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Mamá llamó diciendo que se habían complicado las cosas en La Push y tendría que quedarse unos días allí ayudando al sheriff, me dijo que se había encontrado a Sophie comprando en unas tiendas cercanas y que se iban a hosperdar juntas en un motel que había por allí, pero de todas maneras Jake iba a llevarla a clase y a recogerla.Total, toda la casa para mi solo.

  Después llamé a Cass y a papá para ver como se lo estaban pasando, no paraban de contarme maravillas del viaje que estaban teniendo y me habían dicho que nos traerían varios recuerdos cuando volviésemos a Phoenix.

-eh, hablando de eso..Forks no está tan mal...La gente es muy agradable.

-¿Quién es la chica?-preguntó Cassie en seguida. Estaban en altavoz.

-Emmm eh, pues..-no sabía si decirles porque todavía era muy pronto pero que más da.- Se llama Amelie Cullen o Melie, como la llamo yo.

-Que bonito, suena francés.¡¿Y cómo es?!- chilló emocionada Cass.

-Cass, tranquila cariño no hace falta que pegues esos gritos-oí decir a mi padre.

-Tú te callas que quito el altavoz-respondió la mujer y negué con la cabeza divertido, estos dos no cambiaban.-Bueno, cuenta cuenta.

-Pues es, no se es....Perfecta. Es morena con el pelo ondulado tirando a liso que le llega a la cintura, ojos dorados, esbelta, de tez pálida y fina. De gran corazón, amable y agradable. Y no se qué más decir-no les iba a decir que era una vampira- , pero para mi es lo más perfecto que he visto en mi vida, hoy le he pedido salir,-dije con una sonrisa tonta. Que cursi me he vuelto. Oí a Cassie suspirar de forma enamoradiza.

Me di la vuelta para acomodarme mejor en la cama y por poco no me caigo de la cama al ver a Melie sentada como un indio al pie de mi cama.

-Em, tengo deberes que hacer y trabajos atrasados, mañana os hablo.- dije nervioso mirándola.

-¿Qué? Pero no me dejes así....- y colgué la llamada.

Melie se acercó más a mi hasta que quedó de frente mía, nuestras rodillas se rozaban.

-Lo has escuchado todo.- afirmé, ni siquiera pregunté.

Ella asintió mirándome con ternura.

-Para mi tú también eres lo más perfecto que he visto en un siglo.- su palma recorrió mi brazo hasta terminar en mi cuello y olió el ambiente y después la apartó mirándola horrorizada.

-P-perdón, Jazz, y-yo no quería..-dijo apenada y alejádose un poco de mi.

-No te alejes, se que no me vas a hacer daño.- la cogí del brazo y la acerqué a mi.

Acuné su rostro entre mis manos y la miré decidido seguro de mi mismo.

-Te lo dije antes y te lo repetiré cuantas veces haga falta, Melie, confío en ti y lo haré siempre, pero también quiero que confíes en ti como yo lo hago. Eres fuerte, muy fuerte y lo lograrás. Lo lograremos los dos juntos porque siempre seguiré a tu lado. Siempre. Y aún cuando yo no esté aquí, confiaré en ti y te cuidaré desde donde quiera que esté. En tan poco tiempo te has convertido en alguien muy importante para mi, me da igual lo que seas, qué has hecho o dónde has estado. Solo ten al menos un poco de amor propio por ti, princesa, es lo único que te pido.

 A estas alturas, Melie tenía los ojos aguados y se me tiró encima dándome un abrazo.

-Jazz, no te merezco, no soy...-la corté.

-Ni se te ocurra decir nada, estoy en un estado cursilero por tu culpa y son las palabras más sinceras y bonitas que le podré haber dicho a alguien, no estropees el momento.-la escuché reírse y se separó quedándo nuestros rostros a escasos centímetros.

Tua Cantante. (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora