Capítulo 16 "¿Qué es lo que me sucede?"

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Isidora es verdad, pero te juro que no sabía qué me iba a enamorar de ti, yo no quiero hacerte el daño que teníamos planeado es por eso que llame a Damián- Me giro hacia él y no sé qué estoy sintiendo en estos momentos- No espero que me perdones ni nada, sé que este amor....- Lo interrumpo de golpe.

No me hables de amor cuando lo único que hiciste fue utilizarme- Me dejo caer en un sillón cerca de él- Me utilizaste y lo peor es que te creí- Comienzo a llorar.- ¡¿Quién mierda te crees?! ¡No me hables de amor!- suelto aire- Si la única estúpida que creyó en eso fui yo- Tomo mi cabeza y comienzo a respirar.

Perdón, sé que merezco lo peor- Lo miro y veo que brotan lágrimas de sus ojos.

Diego yo creí en ti, me entregue a ti- Lo tomo de sus mejillas y lo pongo frente a mí- ¡Me entregue a ti Diego! Y esto no sabes cómo duele- Se suelta de mis manos y toma su cabeza.

Isidora ándate- Lo quedo mirando como entendiendo todo lo que está pasando- Aarón llegará pronto- Baja su cabeza y luego vuelve a mirarme- ¡Ándate! Entiende que no quiero que te haga daño, por favor ándate y ódiame pero aléjate de aquí- Me toma de los brazos y me para del sillón sacándome hacia afuera.

No puedo más y me dejo caer ahí mismo, afuera en la puerta de entrada, veo a Damián correr hacia mí y tomarme en brazo mientras yo lo único que hago es llorar.

Camino de vuelta nos topamos con una tormenta por lo que decidió parar hasta que pasará, estamos en un hotel que encontramos en el camino, me pidió quedarse conmigo por seguridad y la verdad es que en este momento no quiero pelear con nadie.

Lo veo entrar con mi bolso, y desde que nos subimos a su auto no hemos cruzado palabra fuera de quedarse aquí, veo en su mirada preocupación y rabia.

¿Quieres algo de comer?- Lo miro mientras saco mi pijama.

No- Le respondo en un tono frio y sin ánimos.

Se acerca a mí y toma de mis mano- Tienes que comer algo-.

Quiero dormir ¿sí?- Veo que mueve su labio hacia el lado y deja mis manos.

Está bien, yo pediré algo de comer por si...- Le interrumpo de golpe.

¡Damián, basta! ¡Quiero dormir! ¿Es tan difícil de entender? ¡Dios!- Tomo mis cosas y me voy al baño dejándolo ahí sin palabras.

Me dejo caer en la puerta, algunas lágrimas amenazan con salir- ¿Por qué?, ¿Por qué cuando vuelvo a creer?....- me pongo frente al espejo.

Algunas lágrimas ya caen por mis mejillas, me veo terrible, la rabia y la pena se apodera de mí, comienzo a apretar mi mandíbula y mi puño golpea con gran fuerza el espejo haciendo que este se rompa en mil pedazos.

¡Isidora ábreme!- Escucho la voz de Damián, pero no le abro.

Me siento en la tasa del baño y veo que Damián derriba la puerta de un solo golpe, camina rápido hacia donde estoy y toma de mi mano que logro ver como sangra.

No te hagas esto- Toma una toalla y me envuelve la mano- Escúchame- Toma de mis mejillas y hace que mi mirada se encuentre con la de él- No quiero y no voy a permitir que te vuelvan hacer daño, escúchame bien Isidora....-Lo interrumpo antes que siga llenándose de mentiras.

Damián para- Tomo mi mano que ahora comienza a doler- No quiero escuchar nada más, solo quiero estar tranquila y llegar a mi casa- Creo que entiende lo que le digo ya que se para y sale hacia la pieza.

Cuando vuelve veo que viene un pequeño maletín blanco y saca las cosas necesarias para curar de mi mano, la revisa con mucho cuidado verificando que no quedarán trozos de vidrio, la limpia y comienza a vendarla.

Un pasado muy presenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora