Capítulo 19

1.5K 107 51
                                    

HOLA, SUPERNATURALERS❣️
BIENVENIDOS A UN NUEVO CAPÍTULO DE MI NOVELA.
SOLO DEBO DECIRLES QUE LO LEAN HASTA EL FINAL.
Y ME DESPIDO HASTA LA SIGUIENTE PARTE,
SALUDOS❤️
Nuestros labios estaban comenzando a rozar el tacto aterciopelados de los del otro.
Pero, sin más, el odioso sonido del ascensor hizo que nos separásemos de sopetón y nos mirásemos asombrados y algo avergonzados por lo que acababa de pasar. Nuestras mejillas brillaban con cierto tono escarlata mientras que nuestros labios desprendían un color muy vivo.
De repente, él ascensor abrió sus puertas. De allí, salieron tres figuras femeninas. Y cuando se enfocó más la imagen pude distinguirlas.
Las tres parecían modelos, y sus figuras no tenían nada que ver con la mía. Ellas eran esbeltas, nada comparado conmigo.
Tras eso, pensé:
"¿Por qué las sigue aceptando? Si me amase como yo lo amo a él... hubiera dejado de tener encuentros sexuales con ellas".
- Hola, daddy.- le dijo una de ellas y seguidamente le gruñó.- estoy lista para que me castigues.- añadió mientras sacaba unas esposas de su ropa interior.
Yo me limité a rodar mis ojos, y me levanté del asiento en el que me encontraba:
- Creo que por aquí te reclaman...- bufé.
Sin más noté como una presión se estacionaba en mi muñeca y al posar mi vista en que producía aquello le vi.
- Diablilla, no puedes marcharte... estábamos a punto de besarnos.
- Como has dicho a punto... pero, si por lo menos te hubiera importado un mínimo no habrías dejado de que ellas apareciesen.- hice una pausa.- Eres un monstruo... solo te aprovechas de mi, al igual que de ellas. Si no, habrías dejado de permitir que viniesen mujeres a por ti. Eso demuestra que nunca te importé.

En ese instante, Lucifer me miró como si algo se hubiera roto dentro de él, que era lo que había pasado dentro de mi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En ese instante, Lucifer me miró como si algo se hubiera roto dentro de él, que era lo que había pasado dentro de mi.
Tras lo ocurrido, solté rápidamente mi muñeca de su mano y corrí hacia el ascensor. Cuando pulsé al botón y me encontré dentro; antes de que se cerrase le dije:
- Pensé que cambiarias por mi... pero es cierto lo que dicen... hay personas que no pueden salvarse, y por desgracia tu eres una de ellas.
Al cerrarse las puertas del ascensor, me dejé caer por la pared de este hasta que acabé sentada en el suelo.
Sin más, un incontrolable llanto de dolor salía de mi boca. "¡Ojalá fuese un sueño!"
Pero, por desgracia era lo más realista que había vivido nunca.
Cuando aparecí en el Lux, atravesé a la multitud que había bailando al son de la música y conseguí salir de allí.
En la puerta me topé con alguien, y con el tono casi inaudible dije:
- disculpa.
- ¿Adela?- escuché detrás de mi a una voz conocida.
Me giré y vi a Adam.
- Hola, no sabía que eras tú.- le respondí con una ingenua sonrisa, que aguardaba un intenso dolor.
- ¿Estás bien?
- No ves que no...- me puse sarcástica.
- ¿Qué te ha pasado?- me preguntó preocupado, debía ser por mis mejillas llenas de lágrimas.
- Nada, algo que tenía que aclarar.- mi tono sonó tajante, y era lo que pretendía.
- ¿Te ha dejado plantada tu cita?
- Lo siento, tengo que irme.- concluí para después salir del local.
Fuera, las gotas producidas por la lluvia comenzaron a caer sobre mi; haciendo que mi cuerpo entero se empapase por el agua.
- ¡Joder!- dije maldiciendo.- ¡justo ahora se tenía que poner a llover!
- Si quieres te llevo en mi coche.- escuché una ronca voz detrás de mi.
Yo me di la vuelta y vi a Adam. Lo que me rompió mis expectativas ante lo que me hubiese gustado ver al girarme.
- No hace falta, tengo mi coche en el parking de fuera.- le contesté poniendo los ojos en blanco.
- Si quieres te acompaño al parking.
Yo puse mis dedos sobre las sienes y resoplé.
Ya había pasado una buena noche, irónicamente hablando. Y ahora, Adam no dejaba de intentar ligar conmigo sabiendo que por más que me lo dijese no iba a cambiar mi parecer.
- no, ya me voy yo sola.- fingí una sonrisa.
- Bueno, por lo menos deja que te de mi número.
- Claro, ¿cuál es?- saqué mi teléfono para apuntarlo y que dejase ya de molestarme.
- 555-735- 83
- De acuerdo.- añadí mientras me lo guardaba.-Bueno, adiós.- sonreí.
- Adiós.- él imitó la sonrisa cautivadora de Lucifer. Pero, difícilmente iba a conseguir el efecto que él causaba sobre mi.
Fuera, estaba lloviendo y suspiré.
"¿En serio? Tenía que llover ahora..."
Aunque en vez de salir corriendo de sopetón, opté por dejar que la lluvia cayese por mi cuerpo mientras me dirigía al parking.

𝐋𝐀 Ú𝐋𝐓𝐈𝐌𝐀 𝐄𝐋𝐄𝐆𝐈𝐃𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐃𝐈𝐀𝐁𝐋𝐎  ➤ LUCIFER MORNINGSTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora