No era justicia

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JUNGKOOK

-Ya se lo dije ¿Qué no lo entiende? Estoy jodido, soy lo mas jodido de lo jodido, debería dejar de existir, las personas como yo no tienen perdón, a puesto a que ni siquiera estando muerto.

-Entiendo su punto -la psiquiatra anotó cada una de mis palabras en una libreta.

-Que escriba lo que digo no lo traerá de vuelta -dije en tono seco. Soy tan vil, tan repugnante ¿Cómo me atrevo a echárselo en cara al mundo?

-Entonces dime, ¿Por qué? -pareció preguntar esperanzada de que comprendiera y así fue, pero preferí hacerme el sordo, el loco...

-Hum... -carraspeé la garganta mirando a otra dirección, pero no había donde ver, todo eran paredes blancas y desanimadas.

-Sí no hay comunicación, no hay solución Jungkook -pareció decirlo en tono amable, pero me encabronó, me encabronó y mucho, tanto que en un arranque desenfrenado de ira, me hubiera tumbado encima de ella y le hubiera arrancado el cabello, pero no, no tenía la fuerza, apenas y respire.

-¿Por qué, que? -alcé una ceja ladeando los labios y cruce los brazos.

-¿Por qué lo mataste? -trató de escucharse segura la muy perra, pero sé que tenía miedo de pronunciar la palabra muerte, aquella palabra que cada vez me parecía más cercana.

-Porque sí -me encogí de hombros.

-¿Y te cortaste tantas veces partes del cuerpo porque sí también? -se puso en plan de atacar ¿Cómo se atrevía? Se supone que es una ayuda a quien sabe qué, porque estoy perfecto, no debería hacerme esas preguntas, puede que su tono parezca amable y lejano a ser una grosería, pero me irritaba recordarlo. Bajé la mirada hasta el suelo, desganado, solo hacía que me sintiera aun peor, porque mi intento, mi intento fallido de librarme de las emociones y de todo lo que me rodea y me hace sentir culpable se fuera, solo había sido un fracaso. Entonces ahí estaba la respuesta, quería dejar de sentir, de existir, las primeras veces que me corte fueron antes del real motivo por el que estoy aquí. Nadie quiere ayudarme, nadie. Lo único que quieren es ayudar a un jodido saco de huesos, quieren darle motivos a su muerte u homicidio, como les plazca, pero no se las dejaría tan fácil, todo el mundo lo sabia ¿Por qué querían que saliera de mi boca? Todos conocían la puta razón por la que había perdido la cordura, o no, supongo que aun no la pierdo del todo porque estoy tan cuerdo como para saber que no estoy loco, o eso es lo que creen los locos, ¿Por qué puñetes me torturo el cerebro? Yo solo quiero salir de aquí y tirarme a una fosa asquerosa llena de animales carnívoros que sean capaces de masticarme, a mí, algo tan sucio... tan impuro.

-Porque él me dio motivos para hacerlo -dije aparentemente pasivo.

-¿Cuáles eran esos motivos Jungkook? -tragué saliva y por un instante cerré los ojos, un escalofrió me recorrió el cuerpo, esa escena, aquella escena tan bestial, tan inhumana, y sin embargo, yo era el que estaba siendo juzgado... el que estaba siendo atormentado, al que todo el mundo le dirigía sus miradas de despreció, de miedo, de no querer tocar y oler semejante cosa, ¿y cómo no? Si soy un monstruo, me convertí en lo que temía, cada una de esas noches, arrinconándome, sin tener opción, sin que nadie viniera a salvarme.

Cuando menos me di cuenta tenía los ojos llenos de lagrimas, si es que las bestias lloran, mis ojos comenzaban a hincharse, y en un momento desesperado por tratar de olvidar aquello tan desagradable, aquellas imágenes que había borrado cuando lo apuñale, entonces, tratando de reprimirlo, comencé a arañarme el cuello, tan fuerte que fuera capaz de romper la cicatriz que tenia por todo el ancho del mismo, aquello que me había dejado marcado. Caí de la silla sin escrúpulo alguno, enfierado, fuera de mi mismo, lo estaba consiguiendo, volvía a sangrar, solo esperaba saque los chorros de liquido carmín crecieran entre mis manos. Escuche gritos, gritos que trate de ignorar mientras aun atacaba con toda la rudeza del mundo a mi propio cuello, aquello que alguna vez intente cortar para librarme de todo remordimiento y culpa que me azotó la primera vez después de parpadear, una vez ocurrido lo que por un segundo me pareció satisfactorio, haber matado a alguien.

Entraron algunos tipos en bata y trataron de tomarme de las manos.

¡suéltenme que casi lo logro! Grité...

Estaba desesperado por acabar lo que aquella noche había iniciado, yo había hecho daño, mucho daño, y lo que merecía era ese daño en misma cantidad y potencia.

Entonces las manos de los médicos no me soltaron, pero yo ya era incapaz de luchar, estaba quieto, de nuevo sobre una silla, ahora amarrado, pero no en mi mente, en mi cabeza se repetía una y otra vez la misma escena, su pecho, mi mano, el cuchillo, su cara... mi cara... mi felicidad...

¡1, 2, 3, 4, 5! -la afilada cuchilla se metía hasta el fondo tocando muchas partes de sus órganos, algo que no me detenía y solo me satisfacía-. ¡aun respira! ¡6, 7, 8! -las gotas de sangre impregnadas sobre mi mejilla y labios-. ¡no es suficiente! ¡9, 10, 11! -una sonrisa nunca antes vista en mi rostro apareció-. ¿Te gusta? ¿¡O quieres que lo haga por atrás como lo hacías conmigo!? -las lágrimas no salían-. ¡13...! -. observe unos instantes jugueteando con el chuchillo dentro de su pecho, retorciéndolo hasta meterlo más al fondo-. te estás poniendo mas pálido... ¡14! -ataque sin piedad-. ¡aguanta, aun no acabo! ¡aguanta! ¡aguanta! ¡aguanta! -una risa desbordada y fuera de mí salió, una carcajada tan audible que de no sé porque entonces no era yo, me hubiera estremecido-. ¡15! Que poco aguante... -saqué el chuchillo de su pecho cuando observé lo pálido que estaba, sin que su pecho se moviera, lo limpie paseándolo por las mejillas de la víctima y bajé mi mano sin perder detalle de su rostro, apagado....-. ¿ahora quien es la victima? Pareces tan indefenso... durmiendo para siempre -bajé la cremallera de sus pantalones y metí mi mano, tocando su miembro, estrujándolo, e hice un rápido corte sin mirar, sentí como mis manos se llenaban del espeso liquido que su cuerpo producía.

Me levanté con la sonrisa más ensanchada que haya podido hacer en toda mi vida, me sentía libre, que podía descansar. Pasé mi antebrazo por mi rostro frotando la sangre, solo haciendo que mi cara se ensuciara más. Cerré los ojos solo para parpadear, pero al abrirlos, no sentí satisfacción, ese placer inhumano se había ido, ahora sentí asco hacia mí mismo, ¿Por qué? Remordimiento y culpa... ¿ahora era tan monstruoso como él lo había sido conmigo?

¡Él lo merecía! Me dije a mi mismo, pero las voces retumbando en mi cabeza, decían una y otra vez, no te limpies así como así, cerdo, asesino... ¡monstruo!

Matate, matate, matate, una vida se cobra con otra. No estarás limpio hasta que mueras.

Tome el mismo cuchillo con el que por un momento había pensado que estaba haciendo justicia, mire mi reflejo por el arma letal y pude observarlo, mis ojos... mis ojos ya no brillaban, se habían hundido, ya no era humano... el crispado tic que no dejaba mi parpado izquierdo en paz, mi cabello alborotado y mis labios, la sonrisa se había ido, las sombras estaba cerca de mí, justo preparadas para llevarme con ellas.

No lo dude dos veces, las lagrimas salían inconsolables fuera de mis lagrimales, pero yo no me inmutaba ¿Por qué? ¿Por qué si estaba llorando, mi cara no representaba dolor? Quizá, porque ya estaba medio muerto. Acaricié mi cuello de un lado a otro, preparándolo, tome el cuchillo de costado con la mano derecha y comencé a cortar, muy lentamente sobre mi garganta, para sentir el dolor. El dolor que no me perdonaría la desgracia que acababa de cometer, pero sin duda me pondría un paso atrás del infierno. Comencé a gritar, eso dolió aun más que la misma incisión, chorros y chorros de sangre salían, me temblaban las manos y todo el cuerpo, me sentí una gelatina, caí al suelo rendido, solo pude quedarme quieto, con los ojos cerrados, empezando a ver solo oscuridad.

Cuando desperté no estaba ni en el cielo ni en el infierno, me había quedado ¿Por qué? ¿Es un castigo? Yo solo quería acabar con todo.

De nuevo aquellas voces: cobarde, cobarde, cobarde...

Miré a mi alrededor, no comprendía lo que estaba sucediendo, me había matado ¡lo había hecho! No siento calor humano, no siento los latidos de mi corazón, algo anda mal...

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se que son capitulos cortos, pero les pongo mi corazón, muchas gracias a quienes votan y leen, les daré una buena hisotoria.

muchos besos! x3 

DRY EYES *JIKOOK* -TERMINADA-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora