Mi Pequeño Vampiro

#2. No me gusta la sangre.

2 MESES DESPUÉS.

Eliott

—¿Me estás jodiendo, verdad? —exclamó el vampiro rubio que se encontraba parado frente a mí—. ¡Eliott Alexander Becher! Dime que esto es una jodida broma, o juro que te daré la paliza de tu corta y patética existencia, jovencito.

Y aquí me encontraba yo, de nuevo, recibiendo un regaño de parte de Jack, el mejor amigo mi hermano y su mano derecha. Yo he considerado a Jack como una especie de tío, porque es una de las personas que me ha cuidado —o soportado, mejor dicho— desde que era un mocoso hiperactivo.

Lo quiero, es parte importante de mi familia, pero en este momento lo último que quería era discutir. Y menos cuando me espera un tazón de palomitas en mi cuarto, junto con un maratón de películas de Zac Efron.

Pero el motivo de toda esta discusión es que se enteró de mi amistad con Daniel Dunne. La cosa es que Danny es un hombre lobo y familiar cercano del Alfa de una poderosa manada, que se encuentra a las afueras de la pequeña ciudad donde vivo. Y para agregar al asunto —porque sí, aún hay más— esa manada en específico ha tenido serios conflictos con mi familia.

Es la típica pelea cliché entre lobos y vampiros. ¿Trillado, verdad? Aunque parezca demasiado ridículo, a mi aparecer, es lo que está pasando en este momento entre ambas especies.

Las personas a mi alrededor creen que la mejor manera de resolver todo el problema es matándose como animales, en lugar de buscar otra solución. Al menos esa parece ser la mejor idea que tiene mi hermano mayor. Pero yo jamás he pensado de esa forma y parezco el único cuerdo aquí. ¿Seré adoptado? Eso podría explicar también mi gran genética. Pero ese no es el punto del asunto.

Como Danny y yo somos «enemigos naturaleza» y nuestras familias están enfrentadas entre ellas, es por completo inaceptable una amistad entre él y yo. Algo absurdo, si me lo preguntan. ¿Acaso estamos en la edad media? Por Dios, la gente debe actualizarse un poco.

—Vamos, tío Jack —rogué, batiendo mis pestañas repetidas veces para intentar causar lastima. En las películas funciona—. No le digas a Isaac, por favor. Danny es mi mejor amigo.

Pero, como siempre, tratar de negocia con él es todo lo que puedo hacer. No debo permitir que se lo diga a mi hermano. ¡Le daría un ataque! Luego Isaac me mataría. Soy muy hermoso para muy morir tan joven.

—Maldita sea, Eliott. Entiende que si fuera un humano no importaría —trata de explicarme, un poco frustrado—. Es más, podría ser cualquier otro tipo de cambiaformas. Un hada, brujo, híbrido. —Pasa la mano por su cabello, se le nota estresado—. ¡Joder! Podría ser hasta un estúpido tritón, si es que aún existen, y no me importaría en lo más mínimo. Pero entiende que es un lobo, y no cualquiera, él es un Dunne. Es el hermano menor de nuestro peor enemigo. Seguro es tan despreciable como él —balbucea la última parte, pero aun así logro escucharlo, y me enoja la manera en la que habla de Daniel.

¿Quién mierda te crees para insultar a mi mejor amigo? Oh, no. No, señor. Ese es mi trabajo.

—No, Jackson. Primero que nada, ese Alfa no es nuestro enemigo, ¿bien? Es el enemigo de mi hermano —aclaro, mirándolo de forma severa—. Y en segundo lugar, ni siquiera tienes una razón válida para odiarlo. Tú y yo sabemos que solo sigues órdenes de Isaac —menciono a mi hermano, para luego cruzar mis brazos—. Por lo que no tienes el derecho de hablar de Daniel de esa manera, y menos sin siquiera conocerlo —concluyo.