CHAPTER 11.

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Scott y Allison.

Lo primero en lo que pensé al despertar dos días después del incidente en el instituto, fue en lo mucho que tío Everett deseaba poder odiarme por ser una mala chica, escabulléndome en propiedad privada, involucrándome en asuntos peligrosos y casi acabar muerta por una tontería demasiado heroica como para ser normal. Y, puede sonar increíble, pero no pude evitar derramar un par de lágrimas de felicidad mientras sonreía sinceramente a la figura de tío Everett y tía Cordelia regañándome por haberlos preocupado de esa forma.

Ambos se detuvieron cuando me observaron y limpie mi rostro con las sábanas de la camilla del hospital en el que había acabado por no poder despertar a tiempo, y verme envuelta en una situación incómoda dónde Scott cargó conmigo fuera de la escuela, metiéndome en una ambulancia donde también estaban atendiendo a Alan Deaton.

—¿P-Por qué lloras? —tartamudeó tío Everett, tomando asiento a mi lado y mirándome con preocupación. Tía Cordelia se acercó, colocando sus manos sobre los hombros de su marido y observándome angustiada, con los ojos hinchados y la punta de la nariz roja—. ¿F-Fui muy duro? ¿Te duele algo?

Me limito a negar con la cabeza, tomando fuertemente las mantas de la camilla en puños tensos.

—No, para nada —respondo con la voz gangosa y sorbiendo por la nariz—. Es solo que... me hicieron acordar de mamá y papá. Están haciendo un buen trabajo, por cierto —agrego, soltando una risa e intentando limpiar desesperadamente mi rostro.

Tía Cordelia no hizo más que lanzarse sobre mí y atraparme en un fuerte abrazo, explotando en un llanto que oía justo frente a mis orejas, logrando hacer que me sienta egoístamente aliviada, porque sabía que yo les importaba, sólo que no podía verlo claramente. Estaba tan encerrada en mí misma, y era tan condenadamente testaruda que no me sorprendía estar completamente aislada sin amigos y alejando a todo el que se me acercara.

Me permití disfrutar de esa pequeña escena de felicidad, agregando la noticia que se encargó de transmitir la enfermera Melissa McCall, la madre de Scott.

—Entonces, ¿puedo ir a casa esta misma tarde? —pregunto curiosa.

Ella asintió con una sonrisa tranquilizadora.

—Por supuesto, la contusión de su cabeza es leve. El estado de inconsciencia fue debido a la presión de la situación y al desgaste de estamina —dice, leyendo la ficha médica de mi condición, mientras yo comía el almuerzo que habían llevado para mí hace un par de minutos antes—. Lo que nos extraña, es el hecho de que perdiste mucha sangre a pesar de tener heridas leves, y si no fuera porque el señor Sauce es compatible con tu tipo de sangre, no quiero ni imaginar lo que pudo haber sucedido —agrega confundida y con la maternal preocupación brillando en sus ojos marrón.

Ahora comprendía porque Scott era como era, bueno, en gran parte. Tiene una madre ejemplar.

Esbozo una sonrisa con incomodidad, pasándome una mano por el pelo medio mugriento todavía, no había tenido la oportunidad de bañarme adecuadamente, y tendría que hacerlo antes de que me fuera esta tarde. No dudo en que lo haré después de comer.

—Que extraño, no recuerdo mucho después de caer inconsciente. Todo son imágenes borrosas, y una herida de mayor magnitud no me haría salir caminando y campante por la puerta hoy por la tarde.

La señora McCall suelta una risa, y correspondo sonriendo de costado, logrando mi cometido.

—Ahora entiendo porque Scott y Stiles hablaban tanto de ti últimamente, tenía ganas de conocerte para saber cómo eras realmente —comenta, poniendo las manos sobre sus caderas y con una expresión desenfadada. Sin embargo, no puedo quedar más confundida y descolocada por sus palabras—. Eres una buena chica, y no dudo que debajo de toda esa sarcástica indiferencia de Stiles y los titubeos inseguros de Scott, ambos te aprecian. No tengo ni idea de cómo lo has hecho, o en qué anden metidos ustedes tres, pero espero verte más seguido. Aunque no en este estado, por supuesto —agrega, soltando otra risa que correspondo, todavía un poco a la deriva.

Alive→Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora