VIII

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La miré sin comprender, no se escuchaba nada en toda la casa, Sophie y mamá llegarían pasado mañana, por lo que se suponía que estábamos solos aquí.

-Seguramente es Emmet que nos quiere gastar una broma.- dije sin darle demasiada importancia, de todos modos Emmet ya nos había gastado varias bromas parecidas.

Vi como negó con la cabeza y me indicó que me callara poniéndome su dedo índice en los labios. Cada vez fruncía más el ceño mirando a la puerta, unos pasos se empezaron a escuchar fuera, en el pasillo. La miré asustado y como respuesta se puso delante mía en modo de defensa. Se levantó de la cama sigilosamente y se acercó a la puerta sin hacer algún tipo de ruido, cogió el pomo y empezó a girarlo muy despacio, abrió la puerta de golpe y ahí no había nadie, se dirigió al pasillo para ver, si lo que fuera que hubiese, se había ido y me dijo que me quedara en la habitación sin hacer ruido.

De repente siento como me tapan la boca con un pañuelo húmedo, mis ojos se abrieron desmesuradamente, me estaban durmiendo con cloroformo. Ni siquiera tuve tiempo de reccionar cuando me empecé a adormilar pero, antes de cerrar los ojos, vi como una chica con el pelo color platino con ojos rojos sonreía mirándome y escuché a duras penas el gritó desgarrador de mi novia llamándome.

(...)

Abrí los ojos lentamente, pestañeando para acostumbrarme a la tenue luz, la cabeza me palpitaba y sentí un fuerte vértigo al sentarme en donde quiera que estuviese. Me costaba respirar y tenía una gran sensación de fatiga en el cuerpo, como si no hubiese dormido en varios días. Me llevé una mano a la frente y suspiré entrecortadamente, sentía pinchazos en ella y, tocándome con los dedos por encima de la ceja, sentí una humedad y asustado miré mis dedos. Estaban llenos de sangre.

Miré a todas direcciones y, con ayuda de mis manos y mucha dificutad, me levanté del suelo. Me fijé que estaba en un entorno cerrado pero tenía ventanas por las que entraba la débil luz de la luna. Si no me equivocaba, estaba en un edificio de hormigón, por lo que parecía, bastante abandonado. Las columnas que había como pilares, estaban desgastadas, eran de metal aunque se veía a simple vista que estaban oxidadas. A mi izquierda había una puerta de madera que estaba entreabierta y a mi derecha, varios muebles -de madera también- destrozados, las patas de sillas y mesas estaban desperdigadas alrededor de cojines desgarrados y con el algodón saliéndose por los cortes de la tela. Lo que venían siendo las tablas que soportaban las patas, estaban cortadas por la mitad y al pie de estas, había charcos secos de algo de color oscuro.

Sangre-pensé

Me limpié la sangre que caía sobre mis ojos con la manga de mi camiseta y siseé al rozarme la herida. Andé con cuidado de no caerme con nada hasta los charcos de color oscuro, me agaché despacio y me di cuenta, por el olor metélico que desprendía la mancha, que era sangre. En la pared de hormigón había marcas de uñas recientes, como si la hubieran arañado y más manchas de sangre. A un lado, incrustadas en la pared, había unas cadenas con esposas al final, las cuales parecían corroídas por la sangre. En la pared del fondo había una especie de pizarra -me di cuenta de que estaba en un aula de un colegio- con dibujos pintados, parecían hechos por niños porque eran como los típicos monigotes con cuerpo de palo y una cabeza redonda que pintan en clases. Había cuatro muñecos, dos niñas y dos niños, uno de cada estaba tachado. Me acerqué a la pizarra verde y toqué, con manos temblorosas, por encima los monigotes tachados, la cruz que tenían por tachón estaba hecho con arañazos, y tenían ojos con cruces y, los monigotes que no estaban tachados, tenían los ojos normales y sonreían. Era muy siniestro el dibujo y me separé rápidamente al sentir una ráfaga de viento que hizo que se me pusieran los pelos de punta.

El viento venía de la puerta de madera que estaba entreabierta, me eché el pelo hacia atrás y me hice un moño con un coletero que me había dejado Melie y que tenía en mi muñeca.

Tua Cantante. (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora