Epílogo

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En segundos el eura abandona a Camila. El chico sin dudarlo, le pone su collar a Cam. 

En ese momento, el espectro cambia de objetivo, va con Ariel, pero la diferencia es que él pelea, no se deja poseer. La chica apenas toma conciencia y voltea a mirar a su novio. 

¿Qué? ¿Qué está pasando? 

—Todavía no estás lista, Cam solo recuerda que no es tu culpa.

Ariel...

El chico se convierte en pequeñas cenizas, dejando a Camila en trance ¿Cómo un alma puede hacer eso? ¿Ha matado a Ariel? Toca las calidas cenizas que están frente a ella.

—No —voltea a mirar el alma—, no es cierto ¡yo solo quise ayudarte! ¡Tu me hablaste! ¿Qué hiciste?

Por su parte, el ser no viviente se abalanza sobre ella, Camila se cubre con sus brazos y al llegar a cierta distancia. 

¿no puede tocarme? 

—Ariel —sus recuerdos de hace unos momentos son más claros, retrocede, sujeta su cabello mientras su respiración se agitaba, unas lágrimas se asoman por sus ojos. —golpea con fuerza el puño—. No entiendo que pasa.

Un humo aparece entre las cenizas y poco a poco toma forma, mirándose Ariel, con cadenas en sus muñecas y tobillos. Él le sonríe diciéndole: —tranquila, todo estará bien Cam, deja de hacer eso, te vas a lastimar. 

Camina hacia ella, para ponerse de unclillas.

—Ariel —estira su mano para tocarlo, pero se traspasa, avisando que ya no estaba en este mundo, entonces entiende que no fue una visión o una pesadilla—. Lo siento, lo siento, lo siento tanto —repite una y una otra vez, ahogándose en el llanto.  

 No estoy segura si lo que mire fue real, una imagen borrosa de que Ariel fue tomado y destruido frente a mis ojos. Termine con el psicólogo e hipnotista. Al parecer mi cerebro cambio mi realidad, para que no sufriera de que él me hubiera abandonado.
Ese es el resultado clínico, pero ¿saben? No les creo, nunca encontraron rastros de Ariel, supuestamente desapareció sin dar nada más, si estoy loca, porque eso paso hace dos años y yo, cada que puedo, regreso a esa casa y converso con él, con Ariel, con su alma. Ese espectro no puede hacerme daño, él me cuida, quedó atrapado por esa cosa y no puede irse a descansar, me siento tan culpable, mi único consuelo es que no está aquí atrapo porque yo no lo deje ir. Estoy buscando una forma de liberarlo y por fin descanse en paz...

Camina saliendo del lugar, taradeando una canción. 

Pero si de algo estoy segura…

Voltea y mira una vez mas al Alma, que se asoma desde una de las ventanas 

 Es que Ariel, siempre será el amor de mi vida.

Suena su celular, lo busca entre su sueter. Choca con alguien y caen sus cosas – lo siento mucho – se agacha para ayudarle

—La culpa es mía.

—No, disculpa, buscaba mi maldito celular y me distraje —voltea a mirarlo, encontrándose con el chico que ama—. ¿A…ariel? —nombra con dificultad. 

—¿La conozco? —le pregunta el chico completamente confundido.

Camila voltea hacia la antigua academia, mira el alma de Ariel, está intranquilo, regresa la mirada al chico que tiene  enfrente. Frunce su ceño.

—¿Quién carajos eres?

Fin

Maldita (Editado) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora