Capitulo 16

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Me desperté con un poco de dolor de cabeza, mire el celular, un mensaje del chino, "Ven a mi casa a las 12". Mire la hora eran las 11:30, me di una ducha, me vestí y me fui, no recordaba con exacta claridad donde quedaba la casa del chino, pero llegue, me baje del coche, me arregle el pelo, no se porque razón, toque el timbre, me abrió la puerta el secretario Choi, me hizo una señal para que pasara, lo hice, estaba Song Jongki, sentado, con las piernas cruzadas, lo mire, como diciendo, que quieres, me miro de arriba abajo, me puse un poco incomoda, no se porque tenia la capacidad de ponerme nerviosa, lo mire segura, era tan lindo, allí sentado parecía un cuadro, no tenia ni una mancha en su cara, su sonrisa era perfecta, y los rasgos asiáticos ni que hablar.

- hace un cafe de eso americanos - dijo con algo de indiferencia - va a venir una persona.

- esta bien - dije, y me fui a la cocina, tome las cosas necesarias y puse a hacer el cafe, el timbre sonó, se escucho una voz de mujer que se me hizo muy familiar, estaban hablando en coreano, a los minutos entro Choi en la cocina, lo mire y me miro, saque otro vaso para hacerle un cafe al el también, vertí el cafe en uno de los vasos, le puse la crema y un poco de canela encima.

- ten - le dije.

- gracias - dijo y sonrió. Hice lo mismos en los otros dos vasos, lo puse en una bandeja, pensé todo el camino de la cocina a la sala si tenia que hacer lo mismo que hacías en los novelas y todo eso, estaban sentados uno enfrente al otro, mire a la chica, era la misma, que la de anoche, estaba super elegante y bonita, deje la bandeja en la mesa, me arrodille enfrente, tome los vasos y los puse enfrente de ellos, tome la bandeja me pare y me fui, me senté en una de las sillas que estaban allí, quería saber que estaban hablando pero no entendía nada.

Las horas pasaban, ya casi no estaban hablando, la chica se fue, el chino me llamo, recogí los vasos.

- ahora vienes acá ok?

- si - dije, puse los vasos allí, y fui a la sala.

- siéntate - lo hice - ella es mi prometida - me sorprendí, no por la noticia, sino porque me lo estaba diciendo. - no me caso porque la amo, sino por obligación, a quien yo amaba, vos la mataste - baje la mirada - me caso, por dinero, negocios - hizo una pausa - no se porque te estoy diciendo esto...puedes irte.

- si - le dije, la verdad no sabia que decirle, fui a la cocina, tome mi celular, iba saliendo y el entrado, nuestras miradas, se chocaron, nuestros cuerpos estaban juntos, tanto que podía sentir como respiraba, le mire los labios y enseguida el, me miro, los nervios me comían, el corazón me latía a 420, las ganas de besarlo las tenia a flor de piel, me miro a los ojos, me herize al sentir su dedo por encima de mi mejilla, respire, bajo la mirada, y entro a la cocina, yo me fui muy rápido de allí, me senté en el auto, tome el volante, respire, el corazón me seguía, latiendo, no puedo, me dije a mi misma, no puedo enamorarme de el, tendría que odiarlo, lo recordé durmiendo, no puedo odiarlo, pero tampoco puedo amarlo.

Encendí el coche, conduje casi sin rumbo, pare en un semáforo, mire a un costado, había una restaurante que decía "Korean Food" (comida coreana) reí, parecía un karma, uno de los mejores karmas de tu vida, no, dije, no, no lo es, no lo es, ni lo sera, porque yo no lo voy a permitir. Seguí manejando, llegue a casa, papa parecía que no estaba, me tire en el sillón, mire al vació, no sabia que pensar, no sabia que hacer, me lo imagine casado, con ella, sentía celos, no, porque me dijo que no la amaba, lo vi de traje, y a ella con un vestido blanco, lo vi diciendo, acepto, lo vi viviendo en corea, lo vi sin mi, lo vi lejos de mi, lo vi, una tristeza extraña me invadió, maldito chino, dije, maldito Mario, maldito todo lo que me impide ser feliz, me tire de nuevo en el sillón, mire al techo.

BLACKMAILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora