#8 ¡Jack es mío!

17.1K 1.2K 310
                                    

Daniel

Justo frente a mí, está enmarcado un cartel azul y negro sobre un toldo con los mismos colores. En él se puede leer el nombre del local al que pertenece: El Lienzo; uno de los cafés más frecuentados por los estudiantes. Está a menos de una cuadra de de mi escuela -a la vuelta de la esquina, para ser precisos-, así que casi todo el mundo viene al salir de la última clase.

Luego de estacionar, me dirijo a la entrada a un lado de Eliott, que ha tenido la vista clavada en su teléfono apenas se bajo de la moto. No estoy seguro de qué es lo que hace, pero se trata de Eliott; nunca se sabe.

Su mirada se posa en mí y sonríe con picardía, hace una señal con la cabeza en dirección a la puerta del local y se apresura a entrar. Lo sigo.

Al cruzar la puerta, me topo con una explosión de colores que parecen haber sido mezclados al azar, algo que, gracias a que la ventanas y puertas están repletas de pinturas y dibujos, no puede apreciarse adecuadamente desde afuera. En la decoración del lugar hay mesas y sillas negras, con manchas de pintura en colores neón; la madera del suelo es de un inusual azul oscuro en un tono eléctrico, por lo que las hendiduras apenas y se ve; todas las paredes son adornas con murales hechos por algunos clientes, la mayoría los hicieron los chicos del club de arte de la escuela. Una pared es toda blanca -o al menos eso se supone- y está para que las personas escriban frases sobre ella, cualquiera que se les ocurra; que sea algo creativo y tenga un propósito. Las lámparas que cuelgan del techo están hechas con botella de vidrio y otros objetos reciclados, logrando crear bellas piezas de arte que complementan el encanto único de El Lienzo. La barra donde se atiende es de color morado tirando a negro, los taburetes frente a ella fueron ordenados en fila y cada uno tiene un color del arcoiris.

Yo siento que todo esto fue sacado alguna pagina en Tumblr.

Otra cosa increíble de aquí, es que siempre se escucha de fondo todo tipo de canciones. La veces que he venido, escuché desde música pop, rock, jazz, latina, alternativa y tantos otros estilos que no los podría contarlos. Cada semana ponen canciones de un género diferente, pero, ya que alguna veces aceptan pedidos de los clientes, nunca sabes qué canción sonará luego. De hecho, recién terminó Back To You de Louis Tomlinson y ahora comienza Wolf in sheep's clothing de Set it of.

Tampoco hay que dejar de lado la comida, aquí se sirve todo tipo de café, bebidas, postres y comida salada; todo es delicioso. Demasiado. Y si juntamos la extravagante decoración, la música y la increíble comida, obtenemos una increíble experiencia multisensorial difícil de igualar.

El Lienzo siempre tiene clientes hasta el tope, y aunque hoy es un día relativamente «relajado», no logro ver mesas libres. Por suerte, un pequeño grupo de amigos desocupa la mesa de una esquina, junto a la única ventana que no está toda tapada por dibujos y deja ver hacía afuera.

Toco el hombro de Eliott, que sigue con la vista pegada en el pequeño aparato en sus manos. Me mira, algo fastidiado por haber interrumpido lo qué sea que haga, pero su expresión se suaviza al ver que señalo un lugar disponible. Caminamos al sector más apartado de la cafetería y no sentamos justo debajo de una de las tantas lampara, que no me molesto en ver demasiado.

Mis ojos se pasean por por todo el lugar, pasando sobre las distintas personas que hay. Enfoco a unas cuantas pareja y grupos de amigos, como el que se sentó recién en nuestra mesa; también hay adolescentes, acompañados de los que parecen ser sus hermanos menores. Muchos ríen y charlan, otros comen entretenidos y unos pocos prefieren disfrutar, a solas, de una taza de café recién hecho. Lo que tienen en común, es que de seguro todos la están pasando bien.

Mi Pequeño VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora