DRY EYES *JIKOOK* -TERMINADA-.

Debo aplazar la fecha de mi muerte

JUNGKOOK

-No.

-Jungkook... ya admitiste lo que hiciste ¿Por qué es tan difícil decir el porqué? -la psiquiatra me miraba con apariencia tranquila, aunque en el fondo temía que me volviera a hacer daño.

-Park Jimin -sonreí mirando al suelo y ella frunció el ceño.

-¿Park... Jimin? ¿Él es la razón? -ladeó la cabeza y se acercó para tocar mi brazo, la empujé levemente algo asqueado por el contacto.

-Él es lindo -me perdí en mis pensamientos, o más bien, quise perderme en ellos-. No había visto que un chico tratara de colarse en mi habitación, estoy seguro de que no quiere entrar por la razón que yoongi cree -solté una leve carcajada mientras el rostro del pelinaranjo pasaba por mi cabeza y la psiquiatra anotaba cada una de mis palabras como si sorprendiera la forma en la que pienso- a veces las personas se sienten tan miserables consigo mismas que tienen que ver hacia abajo para recordar lo mucho que valen, el problema es cuando tú mismo eres el suelo -la miré a los ojos, esta vez no tenía ni siquiera pensamientos de lastimarla, mi cabeza simplemente estaba cansada de todo, ver a aquel chico anoche me hizo pensar en muchas cosas por el simple hecho de poder sacarme una leve sonrisa ¿Por qué? Pensé que cualquier cosa que viera me parecía estúpida e insignificante que no valdría la pena voltear a ver, pero ahí estaba él, un chico raro me había sacado una sonrisa, no me gustó sentirme así, no lo merezco- ¿yoongi le platicó nuestro secreto? Estoy seguro que no -de nuevo una sonrisa que no me pertenecía se coló en mi rostro.

-¿Secreto? No debemos tener secretos jungkook, cuéntame, también quiero que me platiques de Park Jimin ¿es tu amigo imaginario? -se levanto de su asiento y se acercó aun mas, se sentó de cuclillas a mi lado y tocó mi muslo.

Me irrito demasiado, de acuerdo, el estado de tranquilidad que Park Jimin había implantado en mi cerebro se estaba desmoronando conforme escuchaba los parloteos insensibles de tal persona, si yo no puedo ser perdonado y debo vivir juzgado aunque sea por mi mismo ¿Por qué ella puede seguir con una vida tranquila cuando es una persona de mierda?

Impaciente temblé cuando sentí su mano sobre mi y abrí los ojos bastante asustado, mi aire se acabó atrapando todos los gritos que mi cabeza quería desencadenar, comencé a rascar mis clavículas descontroladamente, tanto que sentí como algunas uñas se rompían al contacto y los aruñones sobre mi piel se intensificaban en profundidad.

-¡Jungkook, para! -negué con la cabeza bastante perturbado, me tomó de las manos y me levanté de la silla.

-¡No lo hagas! ¡No lo hagas! Te prometo que seré bueno, te lo prometo, pero no lo hagas... -unas cuantas gotas trasparentes viajaron por mis mejillas hasta esconderse entre mis labios- me duele... me duele... -me senté sobre el suelo rodeado mis rodillas con mis brazos entrelazando mis dedos, mientras mi cabeza temblaba, dañándose más y más por dentro lastimándose con recuerdos.

-La terapia se acabo -le hizo una señal a un par de sujetos vestidos de blanco, ambos me levantaron del suelo y pusieron mis brazos alrededor de sus cuellos para que pudiera caminar, pero estaba tan entrado en aquella escena que apenas me percate de que ya estaba en el auto de yoongi.

-No te preguntaré que pasó, me importas y es suficiente, no pienso torturarte más, si las terapias siguen dañándote, prefiero que olvides todo naturalmente, que entierres todo y ya, no quiero volver a verte así ¿entendido? -su vista al frente mientras conducía pasándose un alto y los labios diciendo palabras que apenas escuchaba... yoongi se escuchaba a muchos metros lejos de mi.

-... ... -giré mi rostro para verlo, yo estaba en posición fetal sobre el asiento del copiloto, sin comprender por qué.

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