sospecha

517 32 19
                                    

[kyouya]

Lo odio, en serio que lo odio. Hace más de tres semanas que ese imbécil no deja de aparecerse en el hospital con un enorme ramo de rosas para Erika, es demasiado patético. ¡Ella odia las rosas! Prefiere mil veces las lilas, maldito idiota, cree que puede conquistarla sin saber lo que realmente le gusta, es demasiado desesperante.

— Kyouya — Takeru estaba sentado a mi lado sosteniendo mi antebrazo para evitar que me lanzará sobre ese imbécil — cálmate de una vez, pareces un lunático — dijo susurrando cerca de mi oído.

— ¿Cómo mierda quieres que me calme sí tengo que ver algo así? — respondí de la misma manera — el idiota le trajo una caja de chocolates amargos.

— ¿Y? — preguntó sin entender mi mal humor.

— ¡Que a ella no le gustan esos! — me alteré y alce la voz logrando que las personas me mirarán mal — le encantan los que tienen almendras o cualquier tipo de nueces y sus favoritos son los que vienen rellenos de caramelo y con forma de corazón — dije un poco más calmado. Suspiré con frustración y miré a Takeru, quién me miraba con una sonrisa traviesa — ¿Que?.

— nada nada — rió y volvió a mirarme — se nota que la conoces mucho.

— ¿Cómo no conocerla? Es mi novia — dije recalcando la palabra novia — además de que le trajo un collar de estrella fugaz.

— repito, ¿Y?.

— ¿Eres idiota acaso? — lo miré mal y suspiré cuando me pidió explicaciones con la mirada — le gustan más los corazones pero si quieres darle algo del espacio exterior lo más recomendable es darle una luna llena o media luna, ella la ama — sonreí un poco cuando recordé lo emocionada que estaba cuando salimos una noche al parque y la luna se veía realmente hermosa — fue la primera vez que la vi tan feliz mirando al cielo, se veía preciosa con esa sonrisa soñadora en sus labios y esa chispa en sus ojos, me hizo pensar lo afortunado que soy al tenerla junto a mi, desde esa noche cada vez que veo la luna pienso en ella y en lo mucho que llega a enloquecerme.

— oh mi Dios — miré confundido a Takeru que no dejaba de mirarme con mucho asombro — ¿Te das cuenta de lo que acabas de decir?.

— ¿Que cosa? — me confundí más cuando una sonrisa enorme hizo su entrada triunfal en el rostro de mi amigo.

— se veía preciosa con esa sonrisa soñadora en sus labios y esa chispa en sus ojos, me hizo pensar lo afortunado que soy al tenerla junto a mi — dijo con una pobre imitación de mi voz.

Pude sentir cómo mi rostro se encendía con violencia y mi estómago se revolvía por los nervios. Aparte la vista de mi amigo que comenzó a reír con ternura al ver que me había avergonzado. No noté que deje de pensar en eso y comencé a decirlo en voz alta, en estos momento quisiera volver a dormir y ojalá nunca despertar.

— estoy feliz por ti kyouya — no me atreví a mirarlo, solo le presté atención — nunca te había visto así.

— ¿Así cómo? — seguía sin mirarlo.

— nunca te avergonzaste cuando se trataba de una chica, nunca te molestaste porque alguien se equivocaba en los gustos de otra chica y además... Nunca habías hablado de esa forma por una chica, es más, nunca habías sonreído tan tiernamente al recordar un simple paseo — me giré lentamente y lo miré a los ojos — me alegra verte enamorado, amigo — me sonrió con mucha dulzura y me golpeó suavemente en el hombro.

Yo solo me dediqué a mirarlo mientras mantenía mis manos cerca de mi rostro, me pareció muy raro que Takeru dijera eso de la nada pero ese pensamiento se esfumó al entender que se alegraba de verme feliz por lo que sonreí de vuelta.

Drama innecesario (kyouya Y Erika) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora