Capitulo 18

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Me vestí, y fui a la cocina, la casa estaba en silencio, mas de lo normal, mire para todos lados en busca de papa, no lo vi, fui hasta su cuarto, abrí la puerta con lentitud, me quede helada, en shock, no sabia que hacer, papa estaba acostado en la cama, con un enorme charco de sangre a su alrededor, me ahogue en mi propia respiración, llore, grite, y llore mas, me acerque a el, estaba muerto, su piel estaba helada, las lagrimas rodaban por mis mejillas sin parar, que hago, pensé, el celular sonó, era el chino.

- que pasa porque lloras - no podía hablar, estaba perdida en mi dolor, me dolía el corazón, me dolía el alma y las lagrimas lo anunciaban.

- mi padre - logre decir

- voy para haya - dijo el chino, deje caer el celular me senté en la cama, estaba lleno de sangre, observe mas la situación, papa tenia cuatro tiros, llore, llore mas, quien pudo haber sido, no podía verlo así, pero no me quería ir, abrace sus piernas.

- papa - dije - papito - llore, llore mas, escuche como la puerta se abrió, no me importo, me quede mirando un punto fijo, estaba dura, dos hombre de blanco, pasaron por enfrente de mi.

- señorita tenemos que llevarlo - no me moví, no podía - señorita - no dije nada, las lagrimas caían de mis ojos.

- Lily vamos - dice el chino - Lily - me toca - Lily - me agarra, me intenta parar, me lleva hasta la sala - reacciona - me dice, lo miro - tienes los ojos muy rojos - dice, se me siguen cayendo lagrimas, se arrodilla enfrente de mi, me toma de la cabeza y me abraza, cierro lo ojos, no podía mas, el dolor que estaba sintiendo era muy fuerte, se llevaron a papa, uno de los medicos se acerca a nosotros.

- señorita - dice - lo miro - su padre...hace aproximadamente unas 15 horas que esta muerto - me lleve la mano a la boca, probablemente el ya estaba muerto cuando yo llegue ayer, empece a llorar de nuevo, esta vez no tenia consuelo, tuve la mínima posibilidad de salvar a papa y no pude, la respiración se me entre cortaba, las lagrimas se me caían, el chino me sentó el sillón, me apoyo en su pecho y me pasaba su mano por el pelo, no podía ni siquiera pensar que estábamos así, miles de recuerdo me pasaron por la cabeza, llore de la rabia del dolor, agarre al chino fuerte, me pego mas a el, quería gritar, llorar, no podía hacer nada, me sentía impotente, el chino chino agarro mi rostro entre sus manos.

- yo se que te duele, pero es necesario que te pregunte esto, quiere enterrarlo hoy o mañana - me pregunto, su mirada estaba llena de compacion.

- hoy - dije, miro a su secretario

- prepara todo - dijo y este se fue, me seque un poco las lagrimas.

Me puse un vestido negro y unos zapatos, el chino paso por mi casa. Llegamos al cementerio, habían pocas personas, ningun familiar, solo amigo que conocían a papa y otros que le agarraron cariño llendo a la panaseria, no podía ocultar mi dolor, estaba llorando, ya tenía los ojos superior rojos de tanto llorar. El cura dijo unas palabras, yo no pude decir nada, le tire la rosa blanca, lo enterraron. El chino me llevó a la casa, me llevó a la casa.
- tienes el resto de la samana libre - me dijo, hoy era miércoles, me baje, entre a la casa, le conte a Cris todo lo que pasó, y también el me dio la semana libre, me saque el vestido y me puse algo de ropa cómoda, me tire en el sillón a mirar el techo, no quería pensar, no quería nada, cerré los ojos, las lágrimas se me caían, no podía evitarlo.

BLACKMAILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora