Alive→Teen Wolf

CHAPTER 9.

Nota: Capítulo narrado en tercera persona.

Noche en la escuela Parte 1.

Las puertas se azotaron acompañada de un rugido feroz, y Piper tiró de Scott y Stiles para que se alejaran a una distancia prudente. Chasqueó la lengua, intentando ver algo por entre las ventanas, pero más que sombras desiguales no se vislumbraban.

— ¡Vamos! —exclamó, dándose media vuelta para comenzar a correr por el pasillo. Intercambiando una mirada, Scott y Stiles no tardaron en correr detrás de ella, alcanzándola al poco tiempo.

El pasillo estaba a oscuras y las únicas luces provenían de las ventanas y de las linternas que Scott y Stiles cargaban consigo, y Piper maldijo en voz baja por no traer la que tenía en una de las mochilas de su motocicleta por actuar demasiado rápido para salvar el trasero de Stiles. Quien, por cierto, tiró de su brazo para meterlos dentro de una de las aulas abiertas.

Scott se apresuró a empujar la mesa desde un costado y Stiles del otro, y Piper no pudo hacer más que ver con la frente fruncida sus acciones.

—¿Qué demonios hacen? El Alpha no se detendrá solo porque tenga bloqueada la puerta —comenta, colocando ambas manos sobe sus caderas.

—Lo sé —responde Scott, mirándola con la respiración entrecortada.

—Odio a tu jefe —dijo de pronto Stiles y, en esta ocasión, fue Piper quien se le quedó viendo extrañada.

—¿Qué?

—¿Qué tiene que ver Deaton en esto? —pregunta.

—¿Conoces a mi jefe? —la frente de Scott se surca de arrugas mientras se apoyaba con las palmas sobre el pupitre, sin despegar el ojo de ella.

Piper se remueve incómoda, desviando los ojos hacia la ventana y caminando hacia ella para ver lo que ocurría en el exterior.

—Algo así —evade—. De todas formas, ¿por qué Deaton de pronto se volvió el tema de conversación?

—Porque Derek piensa que él es el alfa, o que tiene algo que ver con él —dice Stiles, alejándose del pupitre—. Tu amigo lo secuestró, y desapareció diez segundos después de que lanzaran a Derek a seis metros de distancia ¡botando sangre de la boca! No puedes negar que él es el Alfa.

—No es él —replican Scott y Piper al mismo tiempo y comparten una mirada, antes de desviarla súbitamente a cualquier otro lugar.

Stiles puso los ojos en blanco, cruzándose de brazos.

—¡Él mató a Derek! El sujeto vomitaba sangre y aquel no es precisamente un síntoma de una herida sin importancia.

—No, Derek no está muerto, ¿cuántas veces me harán repetirlo? —musita Piper irritada, pero continuaba dándoles la espalda. Sin embargo, sus ojos captaron algo porque sus cejas se arrugaron y se acercó incluso más al vidrio—. Stiles —llamó, y el muchacho se le quedó viendo con los ojos entrecerrados. Piper le hizo una seña para que se acercara, y no tuvo que presentirlo para saber que Scott también lo hizo. Luego, apuntó con su dedo hacia el reconocible jeep azul en el estacionamiento—. ¿El capó de tu jeep estaba todo doblado antes de que llegara? —la pregunta hace que Stiles abra mucho los ojos.

Scott y Stiles se inclinan y éste último suelta un gemido, dejando caer su cabeza contra la ventana. Segundos después, escucharon a Piper soltar una maldición con las mejillas coloreándose de un rojo furioso.

—¡Maldito desgraciado! —exclamó, enterrándose las uñas en la palma de sus manos—. ¡Rompió mi motocicleta! —les gritó, mostrándole con las manos dónde se encontraba su transporte, magullado y con la rueda delantera faltante—. Voy a sacarle el cuero a ese hijo de... —Piper continuó mascullando maldiciones, pero cambiando de un idioma que parecía ruso a otro que se escuchaba como chino y no fue hasta que quiso aventarse por la ventana que Scott y Stiles se alarmaron y la sostuvieron—. Suéltenme, maldita sea —exclamó, embargada por la ira y olvidando todo su entrenamiento cuando comenzó a patalear e intentar quitarse los brazos de Scott enganchados en su cintura—. ¡Joder...!