Secreto

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No era tonto si es que así lo piensa Harry.

Sabía perfectamente que su pareja le ocultaba información, le mentía sobre sus reuniones e incluso podía jurar que también  le creía ignorar el aroma de licor.

-Mis compañeros del instituto me han invitado a la cena de aniversario, también dijeron que podía llevar a mi pareja.

-¿Y estará bien que sepan nuestra relación?

Louis jaló la silla del escritorio donde estaba Harry y se posó en su regazo, abrazando el cuello de éste.

-No les estoy pidiendo su aprobación ni mucho menos pero si te ofenden... los golpeare tan fuerte que desearían no haberme invitado.-

Harry rió ante el gesto lindo y amenazante del ojiazul. En verdad le causaba ternura la actitud de su amante cuando defendía su postura.

-Podrían haber cargos en tu contra.- le acarició el mentón.

-Para eso te tengo.-Sonrió.- El mejor abogado de mi parte.

-Creí que me amabas por quien soy.

-Y eres un gran abogado.

El rizado bajó los hombros dramático,  simulando decepción en aquella confesión.

-Nah... Aunque no tuvieras conocimiento en derecho... sé que siempre me defenderías, así como yo a ti.

-¿Y si soy culpable?

-Te miraría a esos preciosos ojos que tienes y sabría la verdad de inmediato... Aún  si eres culpable, jamás te dejaría.

-¿Qué pasa si es muy grave?

- No podría sentenciar al amor de mi vida sin oír  sus motivos.

-¿Tan enamorado estás de mi?-

Louis sonrió mientras acariciaba el rostro de su amado.

-No, estoy más allá de enamorarse... Creo que estoy enfermo y tú, Harry Styles eres mi enfermedad.










Le hubiera gustado mucho que esa noche se prolongará más, por lo menos unas horas. Desearía haber preguntado más en lugar de decir tantas cursilería. Debió abrazar el cuerpo de su amado hasta oler él mismo a su perfume tan varonil y suave que tiene, embriagarse de el aroma.

"De: Harry Styles.

No podré ir a tu reunión, vuelve a casa con cuidado.

Te amo."

Ese mensaje lo recibió hace aproximadamente tres horas con treinta y seis minutos.

Llegó a la residencia de su reunión, donde le esperaban felizmente sus amigos. Él llevaba una sonrisa pero por dentro quería tener a Harry junto.
Que viera el traje tan caro y elegante que compró para ese evento, oler el perfume que le robó intencionalmente. Presentarlo orgullosamente como su novio, bailar esa canción lenta que compartieron dos de sus colegas, charlar con su superior sobre temas de relevancia y simpatizar con el resto.

Hace una hora y media le llegó un Link.

"Harry Edward Styles, mejor conocido como uno de los abogados más prestigiosos de Londres ha sido arrestado esta tarde por las autoridades británicas, aún se desconocen los cargos en su contra pero se rumorea que es debido a nexos  con el crimen organizado así como también su participación en varios fraudes."

Ese reportaje junto con una foto de su amante fue exhibió  en todo el país, dejando a Louis desconcertado.

Veinte minutos pasaron desde que intentó recuperar el aliento mientras manejaba lo más rápido que podía.

-Hola.-

-¿Dónde está Harry?- preguntó sin titubear. Sus manos apretaban el volante y de su frente caían gotas de sudor.- ¿A donde lo remitieron?

-¿Lou?  No sé de qué hablas.

-Deja de hacerte la tonta Mandy, he visto el maldito reportaje ¿Dónde llevaron a Harry?

Sentía el corazón a punto de salir del pecho, estaba al borde de un colapso.

- Eso es mentira, son sólo especulaciones de la prensa que busca un poco  de atención.

-Bien, si no me lo dices, lo buscaré por mi cuenta.

Estaba a punto de colgar.

- Él no quiere verte.

¿Qué si su corazón dolía? Claro que dolía, era una maldita punzada en el pecho por tan frías palabras, por ver de esa forma la confianza y apoyo que le tenía el amor de su vida.

Pero le dolía más que fuera real las palabras de Mandy.

-¿Qué haces aquí? No quiero verte.

Cuando seas mioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora