Mi Pequeño Vampiro

#12: todo es culpa de un cargador.

Eliott.

Me quedo estático, viendo cómo Andrew se marcha. Isaac se acerca a mí y pone una mano en mi hombro y pregunta si estoy bien, con preocupación. Sacudo un poco la cabeza, volteo a ver a mi hermano y asiento a su pregunta. Él canina hacia afuera como los demás y yo lo sigo.

No se despega de mí en ningún momento. En todo el tiempo que está allí no hace otra cosa además de discutir con Andrew, hablan sobre los últimos detalles del acuerdo. Una de las cosas que mi «tierno hermano» se encargó de dejarle muy claro al Idiota Caliente, fue una fuerte amenaza de matarlo si me llegaba a pasar algo estando aquí. El Alfa le aseguró que no habría ningún tipo de problema, pero todo el tiempo se mantuvo serio y lo noté con los hombros tensos. Incluso lo atrapé un par de veces viéndome de reojo, y él apartaba la mirada de mí cuando esto sucedía.

Raro.

La conversación fue algo incomoda, en especial porque yo terminé en medio sin poder distraerme con Danny porque él se perdió dentro de la casa con Trevor. Los chicos de mi clan se habían ido a vigilar la frontera hace un rato, además, resulta que la lindura de Mathías se fue con su madre a alguna parte. Como si fuera poco, mi teléfono se quedó sin batería en algún punto, y como no conocía a nadie más con quien conversar tuve que quedarme a un lado de mi hermano mientras hablaba con el Alfa, y sentir la mirada de este en mí todo el tiempo.

Malditos lobos y su empeño por incomodar a las personas. ¿No entienden el concepto de disimular?

Bueno, conociendo a Danny no me quedan muchas dudas al respecto.

Isaac se despidió de mí con un fuerte abrazo cuando termina de hablar con Andrew. Me hizo Jurar,« literalmente, que lo iba a llamar o enviar mensajes tan seguido como pudiera, me reí un poco de su forma tan sobreprotectora de ser, pero lo prometí de todas maneras. Isaac reunió a los lobos que estaban con Trevor cuando llegamos, junto con tres chicas -creo llegaron en algún momento de la conversación- y el hombre tierno y bajito de corrió a calmar al Alfa cuando entro en una crisis de pánico. Veo que mi hermano molesta a este último cada que puede, y él solo responde con gruñidos e intenta devolver los insultos, pero nada más lograba hacerlo reír.

Isaac se va con todos los lobos que irán con él. Sé que Jack fue junto a los demás A y B a hacer revisión del perímetro y que regresarán en la mañana a recibir más órdenes, por lo que no podre hablar con él. Andrew se marchó a no sé dónde; se giró a verme enojado y luego solo se echó a correr al bosque -el sujeto está muy bueno, pero es muy raro-. Él de verdad necesita ayuda. Quizá yo pueda dársela.

Decido entrar a la casa al notar que quedé solo en el patio, al llegar a la sala veo que Danny y Trevor están conversando sentados en el sillón. El mayor de los hermanos me ve raro cuando me siento a un lado de ellos, como si me examinara, lo que me parece extraño porque nos habíamos llevados bien hace rato. Cuando estoy por preguntar la razón, él me interrumpe con un suspira y luego sonríe.

-Oye, Eliott, perdón si Andrew se comportó un poco raro; tuvo un día difícil -comenta de la nada Trevor, luciendo algo nervioso.

¿Solo un poco? Yo diría que necesita una evaluación psicológica.

-No hay ningún problema, todos tenemos días malos -digo al final y rio. A pesar de todo, yo tampoco soy la persona más normal del mundo. Trevor murmura algo, parece complacido, pero no alcanzo a oírlo-. ¿Perdón? No te escuché.

-Oh, nada. Espero que estés a gusto aquí -responde con sencillez, pero una chispa de diversión en sus ojos me hace dudar.

Creo que Danny es el más normal de la familia. ¡Vaya! Eso sí que es una sorpresa. Quizá hacer escándalos innecesarios en cafeterías escolares sea cosa de familia; tendré que esperar para comprobarlo.