DRY EYES *JIKOOK* -TERMINADA-.

Un beso real

JUNGKOOK

-Anda, te dije que te agradaría, al menos sentir el aire fresco –jimin caminaba a mi lado rodeándome los hombros con su brazo, mirando hacia al frente y a veces volteando a verme demasiado cerca.

- ¿Y tú qué sabes de mí? De lo que me gusta o lo que no –puntualicé tratando de hacérselo difícil, y ladeé los labios en una mueca.

-Bueno, al menos sé que quedarte encerrado no te hace bien, y... bueno, tu hermano me dio permiso de... de... -su voz comenzó a temblar y lo miré, un leve sonrojo con las mejillas hacia arriba era notorio, se veía... lindo, creo- de tener una cita contigo, y como no me mandaste al carajo, pues...

-Está bien, lo consiento –llegamos a la feria de la ciudad, era una de las cosas que el verano traía, juegos pirotécnicos, patatas en palillos, gente rara capaz de meterse en cajas, ah... simples atracciones, que de hecho, no recuerdo muy bien, la última vez que subí a una o vine a la feria tenía alrededor de 7 años- ¿la... feria?

-La misma –jimin sonrió y se puso frente a mí quitando su pesado brazo de encima- quiero al menos verte sonreír, ha puesto a que tus dientes son hermosos.

Dientes de conejo de hecho jimin, y es mejor que no los veas, me hicieron bullying con eso desde los 3 años, no solo en el colegio sino también en familia.

-Amm... no lo sé, no vengo desde que soy un crio –bajé la mirada mirando hacia mis uñas, estaban completamente destruidas.

-¿Desde que eras un crio? Pues ha de haber sido hace vaaaaaaaaaaarios años ya, porque te vez bastante maduro, capaz de hacer... cosas que un niño no –dijo aquello ultimo con vergüenza y no comprendí en su momento.

¿Qué cosas que un niño no, puedo hacer? Me cuidan como a uno, lloro como uno, no puedo salir solo de mi casa, me mantienen, soy demasiado estúpido como para llevar las riendas de mi propia vida. ¿Qué cosas puedo hacer que un niño no, park jimin? Dímelo porque no lo sé.

-¿Cuántos años tienes jungkook? –preguntó mirándome de pies a cabeza y se giró unos instantes para pagarle a un tipo la banderilla que tomó.

-18 –miré como le pegaba un mordisco a esta y resoplé algo de vaho, era un milagro que yoongi me haya dejado salir de noche, y con un chico, y... sin él, vaya, habló enserio con esto de dejarme tomar decisiones aunque implique un error. En cierto modo lo agradezco, aun me pregunto una y otra vez, porque siento esto cuando estoy con jimin, cierta tranquilidad y la posibilidad de respirar sin sentir un martirio, sentir que las voces en mi cabeza están equivocadas, y que quizá, solo quizá, matarme no sea lo correcto.

-¿¡18 AÑOS!? –comenzó a toser su banderilla.

-Si quieres ya nos vamos -miré a otra dirección, hacia una pareja con una pequeña niña subiendo a la montaña rusa, yo también quería subir.

-No, no, es solo que, eres menor que yo, y... menor de edad también –rascó su cabeza y apresuradamente tomó mi mano, sentí una chispa recorrerme todo el cuerpo, como si me hubieran entregado un montón de energía que alguna vez me fue robada- ven, subamos a la montaña rusa.

No me emocione ni negué aparentemente, pero en el fondo agradecí de que tuviera la capacidad de leer mis pensamientos.

Bien, no fue lo que esperaba, estaba súper cagando encima, me estaba muriendo de miedo, yo, quien alguna vez decidí que autodegollarme era sencillo, ahora estaba abrazado con casi todo el cuerpo a jimin, mientras escondía mi cabeza entre su cuello, cuello que olía demasiado rico, a limpio.