Kung Food

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—Ya te dije que no es tan difícil ¿por qué no me escuchas?

—Te creería si no fuera porque tengo solamente dos días para aprenderlo

Severus y Plaga estaban discutiendo en el cuarto del primero en la mansión Agreste. Después de sus clases particulares del día, Gabriel le notificó al azabache que había solicitado autorización al director Dumbledore para que él, Severus, se quedara en casa ese fin de semana solamente para ayudarlo a que acompañara a un tío político que era un gran chef internacional e iría a Londres a competir a la final de un reality show de cocina en el hotel Le Grand London. Gabriel le había dicho a Severus que su tío político, llamado Ritsu, a pesar de haber nacido y estudiado en Londres, su madre era japonesa por lo que la mayoría de su vida había estado en el Oriente y por lo tanto su inglés no era muy bueno, haciendo que la mayoría del tiempo se comunicara en japonés.

El ayudar a su tío Gabriel no era el problema, la situación era que no sabía japonés. Si hubiera sido chino no habría problema gracias a las clases extras que tomaba desde que vivía con él, pero el japonés era otra cosa. Así que por eso, estaba de mal humor, estresado y discutiendo con su kwami.

—Solo se quedará tu "tío" unos días ¡relájate! —dijo Plaga comenzando a hartarse por el comportamiento de su portador

—Sino fuera porque mi tío Gabriel me está presionando para hacerlo bien no estaría actuando de este modo —dijo Severus sin apartar la vista del libro que estudiaba

De pronto tocaron a su puerta. Plaga se ocultó rápido debajo de la almohada de Severus y el chico levantó la vista de su libro. Dio permiso de pasar y entró justamente Gabriel Agreste.

—Me alegra ver que te tomas en serio el encargo que te pedí —dijo el diseñador de moda con seriedad—. Espero que tengas todo bajo control estos días y no les causes problemas ni a Nathalie ni a tu guardaespaldas

—¿Qué? ¿No vas a estar con nosotros? —preguntó Severus tratando de disimular la preocupación al hecho de quedarse casi a solas con un hombre que nunca había visto en su vida

—Tengo mucho trabajo que hacer y requiere de mi total atención —Gabriel dio media vuelta para irse, pero antes miró sobre su hombro al adolescente—. No me decepciones —y salió de la habitación

Severus se dejó caer sobre la silla de su escritorio y se pasó las manos por la cabello en señal de frustración. Ese iba a ser el fin de semana más estresante de su vida. Para no volverse loco, le contó su situación a Lily esperando algún consejo. La pelirroja escuchó a su mejor amigo en silencio, cuando este terminó, la chica recordó algo y una sonrisa traviesa atravesó sus labios, la cual Severus no notó.

—Creo que tengo la solución a tu problema —dijo Lily con una sonrisa picara

—¿En serio? ¿Cuál es? —preguntó Severus entre emocionado y aliviado

—¿A qué hora llegará el chef Ritsu a la mansión?

—Al mediodía

—Perfecto, a esa hora te llegará la solución

—¿Eh?

Severus trató de sonsacarle más información a la pelirroja, pero esta no cedió. Sonó la campana de clases y los dos amigos se fueron a sus respectivos salones.

Finalmente llegó el fin de semana y Severus estaba haciendo repaso de último minuto. Por lo general él se aprendía sin problema todo lo que aprendía, pero por alguna razón aprender un nuevo idioma siempre fue un reto para él. Siguió repasando su pronunciación y frases básicas cuando Nathalie fue a buscarlo a su habitación y le dijo que fuera al vestíbulo a recibir al chef Ritsu. Severus sintió un vacío en su estómago y siguió a la secretaria de su tío con nerviosismo.

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