Capítulo 6.- "¿Traidores?"

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La luz que entraba débilmente por la ventana bañaba la espalda desnuda de Liam. Esto es así porque yo lo estaba examinando, desde que me levanté sin poder dormir más, pensando, sin saber por qué. Me sentí libre de nuevo con su figura a mí lado y el calor que me abordaba su cuerpo como lo hacía antes. Me levanté lentamente, tras darle un delicado beso en su espalda. Al fin y al cabo éramos como dos imanes. Me dispuse a levantarme cuando el móvil de Liam se iluminó. No quise despertarle, pero la curiosidad se apoderó de mí. Tanto fue así que me digné a mirarlo por él, muy disimuladamente mientras dormía profundamente.

Era un mensaje el que me llamó especialmente la atención.

"No quería que te fueras así" leí.

¿Sally enviándole mensajes a Liam?

Arqueé una ceja, y solté el móvil justo y cuando Liam hizo un ruido extraño. No quise enloquecer, pero realmente me dio que pensar. Preparé el desayuno sin dejar de darle vueltas a lo que vi, y al mismo tiempo decirme a mí misma lo paranoica que era. Entonces Liam entró por la puerta, en sus bóxer. Traía su cabello despeinado, y sus ojos verdes se escondían por el sueño.

—No hace falta que prepares nada Jess, me tengo que marchar ya—dijo mientras se vestía.

—¿A donde?—dije sonando paranoica de nuevo.

—A casa con mi hermano. Está muy liado con el trabajo de mi padre, y necesita una ayuda—dijo.

—Ah...—dije medio mosqueada, antes de que se acercara a mí y me diera un beso en la frente y se marchara.

Seguí mi día con normalidad, aunque no podía dejar de pensar en aquello. Fui a mis clases, y realmente estaba agotada. Liam no me mandó ningún otro mensaje y estaba realmente preocupada. Pensé en que quizás esos dos tendrían que deshacerse de aquellos trapos sucios que se traían con aquellos tipos, que trataban de encontrar a Liam... le daba demasiadas vueltas. Tantas que me entró el apetito, y decidí acudir a la tienda del snacks, a la que siempre solía acudir. Mi enorme sorpresa fue encontrarme al hermano de Liam en esta, tan sonriente como siempre. ¿Casualidad?

—¡Mi querida Jessica!—exclamó al verme, tan atrevido como lo recordaba.

—Que suerte que tengas descansos en el trabajo. Sé que Liam fue a ayudarte hoy—le dije inmediatamente, aprovechando la oportunidad.

—¿Qué? Ya no trabajo con mi viejo. Además Liam lleva sin aparecer por casa varios meses—dijo riendo.

—Ah, seguro que lo habré entendido mal—mentí, antes de salir de la tienda destrozada, sin ni siquiera comprar nada. Mi apetito se esfumó, como la confianza que depositaba en Liam. Sally llevaba tiempo sin querer saber casi nada de mi, y realmente dudaba de su lealtad. El hecho de pensar que hubieran compartido un solo encuentro me ponía enferma.

Tanto fue así que regresé a casa, donde conversé con mi madre para así despejarme.

—espera mamá, alguien llamó.—le exclamé cuando oí la puerta. —Adiós, te quiero—le dije rápidamente y colgué.

Me acerqué hasta la puerta sintiéndome extraña, para mirar por la puerta a quien permanecía en el exterior, era Mike.

—Hey!—le abracé antes de dejarle pasar.

—Pasaba por aquí y...—

—Siempre eres bienvenido aquí—le sonreí una vez estábamos sentados en el sofá. —Oye emmm....¿has oído sobre Sally?—le pregunté sin pensarlo.

—mm... no, anda muy incomunicada últimamente—me aclaró, mientras yo agachaba la cabeza y me entristecía sin quererlo, justo cuando noté la mirada preocupante de Mike sobre mi, aquella mirada que tanto conocía. Sabia lo mal que se le daba mentir.

—Tu sabes algo—afirmé de repente al ver aquella mirada.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando?—dijo este muy nervioso, acomodándose en el sofá.

—Mike, te conozco—le dije.

—No hay nada que yo sepa...—

—¿Qué hay entre Sally y Liam?—pregunté directa, sin rodeos.

—¿Qué?—volvió a decir.

—Mike, dilo—le insistí.

Miró sus zapatos, intentando disimular. Le toqué el muslo, llamando su atención y sacudí la cabeza.

—Sabes que las habladurías son muy...—trató de decir.

—Dilo ya—le corté.

—Eh....—suspiró. —E-escuché... bueno... ya sabes que las habladurías no son siempre ciertas—dijo un tanto nervioso. —Bueno que Sally y Liam tuvieron algo después de tu accidente—me confesó, haciendo que quisiera que me tragara la tierra en aquellos instantes. Comencé a juntar piezas, y todo encajaba. ¿Eran traidores?

DÉBILES ⓒ| 2 Parte FRÁGILESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora