Capitulo 3: Señor Correcto

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   Me levante, sacudí mi ropa, y espere el colectivo, pero fui directamente a A.A. cuando llegué todos me miraron como un bicho raro, y sí, llamaba mucho la atención, pero por partes me dolió, porque fui justamente, a ese lugar, porque quería que me dejen de ver como un bicho, pero esta vez, lo dejé pasar.

Volví a mi casa, y esta vez, oí la voz de mi vieja, que también la detesto, diciéndome;

-¡Ja! Qué raro vos, así, a las trompadas con cualquiera, y sí, sí sos un negro de mierda que busca quilombo con el primero que se te cruce, dios mío, no puedo creer que creé a un inútil.

Pero esta vez contesté;

-Y yo no puedo creer tenerte como madre, un desastre de madre mejor dicho.

Ella me mató con la mirada, y mi viejo andaba por ahí cerca, y en eso agrego;

-Un desastre de padre también, la verdad, no encajo en esta familia.

E inmediatamente entré a mi habitación. Faltaban 40 minutos para ir a trabajar, pero fui a mi casa para limpiarme las heridas. Me cambié de ropa, y huí por la ventana, no me los quería cruzar de nuevo a los inútiles esos.

Llegué al kiosco, y adivinen quien trabajaba ahí, sí, Chuli, la verdad no podía creer. Su gesto de sorpresa me dio ternura.

-¡Pepón! Qué indo verte acá.-me dijo mientras me abrazaba.

-¡Chuli! Igual digo.

,-¡Ay ¡"igual digo" señor correcto.- Me dijo guiñándome el ojo.

-Bueno chicos, se ve que se conocen, mejor así.-entra diciendo un hombre, supongo que es mi jefe.

-Sí, muy poco nos conocemos.-agregó Chuli mientras atendía a la gente.

-Yo me llamo Carlos, tu nuevo jefe, y también soy el papá de Carla.

-¡No lo hubieses dicho papá!-dijo con la cara colorada de la vergüenza.

-¿Por qué señorita? Dígame.

-¡Ay no! Deja pa.

-Un gusto Carlos, yo me llamo Gabriel, pe...

-Pero le dicen Pepón.-me interrumpe Chuli.

-Sí, me dicen Pepón.

-Qué raro metiéndose en donde no debe, y sí, se lo digo a usted señorita.- le dice a Carla, la cual soltó una pequeña carcajada.- Un gusto Pepón.

Apenas se retiró, Chuli me explicó cada cosa del kiosco, y yo la verdad, la miro como un estúpido, porque esta chica me tiene loco enserio.

Pasaron las horas, y yo ya me tenía que ir, junté mis cosas, y salí de ahí despidiéndome de Carla, en lo que ella me agarra el brazo y me dice;

-Eu, no faltes mañana, me gustó mucho pasar el día con vos señor correcto.- y al terminar de decirme eso, me dio un suave beso en el cachete, y entró al local regalándome una sonrisa.

Yo me fui sonriendo como un estúpido, obviamente que no voy a faltar.

Llegué a mi casa, y mientras abría la puerta, me había olvidado de la discusión que tuve, y que me había ido por la ventana, la verdad tengo miedo de entrar, por lo que conozco a mi viejo, es capaz de que me tire una botella por la cabeza, y lo digo, porque ya lo hizo una vez.

Entré, mi corazón palpitaba a mil, pero no había absolutamente nadie, ahí me calmé y me tranquilicé. Me bañé, y me fui a dormir.

A la madrugada, más o menos como a las 4:00am, sentí ruidos en la casa. No me podía levantar de la cama, quedé paralizado, pero no sentí miedo. En eso entra mi viejo a mi habitación, borracho, como de costumbre, pero esta vez no dijo nada. Me observó por unos minutos desde la puerta, y luego se fue. Fue raro, demasiado raro para mi gusto.

Sonó mi alarma, ya era hora de levantarse. Cuando me levante me fui hacia la cocina en busca de algo para tomar antes de irme a trabajar. Cuando mis viejos llegaban tarde a casa y borrachos, tenía la casa para mi toda la mañana, pero hoy, los vi a los dos, sentados, como si me estuvieran esperando, yo no entendía que era lo que estaba sucediendo frente de mis ojos, estaban... ¿tristes? ¿Por qué y de qué? Ambos se miraron, y luego me ven a mí. No me dijeron nada, si eso era lo que creían, solo me observaron.

Tomé mi vaso de café, y me fui de allí. Me subí al colectivo para irme al trabajo, nunca me sentí tan feliz de llegar a algún lado, será que... me... ¿estoy enamorando de...? ¡No! No lo creo. Aparte es la hija de mi jefe, y aunque la quisiera, sabía que lo nuestro era imposible, tengo que tratar de sacarla de mi cabeza.

Todavía faltaba como 3 horas para que entrara a trabajar, en eso me fui a buscarlo a Lucas a su casa. Al llegar, vi como maltrataban a ese niño, obviamente actué, no podía ser un espectador de esa situación. Intervine, golpee al padre de mi Piojo, ya no me importaba con lo que pase conmigo, pero no voy a permitir que lo traten así, ni aunque sean sus padres, a Lucas no lo tocan. El padre no hizo nada, lo único que hizo fue soltarlo a Luquitas, y se fue, yo me lo lleve al trabajo, para que se distraiga.

En el camino le conté a Piojo que estaba un poco enamorado de Carla... Sí, lo dije, es verdad al fin y al cabo. El empezó a cantar "¡está enamorado!" en tono burlesco, yo solo me sonrojé.

Llegamos y Lucas dijo;

-¿Ella es Carla? De ella estas enamorado ¿no?

- ¿Ah sí? Mira vos Gaby, te mando al frente este piojito-dijo Carla mientras acariciaba la cabeza de Lucas.

-Pepón también me dice Piojo, que coincidencia ¿no?-interrumpió Lucas mientras guiñaba el ojo.

-¿Es verdad Pepón?-preguntó Carla.

Yo y no supe que contestar, únicamente me puse colorado y bajé la cabeza avergonzado, pero sonriendo.

En eso veo que Carla se me acerca y...

Mi PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora