Al llegar a casa fui dejando todas mis pertenencias por la sala como acostumbro a hacer. Comí lo que Susan me había preparado y subí a darme una ducha. Terminé con algunos pendientes y dormí una siesta.
Me desperté sobre las cinco de la tarde y bajé por algo de comer, estaba por abrir la heladera cuando sonó el timbre:
-Voy!- Grité desde la cocina
Al abrir la puerta me encontré a mi vecino
-¿Qué haces tu aquí?
-Oh hola Vicky, como estás?, yo muy bien y tú?- Dijo haciéndose el sarcástico
-Ya, ¿Qué buscas?
-A ti
-¿Y para qué?
-Quería saber si querías venir a mi casa para hacer el trabajo de física que nos encomendó el profesor Watts- Dijo algo nervioso
-Claro, espera voy por mis cosas y vamos- Dije dejándolo en la sala
Subí por mis cosas y bajé rápidamente. Yo no era buena en Física y al parecer Nick no era tan fracasado asique dejaría que el hiciera todo el trabajo. Al entrar en su casa nos recibió su mamá y también estaba Sophie, saludé a ambas y subimos a su habitación.
Debo decir que me sorprendió lo que encontré al entrar. Era un cuarto con una cama, un escritorio con dos sillas, su laptop, estanterías con libros, un placard empotrado y las paredes tenían un color azul grisáceo muy sobrio. Todo estaba limpio y perfectamente ordenado cosa que tampoco me esperaba, pensé que encontraría algo más ¿Cómo decirlo? ¿Desordenado? ¿Sucio? Algo más como Nick, ya saben, es un chico, en el equipo de fútbol. Fue una golpe a mi orgullo femenino que tuviera su cuarto más ordenado que el mio.
-Pasa, ¿No te esperabas esto o qué?- Dijo con un gesto invitandome a sentarme a su lado en el escritorio
-La verdad, es que no sé por qué tenía la impresión de que serías un poco más desprolijo
-Querrás decir como tú, ¿No?- Dijo sonriendo
-Yo no soy desordenada, además ¿cómo sabes si nunca has estado en mi cuarto? No me digas que ahora también me espías por la ventana- Dije ofendida
-¿Recuerdas hace algunas noches quién te dejó en tu cama? Y no, no te espío por la ventana, tranquila- Ok. Nick 1 - Vicky 0. No fue buena idea salir de mi terreno
-¿Qué te parece si hacemos el trabajo?- Propuso
-Está bien genio, tú mandas
Después de un rato de trabajar y discutir unos problemas porque nos daban distintos resultados, a lo que Nick tuvo que explicármelos para después reírse por "ser mejor que yo"; me encontraba sentada frente a su computadora terminando de pasar el trabajo en un archivo para enviarlo. Él estaba recostado sobre su cama y yo solo esperaba que se durmiera para poder tirarle un almohadón a la cara.
-Tengo un trato para proponerte- Soltó de repente
- ¿Sí?- dije girándome mientras masajeaba mi cuello que ya me dolía
-No te lo diré si no me tomas en serio- Sentenció
-Heme aquí negociando contigo, anda suéltalo, soy todo oídos- Dije interesándome
-Es un negocio win-win no te arrepentirás-
-Si es lo que yo creo que es: No me faltes el respeto Nick- Le espeté porque pensé que quería acostarse conmigo
-No, no quiero acostarme contigo- Dijo adivinando mi pensamiento
-Vas a tener que ser mas claro entonces-
-Lo que quiero proponerte es que seamos amigos, que volvamos a ser amigos como cuando eramos niños, ¿Recuerdas como nos divertíamos?
-Sí, lo recuerdo Nick. Pero eran otras épocas, el tiempo pasó, hemos cambiado..
-Yo no creo que hayamos cambiado tanto, para mí sigues siendo la misma de siempre aunque mucho más atractiva desde luego- Dijo con una sonrisa y le aventé un almohadón
-¿Y cuál es la parte win-win de todo esto?- Interrogué
-Ya no nos molestaremos mutuamente, podemos convivir en paz sin necesidad de jugarnos bromas o hacernos la vida imposible. ¿Qué dices? Revivamos las viejas épocas- Dijo tendiéndome su mano
-Está bien, acepto- Dije luego de pensármelo unos segundos, Nick no me molestaría, era una oferta tentadora aunque no sabía si podría cumplir esa promesa. Era divertido molestarlo pero una parte de mí no quería vivir en una guerra permanente. Finalmente le tendí mi mano
-No creas que he olvidado que tienes cosquillas- Dijo tomando mi mano y tirándome a la cama debajo de él para aprisionarme con su gran cuerpo mientras me hace cosquillas.
-Nick!.. Ya basta! Nick si no paras... me haré pipí encima!- Dije entre risas
-Solo si dices las palabras mágicas- Dijo tomando mis muñecas y sujetándolas a los lados
-¿Por ..favor?- Dije entrecortada por las risas
-Está bien-
Nuestros rostros quedaron muy cerca, podía sentir su respiración y veía su pecho subir y bajar agitadamente. Yo debía estar despeinada y podía sentir el calor invadir mis mejillas. Si alguno de los dos se movía nuestros labios se chocarían y ahí estaban esos ojos azules otra vez, juro que podría hipnotizarme si así lo quisiera. Una parte de mí quería quedarse ahí para siempre y otra me decía que me alejara pero claro, mis manos estaban bajo su poder.
No sé cuánto tiempo estuvimos así. Es más quede algo desorientada. El se veía feliz. Lo único que recuerdo es que cuando volví a casa ya era de noche y al cerrar la puerta me recosté en ella y me senté en el suelo con una sonrisa boba. Había vuelto a ser amiga de Nick, y el había vuelto a ser mi amigo. Eramos amigos. Sólo esperaba que nuestros sentimientos no se interpusieran porque el podía perder el control en cualquier momento y si se acercaba tanto yo perdía la cordura como para detenerlo.
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El amor tiene un límite, se llama dignidad
Teen Fiction¿Qué pasa cuando Victoria Aspen, una adolescente que cree que cupido pasa de ella, encuentra el amor en quien menos lo espera? ¿Enamorarse de Nick Miller? ¿Acaso era eso posible? y aun peor, ¿Enamorarse Nick de ella? ¡Ni de chiste! Ni en sueños. Jam...