Capítulo 11: Insomnio x2

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  Después de reír y pasárnoslo bien en la playa el sol se puso y comezó a ponerse frio, era hora de volver a la casa. Matt y Ana iban abrazados delante de nosotros; mientras que Nick y yo íbamos en una especie de lucha libre en la que el trataba de levantarme y yo me resistía con todas mis fuerzas mientras que lo empujaba mas lejos, comenzaba a correr y el me perseguía y así llegamos a la casa. Por supuesto que en ese momento hubiera deseado un respirador

-Una pena, tan linda y tan lenta- Dijo Nick pasando por mi lado ni siquiera agitado

-Es la edad, cada día que pasa envejezco- Contesté en modo dramático mientras me apoyaba en una columna de la sala tratando de recuperar algo de aire observando las escaleras. Malditas escaleras. Debía subirlas porque los cuartos estaban arriba y tenía que bañarme y cambiarme.

-Venga vamos- Dijo Nick levantándome y llevándome al piso de arriba.

Esto ya se le hacía costumbre pero no podía permitirlo así que después de unos insultos al estilo de "Ojalá te caigas de la cama mientras duermes" y cosas semejantes que cruzan mi imaginación en momentos como este, finalmente me bajó.

Los tórtolos se habían quedado atrás y había dos baños, por lo tanto no tendría que esperar para ducharme. Después de unos 20 minutos finalmente salí de la ducha, me envolví en una toalla y me encaminé al cuarto no sin antes intercambiar unas miradas extrañas con el idiota Miller que también se dirigía a su habitación en toalla. Voy a guardar esa imagen responsablemente en mi mente. Creo que nunca me cansaré de verlo sin camiseta.

-¿Tengo arena aun o qué?- pregunté cuando no me sacaba los ojos de encima.

-No, para nada- Dijo y se metió apresuradamente en su cuarto azotando la puerta.

Era un rarito.

Una vez que me cambié bajé a la sala y Nick estaba jugando un partido de fútbol en la consola. Me senté a su lado -a una distancia prudencial- y me puse a revisar mis redes sociales en mi telefono. Al cabo de un rato estaba aburrida, Matt y Ana habían llegado a bañarse y decidí divertirme un rato

-¿Puedo jugar?- Pregunté a Nick con mi modo mas amable

-¿Sabes jugar?

-Claro

-¿Eres buena?

-Eso depende de que tan malo seas tú-

-Vale, toma. El que pierda lava los platos-

-Me parece bien- Accedí. Después de todo no era una prenda tan terrible y si ganaba podía burlarme de él quien sabe hasta cuando, esto no tenía precio.

Durante el primer tiempo el equipo de Nick hizo dos goles. Hacía mucho no jugaba pero no iba a dejar que me ganara.

Para el segundo tiempo pude hacer dos goles asique estábamos igual y teníamos publico, Ana y Matt estaban animándonos y haciendo apuestas.

Quedaban dos minutos de partido y tenía que hacer un gol o al menos procurar que Nick no hiciera ninguno. Tenía que pensar una estrategía y tenía que pensarla rápido.

Nunca creí que en mi vida haría algo como esto pero aquí voy. Decidí bajar del sillón y arrodillarme sobre la alfombra poniendo el peso de mi cuerpo sobre la mesita. De esta forma Nick tenía una vista -interesante- de mi trasero y yo rogaba que mis pobres curvas lo distrajeran.

Efectivamente fue así, Nick comenzó a mirarme y Matt a gritarle cosa sobre que se concentrara y que yo lo distraía a propósito. Los hombres son de manual. Nick descuidó a su equipo e hice un gol en los último 5 segundos. Vicky wins. Qué bien se siente eso.

El amor tiene un límite, se llama dignidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora