Nadie esperaba que Aomine Daiki, el as del equipo de básquetbol de la escuela tuviera un amigo como Kagami Taiga, un chico con apariencia total de nerd.
Sin embargo, hay una razón para ésto, y esa razón no será muy buena para Aomine.
**Este fan...
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..::Capítulo 11 - El padre de mi novio::..
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Despertó al sentir cómo la cama se movía ligeramente; abrió un ojo y, entre tanta luz que entraba por el ventanal, pudo observar la figura de su novio pelirrojo, quien caminaba lento hacia el baño.
De sus labios, salió un gruñido, haciéndole saber a Taiga que también se había despertado.
—¿Dormiste bien? — Preguntó el pelirrojo desde el baño.
—Me siento mejor. — Se sentó sobre la cama y estiró sus brazos sin aguantar un bostezo. —Creo que dormimos casi 12 horas. — Mencionó con voz soñolienta, dejándose caer de nuevo sobre el colchón. —Estábamos muy cansados.
—Debió ser el jet lag. —Taiga salió del baño y caminó hasta Daiki, sin dejar que éste se levantara de la cama, se agachó y dejó un beso tierno sobre sus labios, incorporándose de nuevo. —Muero de hambre, pediré servicio a la habitación.
Daiki miró cómo su novio se dirigía hacia la sala, a tomar ese teléfono y pedir el servicio; aprovechó para permanecer otro rato allí recostado, mirando el mar frente a él... esa vista de la que no podía cansarse nunca.
Con calma alcanzó su celular y tomó una fotografía en donde sus pies desnudos sobre la cama se mostraban, y de fondo el magnífico paisaje; sin dudar, la subió a instagram, con la descripción "amanecí en el paraíso"; sin tomarle mucha atención a los miles de likes que tenía su publicación del día anterior.
Como resorte se levantó de la cama al escuchar cómo tocaban a la puerta, sabiendo que era el chico del servicio a la habitación; prácticamente corrió hacia la cocina, donde Kagami ya lo estaba esperando, mientras el empleado del hotel dejaba las comida sobre la pequeña mesa.
—No sabía qué podría gustarte del menú, así que pedí muchas cosas. — Habló Kagami, sin decirle que en el hotel no preparaban muchos alimentos japoneses
—Esto se ve delicioso. — Pasando por alto el comentario del pelirrojo, tomó un plato y un tenedor y comenzó a probar la comida.
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Después de la comida, Kagami 'secuestró', por segunda vez a su moreno novio, quien ahora, estaba emocionado, y aunque no sabía a dónde lo llevaría el pelirrojo, debía esperar algo muy interesante, pues notaba cómo Taiga también estaba entusiasmado.
