Carta de despedida

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Aún no entiendo
porque decidiste empacar tu voz
y dejar tus sueños
colgados en el guardarropa
como un soldado
que abandona la misión.

Discúlpame,
no intento juzgarte
sino que se desahogan
mis inconscientes reclamos
por la daga llena de escalofríos
que atravesó mi interior
abriendo su camino
entre los sollozos de tu ausencia
hasta tocar este dolor.

Trato de comprender
por cual precipicio oscuro
a tu familia olvidaste
que golpe duro
todo este tiempo no pudiste curar
para tomar tu fatal decisión.

No pensé ver a los cuervos
florecer sobre tu pálido lecho
ni imaginar hasta dónde
te arrastró esta depresión,
pero a pesar de eso
encendiste varias últimas luces
que hoy millones te dicen adiós.

Entonces un presentimiento
me dice que encontraste la paz
que ya pasó lo peor
por más que mis oídos dispuestos
no volverán a presenciar
la musicalidad de tus manos
y el verso agradable de tus letras
en la armonía de tu canción.

Teoría de las emociones ocultasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora