#14: Un horrible dolor de garganta

19.9K 1.1K 861
                                    

[UNA HORA ANTES]

Andrew. ,

Ese niño me tiene exasperado.

Debo admitir que me impresionó la manera que la que se desafió a Sophia, solo con las palabras a adecuadas gano el confortamiento y cuando ella me exigió que lo echara, me enfade tanto que tuve que sacarla de allí antes de terminar por hacer algo más que gritarle. Ya no puedo seguir negando que es mi compañero.

Mis instintos me traicionan cuando lo tengo cerca y la necesidad de mantenerlo seguro es abrumadora, pero todo lo que hace es enfrentarme, alzando la barbilla en esa expresión arrogante que tanto me molesta. Me hace querer que se someta de una buena vez, sin embargo, el niño se niega a retroceder y eso me enfada al mismo tiempo que me llena de un extraño orgullo. Es exasperante.

La noche que entró a mi habitación por equivocación en busca de mi hermano e hizo una insinuación, me enojó más de lo que quiero admitir. Sé que fue una broma lo que dijo, pero el lado más primitivo de mí se lo tomó en serio, y la posibilidad de que se viera envuelto de alguna forma con Daniel me enfurecía. Dije cosas estúpidas, pero el chico es tan irritante que me hace perder el control.

Un jodido adolescente me hace perder el control y no sé cómo lidiar con eso.

Tenía que callarlo de cualquier manera, cada palabra que salía de su boca solo me enojada cada vez más. Lo besé para que dejara hablar por un momento y fue la mejor maldita sensación que he sentido, aunque me gritara como nadie lo había hecho -luego de patearme-y se fuera de la habitación como si nada.

No mentiré, su rechazo hirió mi ego sin importar cuánta veces me repetí que era solo un mocoso y que no valía la pena, era imposible sacarlo de mi cabeza. Lo ignoré los siguientes tres días, y tal vez no fue lo más maduro por hacer, pero era la única solución que vi para poner mis pensamientos en orden. No obstante, cuando fui a reclamarle a Danny el que dejara a Matt sin supervisión hace apenas un rato, Eliott volvió a contestarme y no pude evitar que mi parte animal tomara el control; el lobo exigía sumisión ante, lo que consideraba, una falta de respeto.

Pero él se negó a retroceder o bajar la cabeza, al igual que las veces anteriores. Me reí. Decidí que tomar eso como un reto y someter a ese muchachito presuntuoso a como diera lugar. Y valió la pena al ver su expresión y cómo se estremeció cuando dije eso.

Ahora debo concentrar en asuntos más importantes. El entrenamiento de los nuevos betas lleva un rato y me he dado cuenta de algunos errores en los más jóvenes que se deben corregir, pero del resto es un grupo con mucho potencial. Este es el tipo de cosas que requieren mi atención, así como el reporte que enviará Evans mañana sobre los avances en la búsqueda del Creados de los novicios C, si es que hay alguno hasta ahora.

Me acerco al grupo de jóvenes que descansan y toman agua después del agotador entrenamiento. Al ver que me aproximo, dejan de conversar y toman una posición firme.

-Muy bien, chicos, en un buen trabajo por el momento -digo a los adolescentes-. Son uno de los grupos más prometedores que he visto las últimas semanas. Sin embargo, luego del descanso veremos corregiremos algunos errores -indico.

La mayoría no dice nada y solo asiente. Volteo y busco a Trevor con la mirada ya que él es el encargado de enseñar las maniobras de ataque, está hablando con uno de los hombres que son parte del Equipo de Capacitación, mientras mi sobrino está sentado en un tronco a unos pasos de él, tomando de una botella agua. Voy hasta ellos.

-Ya terminamos con las maniobras defensivas, Trevor -informo a mi hermano, él deja su conversación con el sujeto y voltea a verme-. A los muchachos les quedan cinco minutos de descanso y luego sigues tú.

Mi Pequeño VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora