mi novio? -alcé una ceja y lo miré de pies a cabeza, algo era nuevo en él, la última vez que lo vi era solo castaño, ahora tenía franjas verdes en el cabello.
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