— ¡Ya basta kyouya! — gritó enfurecida una mujer pelirroja — ¡Ya ha pasado una maldita semana y sigues ahí tirado! — entró en la habitación y lo tomó por el cuello de su camisa — ¡Anda levántate pequeño bastardo!.
— no quiero — dijo casi en tono mimado sacando, por fin, de sus casillas a la chica.
— ¡Suficiente! — cómo pudo lo arrastró a la sala y lo obligó a sentarse en el sofá — ¡Ya estoy harta de esta actitud tan infantil por tu parte! — el rubio la miraba con pereza y bostezaba de vez en cuando, ganándose así una bofetada.
— ¡¿Qué sucede contigo?! — se levantó furioso.
— ¡Tú! — lo encaró — ¡Eso es lo que me sucede, vine aquí para ayudarte con tu maldito problema pero tú simplemente no quieres hacer nada! — tomó aire y continuó — ¡¿Cuántas veces debo decirte que vayas a hablar con esos dos?!, ¡Pero no, lo único que haces es acostarte en una esquina como una pequeña y estúpida sabandija!.
— ¡Tú piensas que es así de fácil! — la miró por unos segundos — ¡Esos dos no quieren verme ni siquiera en pintura!
— ¡¿Y eso qué?! — esa respuesta lo tomó por sorpresa — ¡Deberías luchar por ellos si tanto te importan, mientras tú estás aquí muriendo de lástima por ti mismo ese parásito de Terapon se está ganando a Erika!.
— ¿Qué...? — Kyouya la miró sorprendido.
— cuando fui al hospital el idiota ese estaba con ella y créeme que Erika no se veía nada disgustada.
El rubio permaneció en silencio mirándola a los ojos, ella tiene razón, está perdiendo a Erika.
— ¿Qué más sabes? — le preguntó serio.
— el bastardo no es tonto — suspiró y se acarició la cien — le pagó a un sujeto para que se hiciera pasar por el doctor de Erika y por su tío para que así les mintiera diciéndoles que Erika sí podía recibir visitas — la chica suspiró y esperó atenta la reacción de Kyouya.
— ¡¿Hasta ahora me lo dices?! — el rubio corrió a su habitación y tomó una chaqueta para volver a la sala.
— intenté decírtelo muchas veces pero siempre me cerrabas la puerta en la cara — contestó ella claramente indignada.
— eso ya no importa — buscó sus llaves por todos lados hasta finalmente hallarlas en un librero — iremos al hospital.
Sin dejar que su hermana al menos tomará una chaqueta la obligó a salir del apartamento. Él estaba muy ansioso, ansioso de ir a partirle la cara a Terapon. Sacó su celular y de reojo, por qué estaba conduciendo, marcó el número de su mejor amigo.
— ¿Hola? — se escuchó una voz grave y somnolienta del otro lado
— Takeru
— ¿Kyouya? — el pelinegro estaba sorprendido, no esperaba recibir una llamada del rubio
— sí, soy yo
— ¿Qué quieres? — se podían escuchar sus suspiros cansados.
— Terapon nos engañó, es por su culpa que estamos así
— ¿Te parece? — respondió con sarcasmo.
— sí, sí lo sé, pasaré por ti e iremos al hospital.
— Kyouya, no...
— no lo hagas por mí házlo por Erika, finalmente averiguaré porqué demonios sigue en ese hospital.
— Kyouya...
— por favor, te lo ruego, no puedo hacerlo sin ti — suplicó en un intento de convencerlo.
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Drama innecesario (kyouya Y Erika)
FanficErika por fin entra a un mundo donde ninguna mujer quiere permanecer... el doloroso y asqueroso mundo del periodo ¿Como reaccionara su novio kyouya ante la noticia? ¿Ella exagera o tendra razón? Después de ese drama tendran que pasar por muchos suc...