#6 ¿Ellos son compañeros?

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Daniel

Siempre he sido alguien un poquito manipulable. No es que me deje convencer por cualquiera de hacer la primera estupidez que le venga a la cabeza, pero si es alguien que me importa -y que me insista lo suficiente- la mayor parte del tiempo termino por ceder en la cosas que me piden. No me enorgullece ser de esa forma pero no puedo hace nada al respecto. Soy así; tengo un corazón blando.

Debería dejar de aceptar las locuras de Eliott todo el tiempo. Siento que si sigo así, algún día me encontraran en una zanja con un par de órganos menos. Con Eliott como mejor amigo, esa opción no es tan alocada.

Ahora estoy en mi habitación, como cualquier sábado por la mañana, acostado en mi cama con la mirada fija a la pantalla de mi teléfono. Mi vista viaja a través de la pantalla, miro las notificaciones de distintas redes sociales, pero ignoro la mayor parte. Veo la hora y me doy cuenta de que son las 10 a.m. Debo estar con Eliott en una hora e ir a ver a su tío a doce.

-Estúpido enano extorsionador -susurro entre dientes-. No dejaré que vuelvas a convencerme de nada.

Dejo el pequeño aparato sobre mi mesa de noche y me levanto de la cama. Voy hacia mi armario para elegir qué me pondré para ver a Eliott y el otro sujeto. Me decido por unos jeans ajustados negros, una camiseta blanca de algodón, una camisa azul con cuadros blancos para usar sobre la camiseta y unas Vans azules.

Coloco la ropa sobre la cama y me voy al baño. Ya en la ducha, me quito la ropa y abro la regadera.

Todo este asunto de la reunión me tiene nervioso, no puedo creer que mi increíble mejor amigo -espero se note mi sarcasmo- me allá colocado en esta situación. ¡Por Dios! Él sabe sobre mi fobia. Sabe el trabajo que me costo tomarle confianza al saber lo él que era, y aun así acepto este estúpido trato.

Imbécil desconsiderado.

Sí, sé tal vez estoy exagerando un poco, pero estoy en mi derecho. He evitado a los vampiros a toda costa desde hace años. Gracias al cielo en la secundaria a a la que voy solo hay humanos -además de Eliott, Bárbara y de mí-. No estoy seguro de cómo reaccionaría si estuviera rodeado de un montón de vampiros desconocidos.

Recuedo muy bien el día que me llevo a temerle tanto a ellos. Todo esto de que le tengo miedo a los vampiros no es solo por las cosas que dicen en la manada ni las leyendas que le cuentan a los cachorros cuando se portan mal.

Yo pude ver de lo que son capases, lo crueles que pueden ser. Perdí a una persona muy importante por la culpa de uno de ellos y espera algún día poder olvidar lo que pasó, pero no creo poder hacerlo jamás.

Y joder, es que lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

[...]

Estoy en el bosque, cerca de la aldea donde vivimos mamá, papá, mis hermanos y yo. Juego a perseguir mariposas; a mis seis año me parece la actividad más divertida del mundo.

-No te alejes mucho, Dan, sabes que papá se enojara si no llegamos antes del anochecer. -Me recuerda mi mamá, con su voz tan dulce y cariñosa como siempre.

Una mariposa azul con detalles negros se posa sobre la pequeña rama de un arbusto. Acerco mis mano con lentitud y mucho cuidado para no asustarla, las junto a su alrededor atrapándola.

-¡Si! -celebro. camino hasta donde está mi mamá para mostrarle la mariposa-. ¡Mira mami! ¡Atrape una, atrape una! -dije feliz por lo que había logrado. Extiendo mis manitas y se la enseño-. ¿Nos la podemos quedar?

Mi Pequeño VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora