Malentendido

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No sólo quería cortarle el pene a Harry, sino también hacer que se lo coma. Estaba pensando en como torturar a ese hijo de su mamá.

Estaba a dos calles de llegar con Harry y en esas dos calles podría imaginar un sin fin de torturas para el rizado. Había logrado localizarlo, gracias a una aplicación que instalo el ojiverde.

Más vale que estén jugando domino, de lo contrario te cortaré los gemelitos que tienes entre las piernas.- pensó.

No era casa de Ara o algún lugar conocido, lo más probable era que fuese de esa tipa llamada Mandy. Esa puti-Mandy.

Tocó varias veces la puerta pero nadie atendía, volvió a buscar la localización en su móvil y seguía marcando ese lugar. Sería una invasión a privacidad si entraba o rodeaba la casa y los sorprendía por detrás.

A la mierda.

Forzó el seguro de la puerta y entró con toda libertad a buscarlo.

-Así te quiera ver, hijo de puta.- y antes de que el rizado contestará, Louis le pateó lo que tanto le gustaba, su miembro.

-Lou-Louis.- murmuró en el suelo. El castaño vio como su novio abrazaba  ambas mujeres y los tres estaban con ropa desgarrada, dejando ver partes de su cuerpo.

-Eres un estúpido, cara de mierda andante.- insultó. Si no fuera por las mujeres que lo sujetaban se hubiera abalanzado a golpearlo.

-Calma, Louis.- habló Mandy.

-Cállate puti-Mandy.- insultó a la mujer.

-Louis... Tranquilo.- pidió Harry.

-Tú mejor cállate, pendejo bastardo, hijo de la más puta, imbécil- Louis no pudo continuar sus insultos, ya que los labios de Harry lo interrumpieron.

No quería corresponder, eso sería indignante.

-Un beso no solucionará esto.-

-Espera ¿De qué hablas?- preguntó confundido.

-No te hagas el imbécil, escuché como tenías sexo con esa y con esta tonta.- apuntó a las dos.-

-Espera... Espera, no estaba teniendo sexo con ninguna de ellas.-

-Claro que si, escuché como Ara estaba agitada, esta zorra gritaba y tú gemias.- las tres personas nombradas comenzaron a reír por el malentendido que se creó el castaño.

-Louis.- tomó sus mejillas.- Mi tonto y celoso Louis, sólo estábamos jugando un videojuego.- rió. Mandy le mostró a Louis la pantalla y la consola que estaba en la mesa.- Jamás te engañaría.- sonrió.- Y menos con esas vaginas.

-Si estamos cansados y con la ropa desgarrada es porque me ayudaron con unas cosas en casa.- explicó Mandy.

-Dijiste que Mandy y Ara ni te agradaban.-

-Si pero cuando saliste corriendo me tope con esa loca y me arrastro aquí para ayudarla.- explicó.- No tienes nada de que preocuparte, jamás te engañaría, cariño.- sonrió.- Eres el único en mi vida.- besó la nariz de Louis.

-Bien, ahora que Louis me ha dicho hasta de lo que me iba a morir ¿Por qué no ordenamos algo para comer?- propuso.

-Eso sería encantar, pero debo castigar a este muchachito por lastimar a mi amiguito.- aprisionó el cuerpo del ojiazul.

-Entonces sólo quedamos tú y yo.- le sonrió a la rubia.- Vayan a follar entonces, hijos míos.- comentó, acompañando a la pareja.

-Adios puti-Mandy.- se despidió el castaño.-

Y antes de salir, el rizado les dió una mirada de alivio y un guiño para que no dijeran nada más, sin que su novio se diera cuenta.

Cuando seas mioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora