Capítulo 2

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HOLA SUPERNATURALERS❣️
HOY LES TRAIGO LA CONTINUACIÓN, LA PRÓXIMA VEZ QUE ACTUALIZARÉ SERÁ EL MARTES. AHORA, LES DEJO DISFRUTAR DEL EPISODIO.
El avión estaba en el aire, por fin había despegado e iba rumbo a Los Angeles.
Mi único entretenimiento era mirar a través de la ventana pensando en ¿que era tan peligroso como para que los sabios estuvieran nerviosos?Estaba segura de que acabaría descubriéndolo. Yo haría lo que tuviese que hacer para ser respetada en la logia y que me tuvieran miedo los sabios. O más bien, quería huir, y por eso esta era una manera, que me temieran o que yo desapareciese, aunque seguramente eso no pasaría nunca.
[...]
Por fin divisaba por la ventana la pista de aterrizaje para el avión. Cuando me quise dar cuenta, ya habíamos aterrizado. La gente comenzaba a quitarse los cinturones de seguridad al igual que yo.
Bajé por las escaleras y me metí en el aeropuerto. Anduve hasta llegar a la zona de equipaje, donde cogí mi maleta y salí.
Ya estaba en los Ángeles. No sabía porque, sentía un cosquilleo en mis mejillas y eso me esbozó una sonrisa.
De repente recibí una localización.
Abrí Google Maps y miré donde me iba a hospedar. Me marcaba el centro de Los Ángeles. Así que cogí un taxi, el cual me llevó al centro.
Estando allí, me bajé del taxi y me puse a mirar la localización porque tenía que encontrar una calle paralela al Rodeo Drive. Entonces, vi a un hombre moreno con ojos verdes, el cual, llevaba una chupa de cuero marrón y le pregunté:
- perdona, ¿me podrías indicar dónde está el Rodeo Drive?
- Si, está en esa dirección.- señaló a mi izquierda.- sigues todo recto y llegarás.
- De acuerdo muchas gracias.
Parecía una persona muy maja porque era una simple chica y podía haber pasado de mi, pero bueno, no puedo confiar en nadie y menos a simple vista.
Tras eso, anduve con mi maleta por toda la calle hasta llegar a una casa. Supuestamente era esa, así que agarré las llaves que me dio en el coche Vitoria y encajaban. Lo que quería decir que era la casa correcta. Abrí la puerta y me quedé fascinada. ¡Era enorme!

Entré y ¡madre mía! Cada segundo que pasaba más en esa casa me quedaba más atónita

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Entré y ¡madre mía! Cada segundo que pasaba más en esa casa me quedaba más atónita. Lo primero que hice fue investigar que había en la plata baja. Al entrar nada más, había un salón con una mesita central y sillones. A su izquierda había una sala con sofás y una televisión, la cual estaba encima de una chimenea. Al lado de esa sala, se encontraba una mesa larguísima con muchas sillas de madera. La mesa que se encontraba allí era de cristal.
Detrás de la mesa habían unas cristaleras correderas. Así que me acerqué para ver a donde daban. Abrí la cristalera y me metí en el lugar. El sol me daba en los ojos, y con ello me puse en los ojos las gafas de sol que llevaba en mi cabeza. Cuando mis ojos se enfocaron pude ver que era un patio con piscina.
Si volvía por donde había ido, regresaba a la entrada, y si seguía hacia delante, había una puerta la cual daba a una sala y a unas escaleras. Esa sala, resultó ser la cocina. Era muy espaciosa al estilo americano con una mesa en medio. También tenía unas ventanas desde las que se veía el patio.
Si salía de allí y giraba a la derecha estaban las escaleras que daban la piso de arriba. Subí y había un pequeño pasillo con cuatro puertas a los lados y una al final. La primera puerta era una habitación bastante adorable, con mucha decoración. En la puerta de la derecha paralela a esta, había una sala con un piano blanco de cola. La verdad, sabía poco tocar el piano pero lo adoraba.
La siguiente puerta a la izquierda era un baño muy moderno con detalles de mármol. A continuación, la puerta paralela al aseo era un mini gimnasio para poder entrenar, y la verdad estaba muy bien. Después de esa, me quedaba la última habitación que resultó ser un cuarto enorme con un ventanal por el que se veía el Rodeo Drive. También, había una puerta en el lateral del cuarto. La abrí un poco intrigada, hasta que descubrí que daba a un enorme aseo con jacuzzi. Y esa era la casa en la que vivía.
[...]
Tras instalarme, bajé. Sin más nada que hacer hasta ese momento, miré mi móvil. Eran las 12:30 de la mañana. Así que decidí acercarme a la Universidad. Ahora, mi pequeño o más bien gran problema era "¿cómo conseguiría un coche?".
Bueno, tenía todo el dinero del mundo ya que después de tantos siglos... mi fuente de ingresos era bastante rentable. Así que salí de la casa y me dirigí hacia una tienda de coches. Necesitaba uno lo antes posible, así que cuando me encontraba mirando el escaparate de la tienda, mis ojos no pudieron evitar clavar la mirada en un coche. Me acerqué y leí en el cartel:
"Audi r8" era el modelo blanco, con un alerón negro en la parte trasera. Tenía unos 610 CV. Era un monstruo de la carretera. ¡Lo necesitaba!
Así que entré a la tienda, y me puse a admirar el coche.
- Así que el r8, buena elección.
Me giré y vi a un hombre trajeado el cual llevaba una chapa con su nombre: "Carl".
- si, es una bestia con ruedas. Supera los 300 km/h, ¿verdad? Ya que con 610 CV...
- ¡Si!- asintió.- parece ser que entiende usted de coches.
- Si, he tenido mucho tiempo para aprender estás cosas.- la verdad, he tenido demasiado...- pues, quería comprarlo. ¿Cuánto cuesta?
- ¿Está usted segura, señorita?- dijo tragando saliva y acomodándose las gafas.- Cuesta 218.040€, aunque puede pagarlo a plazos.
- De acuerdo, lo pagaré todo ahora, y cuanto antes efectúe mi compra mejor.
¿Por qué siempre cuando aparentaba ser joven e inexperta me tomaban por una chica que soñaba despierta? En realidad, puede ser que solo me pasase esto a mi, pero me llevaba sucediendo toda la vida.
Los dos entramos a un despacho y yo me senté en una silla, mientras que él se acomodó en otra frente a mi.
Lo único que se escuchaba era como tecleaba en el ordenador. Después, cesó el tecleo, y me pidió un montón de papeles y se los di. Tras eso, volvió el interminable ruido del teclado, hasta que comenzaron a imprimirse unos papeles. Cuando finalizó la impresión les puso una grapa. Cogió un bolígrafo de color negro y me lo entregó junto con los papeles.
- Léete los papeles y firma en la última hoja.
- De acuerdo.- dije mirándole fijamente, hasta que usé mis poderes.- ahora una cosa, ¿pretendes estafarme?
A parte de controlar el fuego y la magia tanto negra como blanca, también controlaba a las personas mirándoles fijamente a los ojos. Podían decirme cosas que no se atrevían a decir pero que estaban ocultas en lo más profundo de su ser.
- No, solo quiero hacer esta venta. Es demasiado dinero y si lo consigo me ascenderán.- de repente agitó incrédulo la cabeza.- ¿cómo he dicho eso?
- Bueno, como pretendes ascender,¿qué te parece si me haces un descuento?
- De acuerdo, ¿qué le parece el 5%?
- Un 15%, y conseguirás ese ascenso tan deseado.
El hombre después de pensárselo me dijo:
- de acuerdo.
Volvió al ordenador, y me dio otro impreso. Yo lo vi y lo releí para ver que todo estaba en orden. Entonces firmé.
- ¿Cuando me podrán dar el coche?- le dije.
- Pásate en unas horas.
- De acuerdo, muchas gracias.
- Gracias a ti.
Me levanté inmediatamente de la silla y corriendo me dirigí a la universidad.
[...]
Entre jadeos y sudores llegué a la uni. Me acomodé el pelo un poco con las manos y me sacudí la ropa. Inspiré profundamente y entré algo nerviosa. Cuando pude tranquilizarme, me dirigí a la sala de director. Bueno, no me conocía la distribución, pero seguro que preguntando lo encontraría.
En ese momento pasaba un estudiante que aparentaba "mi edad". Era moreno con el pelo corto y unos ojazos azules.

𝐋𝐀 Ú𝐋𝐓𝐈𝐌𝐀 𝐄𝐋𝐄𝐆𝐈𝐃𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐃𝐈𝐀𝐁𝐋𝐎  ➤ LUCIFER MORNINGSTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora