No permitas

60 9 2
                                    


Jamás permitas que un cobarde
deje sombras punzantes en tu dorso.
Que no vuelvan a visitarte
los puños amenazantes
apuntando hacia tu precioso rostro.

No toleres hirientes insultos
que callan por el cómplice miedo.
Tu trémula voz ha de denunciar
que algunos sollozos
vinieron con marcas en tu lienzo.

Sé valiente
sé libre
sé fuerte.

Las pesadillas tarde o temprano acaban
cuando deciden gritar nuestros ojos,
nuestros dolores desempolvados
que cargan los cansados hombros.

Nunca permitas, mujer,
que cambien tu contagiosa alegría
por insufribles depresiones
en tus expresiones de melancolía.

Has de volver a sentir
la tranquilidad brillando al mediodía
cuando la única marca sea
la jubilosa curva de tus mejillas.

Teoría de las emociones ocultasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora