Climatika

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Pasaron un par de semana del inicio de curso y la batalla con Corazón de Piedra, y por ende, las conversaciones sobre lo sucedido. A pesar de solamente ver un par de veces a Ladybug y Chat Noir, los dos héroes ya eran unas celebridades tanto en el mundo muggle como en el mágico. Igualmente, por las batallas contra un supervillano, las autoridades de ambos mundos estaban alerta.

En Hogwarts, las cosas estaban bien, con normalidad... O al menos al estilo de Hogwarts.

—¡POTTER! ¡BLACK!

Severus Snape había entrado al baño, cuando de pronto escuchó ruidos extraños venir de uno de los cubículos. Sacó su varita y se acercó con cuidado; revisó cada uno (varita en mano) y no encontró nada extraño sino hasta que llegó al último. Abrió la puerta y descubrió que el ruido venía de ese inodoro.

—¿Qué demo...? —no pudo terminar porque de pronto el inodoro estalló y acabó todo empapado.

Desde la puerta del baño se escucharon risas y con eso fue más que suficiente para saber quienes fueron. Salió del baño, aún escurriendo y los vio partiéndose de la risa.

—¡Ustedes son unos...! —empezó a decir Severus apretando los puños, todavía teniendo la varita en la mano.

—Ya te hacía falta un baño, Quejicus —dijo el chico de cabello negro y despeinado con lentes redondos. Era James Potter

—Espero que con el agua del inodoro se te quite la grasa del cabello —dijo el otro chico de cabello negro y ojos grises. Era Sirius Black

Severus iba a decirles algo, pero se escucharon pasos. Sonrío de lado al ver que esos dos no se dieron cuenta, guardó su varita justo cuando la persona doblaba la esquina.

—¡Por Godric Gryffindor! ¿Qué sucede aquí?

Potter y Black pararon de reír de golpe y voltearon al escuchar la voz. Se pusieron pálidos al ver quien era.

—Pro... Profesora McGonagall

La mujer vio a los tres jóvenes, y al percatarse de cómo estaba el Slytherin enseguida entendió lo que pasaba.

—Solo llevamos dos semanas de clases y ya están comenzando a molestar a sus compañeros. —comenzó su regaño la profesora—. Y sobre todo a un prefecto...

—¿¡Prefecto!? —interrumpieron sorprendidos los dos Gryffindor

Miraron a Severus y se sorprendieron más al ver la insignia de prefecto colocada arriba del escudo de Slytherin. Los dos Merodeadores tragaron saliva, sabían que molestar un prefecto era casi como hacerle una broma a un profesor. Severus disimulo una sonrisa de burla al ver la expresión de esos dos.

—Sí, prefecto —confirmó McGonagall—. Y por lo tanto deberán mostrarle más respeto. Por ahora se les descontarán veinte puntos a Gryffindor a cada uno y esta noche tendrán detención, los iré a buscar después de la cena para decirles. Ahora, regresen a la Torre de Gryffindor.

Potter y Black iban a reclamar, pero la mirada severa de McGonagall fue suficiente para que se quedaran callados. Le lanzaron una mirada de odio a Severus y se fueron de ahí. En cuanto los chicos se fueron, McGonagall se volvió hacia el azabache.

—Será mejor que vayas a darte un baño, Snape. Puedes hacerlo en el baño de prefectos del quinto piso, es la cuarta puerta a la izquierda de la estatua de Boris el Desconcertado. La contraseña es "Lavanda" ¿entendido?

—Sí, profesora

—Pídele a un elfo que te lleve ropa limpia. Solo porque es fin de semana no significa que puedas quedarte ahí todo el día ¿de acuerdo?

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