Capítulo 4: El baile de Bienvenida

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Me despierto antes de que suene el despertador

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Me despierto antes de que suene el despertador. Hoy, esta noche, es el baile. Pobre de quien tenga que organizarlo, esperen, soy yo. Tengo una lista mental y también escrita, de todo lo que debo hacer antes de las 7. No sé como voy a hacerlo todo, cuento con que las chicas me ayuden, suerte que ya tenemos nuestros vestidos y toda esa parte arreglada.

Si se preguntan como me fue ayer después de que Nick se escapó, digo se fue, del gimnasio la respuesta es extrañamente bien. Las chicas solo soltaron algunas preguntas que fácilmente esquive con comentarios como "no lo sé" o "Nick está demente, lo hace para molestarme".

Me visto con lo primero que encuentro: jeans, una camisa y zapatillas o mis pies no llegarán a la noche. Tomo apresuradamente mi desayuno me despido de mamá y corro al auto pero vuelvo a entrar, me olvide los volantes que me faltan de pegar. Mamá me los alcanza y me desea suerte "no te estreses" nací estresada. 

Entro de prisa a la escuela y comienzo a pegar los volantes por todas partes, las chicas tenían otros cuantos y estaban haciendo lo mismo que yo. Me dirijo al gimnasio y compruebo que todas las luces funcionen, indico donde poner la cabina de fotos y cuando estaba a punto de gritarle a alguien porque no tenía listo el sonido me llega un mensaje:

Nick Idiota Miller: Vicky !

¿A que no es original mi forma de agendarlo? De todas formas al estar tan ocupada, no contesto. Pero insiste:

Nick Idiota Miller: Vicky contesta

Nick Idiota Miller: sé que lo ves

Nick Idiota Miller: ¿Piensas ignorarme? 

¿Qué quieres?

Nick Idiota Miller: tienes que ayudarme. Necesito que vayas a mi casillero (la combinación es 1234)    y tomes una mochila que hay dentro, traela a los vestidores del gimnasio.

¿1234? ¿Es en serio Nick? Creía que eras idiota pero no tanto. Te arrepentirás de habérmela dicho

Nick Idiota Miller: Sisi, en otro momento hablamos de eso. ¿Vienes o no?

Baja el tono y no me apures. Voy, pero este favor te saldrá caro

Voy al casillero, tomo la mochila y me dirijo al gimnasio. Me meto en los vestidores de los chicos y creanme que se que me arrepentiré de esto, ni siquiera se por qué acepté, no le debo nada y soy la menos indicada para pedirle favores, pero en fin será mi buena obra del día.

- Nick! ¡¿Donde estás?!- Grito

-Aquí!- contesta

Abro la puerta de uno de los vestidores y entro cerrándola tras de mi viéndolo solo con una toalla alrededor de la cintura, esta algo mojado y se nota impaciente, algo enojado quizás

-¡¿Qué haces así?! Cúbrete!- Mentía, claro que mentía ¿Qué chica en sus cabales no quisiera verlo sin camiseta? Hasta yo, que lo odio debía reconocerlo.

El amor tiene un límite, se llama dignidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora